Efectos climáticos quitan el sueño al agronegocio

El clima de fines de septiembre y primeros días del mes de octubre de 2020 se caracterizó por ser seco y extremadamente caluroso, lo cual propició el surgimiento de incendios en prácticamente todo el país y llevó a que el Congreso Nacional sancione un proyecto de ley que declara en situación de emergencia nacional a todo el territorio por incendios y daños ocasionados al medioambiente.

En principio se estimaba una campaña sojera por encima de las 10 millones de toneladas de granos, pero con la sequía prolongada, el sector está revisando sus proyecciones. En la actualidad ya se registra un retraso de siembra y las proyecciones sobre no indican gran cantidad de precipitaciones a corto plazo. para empeorar las expectativas, no se descartan nuevas oleadas de incendios como se registraron hace pocas semanas.

El clima seco combinado con el déficit hídrico afectó el rendimiento de producción de los cereales tales como trigo y maíz. Para el caso de la soja, la siembra para la zafra 2020/21 está condicionada a las lluvias que pudieran caer en la quincena de octubre o máximo hasta la primera semana de noviembre, si es que no caen lluvias importantes en las principales zonas de producción en fechas, la zafra estaría comprometida.

Vale recordar que un gran porcentaje de productores tuvo que refinanciar sus deudas con los bancos y dependen de una buena zafra para volver a respirar; mientras no salgan de tales compromisos, la inversión en bienes de capital seguirá resentida.

Ante este escenario vienen creciendo las consultas con empresas aseguradoras dedicadas a cubrir siniestros del agro, actualmente existen interesantes ofertas de modo a que los productores puedan cubrirse las espaldas, como los planes de El Comercio Paraguayo, por citar un ejemplo.

Se trata de un rubro en expansión dentro del sistema financiero, de acuerdo a los indicadores del Banco central del Paraguay.

Ganadería

En el caso de la ganadería, el caso es más crítico debido a que el 48% del hato ganadero del país se concentra en la región occidental y esta región es la más afectada por los incendios y el déficit hídrico, con lo cual se estima una disminución del hato ante esta situación climática. En ese sentido, los productores ganaderos atraviesan mayores costos de producción, ya que deben trasladar sus ganados para que no sean afectados por la situación crítica que se está dando.

Teniendo en cuenta este escenario, se esperaría que el sector agropecuario se recienta al último trimestre del 2020, y quede condicionado su crecimiento del 2021 al mejoramiento de las condiciones climáticas.