Estructura del gasto público necesita urgente revisión

El Gobierno recibe ingresos a través de fuentes tributarias, no tributarias y el financiamiento público y privado.

Esta entrada de dinero para el Estado debe ser utilizado en la contratación de bienes y servicios como en la inversión pública, esta utilización del dinero público se denomina gasto público, el cual se puede agrupar en cuatro principales categorías:

• La primera se refiere al consumo, que incluye la remuneración a los empleados públicos, así como pagos por los bienes que adquieren para el consumo corriente.

• En segundo lugar, la inversión o gasto de capital, a través del cual genera un efecto multiplicador con el que el gasto presente genera encadenamientos positivos en la actividad económica, lo cual incrementa el producto interno bruto (PIB) en el corto, mediano y largo plazo.

• En tercer lugar, se encuentran las transferencias al sector privado como pensiones y prestaciones sociales, tales como Tekopora, Adultos Mayores y más recientemente Pytyvo, Ñangareko y otros.

• En cuarto lugar, se encuentran los intereses sobre la deuda pública que son los gastos financieros en los que incurre el Estado para tener mayor disponibilidad financiera para cubrir gastos no cubiertos con los ingresos recaudados o para impulsar la inversión pública.

Déficit fiscal

Si el Gobierno gasta en un periodo una cifra superior a la de sus ingresos, incurre en el denominado déficit fiscal.

En el escenario de la pandemia, las finanzas públicas de Paraguay revelaron las ineficiencias estructurales, en los ingresos, los gastos, la inversión pública y el endeudamiento.

Considerando el informe “Panorama de las Administraciones Públicas de América Latina y el Caribe (ALC) 2020” realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se ha evidenciado que la asignación del gasto en Paraguay podría mejorar considerando que el promedio de los países de ALC en el 2017 asigna el 26% del total de sus gastos al pago de salarios de funcionarios públicos, mientras que en Paraguay es 1,3 puntos porcentuales (p.p.) mayor, lo que se podría realizar de una manera más eficiente a modo de tener mayores recursos para asignar en otros sectores donde el efecto multiplicador sea mayor y repercuta en los sectores que han sido afectados en mayor medida ante la crisis.

Así también, es importante realizar una buena distribución de los otros gastos a modo de sustentar la deuda contraída para que así pueda mejorar su margen de maniobra para modificar la asignación de sus fondos a modo de no sufrir consecuencias económicas mayores ante la imposibilidad de pago de las obligaciones corrientes y las contraídas recientemente.

Fuente:Mentu