Deportes electrónicos proyectan ganancias de US$ 1.790 millones

Juegos, plataformas, organizadores, equipos, comentaristas, patrocinadores y canales de streaming y de televisión conforman la industria del videojuego.

Hoy día inclusive hay empresas específicas con sus jugadores para las competiciones mundiales de esports y cada uno del equipo se profesionaliza en cierto tipo de juego, por ejemplo, en juegos de tiros, de lucha y por supuesto, fútbol. Es el caso de la empresa japonesa Susano Co., que muestra en la serie documental de Netflix: High Score, una miniserie que recorre la historia de los videojuegos clásicos con la participación de quienes, con sus ideas innovadoras, dieron vida a estos mundos y personajes. En este documental justamente se proyecta para el 2022 que los deportes electrónicos llegarían a acumular ganancias globales de 1.79 mil millones de dólares.

No obstante, para muchos el lenguaje de los videojuegos no es tan familiar hasta se preguntan que son, cómo se identifican y qué los convierten en espots, incluso la escritura del término queda marcada en tres opciones: eSport, e-sports y esports. ¿Y cuál es la correcta? Según los manuales de estilo de las agencias se escribe esports para designar a los deportes electrónicos.

Lo concreto es el área deportiva de los videojuegos donde las personas se desarrollan y entrenan tanto física como mentalmente con el objetivo de adquirir habilidades que les permitan competir a nivel profesional con otros jugadores. Todos los juegos calificados como deportes electrónicos cumplen una serie de requisitos. Lo más fundamental es que todos los jugadores deben estar en igualdad de condiciones que el juego sea verdaderamente Free to Play. En otras palabras, que no esté incorporada la dinámica Pay 2 Win en la que los jugadores que invierten más dinero tienen más posibilidades de ganar la partida. Así, el arma que dará la victoria será únicamente la habilidad de los competidores. Y decimos competidores porque esta es otra de las premisas; todo deporte debe tener un componente competitivo que promueva el afán de superación.

La emoción que implica la competición consigue crear enormes comunidades de jugadores, otra de las necesidades de los esports. Ahora se está realizando el torneo mundial de League of Legends que la final está programada para el 31 de octubre. A su vez el torneo con un pozo de US$ 34 millones no se jugará este año de Dota II, la empresa anunció que la final sería en agosto del 2021 en Estocolmo.

Competición

Además, todo videojuego esport debe permitir el enfrentamiento directo entre dos o más participantes ya sea de manera online o presencial. Estos juegos deben incorporar actualizaciones constantes para solucionar los problemas de equilibrio que puedan surgir (por ejemplo: que un campeón en League of Legends esté ganando todas las partidas por ser demasiado fuerte).

Cuidar el funcionamiento del juego y reajustar distintos parámetros es necesario para que el juego evolucione y no resulte monótono mediante la inclusión de nuevos personajes, mecánicas o modos de juego. Sus partidas despiertan la expectación entre los usuarios, quienes se convierten en espectadores a través de plataformas de streaming de Twitch. Pero quizá lo más importante para que un juego sea considerado es que tenga una liga competitiva seria y regulada. Alrededor de los deportes deportivos se deben crear ligas y competiciones organizadas por empresas.

A propósito, este año la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) realizó su primer torneo esport con la participación de los doce equipos de primera división ante el forzado receso por la pandemia de coronavirus.

Y plataforma que utilizaron fue FIFA20, desarrollada por EA Sports, en la modalidad Ultimate Team, la que se utiliza en los principales torneos de eSports del mundo.

Al respecto, hablamos con el jugador del Club Olimpia, Derlis Melgarejo, quien comentó que normalmente se juntan con el equipo a entrenar y se preparan para los torneos ahora que Paraguay también fue elegido para competir a través de la plataforma de FIFA.

Derlis Melgarejo, jugador profesional del Club Olimpia. Foto: Gentileza

L os deportes electrónicos se han convertido en un foco de inversión publicitaria porque las empresas pueden llegar a los usuarios más jóvenes. “Los mileniales y las generaciones posteriores no ven televisión, no escuchan la radio y no leen la prensa. Solo están en internet, pero instalan bloqueadores de publicidad y en YouTube los anuncios están muy dispersos. Los esports permiten llegar a un sector del público que está creciendo y que además tiene cada vez una mayor franja de gasto”, explican en el sitio web de la consultora World esports Corporation.

Documentales

Volviendo a la serie documental de Netflix vale la pena verla porque relata la historia de los videojuegos desde Pac-Man hasta Doom. La miniserie hace un repaso desde el ingenio y la fuerza de voluntad de los pioneros de la informática y los artistas visionarios de todo el mundo que dieron lugar a mundos icónicos de Space Invaders, Final Fantasy, Street Fighter II, Mortal Kombat, Sonic the Hedgehog, John Madden Football y otros. Pueden buscarlo en la plataforma.

Sin embargo, aquí les compartimos el documental elaborado por la empresa Valve que retrata la competencia desde la visión de los jugadores profesionales para Dota II.