Estado en números rojos

El balance operativo financiero del sector público es un término usado en el sector público, que muestra las operaciones financieras de ingresos, egresos y déficit de las dependencias y entidades del Gobierno deducidas de las operaciones compensadas realizadas entre ellas.

Es importante resaltar que la diferencia existente entre los gastos del Estado, y los ingresos percibidos totales genera lo que se denomina déficit, en caso de que los egresos sean superiores a los ingresos, o superávit, en caso contrario.

Así, según datos de la Situación Financiera de la Administración Central (SITUFIN), al cierre del mes de agosto del corriente año, los ingresos totales del Gobierno ascendieron a G. 2,9 billones, con lo que el acumulado desde inicios del año totaliza G. 20,1 billones, cifra 9,1% menor a lo registrado en el mismo periodo del 2019. Lo que se puede explicar por la menor capacidad de pago de los agentes ante el menor nivel de ingresos como consecuencia de la crisis económica.

De los ingresos tributarios, la principal caída se ve en los impuestos a la renta comercial, industrial o de servicios (IRACIS) en 70%, seguido del agropecuario (IRAGRO) en 40,1%. Mientras que el Impuesto al valor agregado, que representa el 57% del total, presentó una caída de 4,1%.

Gasto

Por el lado de los gastos, el total en el mes de agosto fue de G. 3,2 billones, mientras que el acumulado al octavo mes del año asciende a G. 23,5 billones, cifra 11,3% superior a lo registrado en el mismo periodo del año anterior. Este incremento de los gastos se puede explicar principalmente por el incremento en 53,2% de las prestaciones sociales como Tekoporá, Ñangareko, Pytyvo y Adultos Mayores a modo de mitigar los efectos del Covid-19 en la población más vulnerable.

Así también, el pago de intereses de la deuda contraída por el Gobierno se incrementó 13,2%, a lo que se suma el aumento de pago a los funcionarios públicos en 7%, los cuales están destinados principalmente a docentes, policías, militares y personal de blanco, con lo que representan más del 50% del total de gastos.

Como se puede ver, el total de gastos por el Gobierno es mayor a la recaudación percibida, por lo que el déficit acumulado asciende a US$ 1,2 mil millones, representando así el 3,4% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el déficit anualizado es del 5,1% del PIB.

Ante esta situación, sería importante que el Estado mejore la calidad de los gastos a modo de redirigir a los sectores de mayor impacto ante la coyuntura actual, así como una ampliación de la base tributaria a modo de ser más eficaces con la recaudación a modo de no poner en riesgo la capacidad de pago de las obligaciones contraídas y contar con un respaldo para futuras situaciones imprevistas.

Fuente: Mentu