Barcazas en 60% para no encallar ante bajante del río

Los exportadores de oleaginosas expresaron su preocupación por el bajo caudal de los ríos Paraguay y Paraná, alegan que la crítica situación genera sobrecostos financieros en todo el sistema logístico de transporte, debido a que los agroexportadores deben pagar por la capacidad total de los contenedores, aunque estos no se llenen.

“El impacto económico más importante son los sobrecostos que genera la bajante de los ríos; en el caso del río Paraná es el traslado de la mercadería porque no hay condiciones de navegación, y en el caso del rio Paraguay es porque no se pueden cargar las barcazas a plena capacidad con lo que se atrasa todo el flujo de exportación de mercaderías, lo que se traduce en mayores costos financieros, mermas, seguro y almacenajes”, indicó Hugo Pastore, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

El titular de Capeco, explicó que, debido al problema de navegabilidad de los ríos existe un atraso general de entrega de mercaderías con respecto al año pasado.

Tenemos embarcaciones navegando al 60, 70% de su capacidad y eso hace que toda la capacidad de transporte este disminuida y con eso se generan atrasos y mayores costos”, recalcó el agroexportador.

Mencionó además que, si bien en términos monetarios tienen más ingresos de divisas por mayor valor del producto, en términos de volumen la salida está retrasada respecto del año pasado y eso está directamente relacionado a que la posibilidad de carga está imposibilitada en el río Paraná, y en el caso del río Paraguay, con menor capacidad.

Con respecto a las alternativas que manejan para poder cumplir con la entrega de productos, Pastore, señaló que el transporte terrestre es una alternativa que se utiliza para Brasil. El transporte terrestre permite también llegar hasta los puertos en el Departamento Central.

“Hoy las mercaderías que deberían llegar en condiciones normales por el río Paraná, al no haber condiciones de navegación, salen por vía terrestre hasta el río Paraguay y de ahí van en barcazas hacia los puertos en la zona del Rosario en Argentina y en Nueva Palmira en Uruguay”, detalló el empresario.

En ese sentido, puntualizó que Brasil, como segundo principal destino de nuestras exportaciones de soja detrás de la Argentina, está demandando productos, pero no se consigue suplir completamente a la cantidad que se exporta por vía fluvial y eso es principalmente por falta de infraestructura en las fronteras, alegó, añadiendo que, “los problemas de infraestructura en las fronteras, principalmente con Brasil, son un cuello de botella para poder ir con un volumen significativamente mayor”.

Dragado es una tarea clave

El representante de Capeco, también habló de la necesidad de continuar con las tareas de dragado, porque es una manera de dar una solución definitiva al problema de navegabilidad de los cauces hídricos. “El dragado es una tarea clave, además del balizamiento y la señalización como para que la navegación, aunque sea lenta, no se interrumpa”.

Finalmente, dijo que hay una gran incertidumbre ya que, en principio los pronósticos climáticos muestran una primavera con lluvias interesantes que podrían recuperar en algo el caudal de los ríos. “Pero la situación es que para poder tener una recuperación definitiva tenemos que tener muy buena lluvia en todos los cauces principalmente en las nacientes, estados de San Pablo, Minas Gerais y Paraná para lo que es el río Paraná. Y en el pantanal en el Estado de Matto Grosso y Bolivia para la recarga el río Paraguay, necesario para la campaña que se viene”.