Nada que festejar: 2 millones de trabajadores sin seguro médico ni jubilación

De acuerdo a las estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) 3 de cada 5 paraguayos trabajan en el mercado negro, en situación precaria y con bajos ingresos, en muchos casos insuficientes para cubrir el costo de una canasta básica.

En total estamos hablando de al menos 2 millones de trabajadores que no acceden a mínimos beneficios como jubilación y seguro médico, por lo que tienen muy poco que festejar este 1 de mayo. Las condiciones más precarias la registran los trabajadores del sector de la construcción y los obreros del campo.

Históricamente, el paraguayo arrastra niveles de ingreso muy bajos comparado incluso con los pares de la región, lo cual adquirir bienes durables, invertir y ahorrar se convierte en una misión casi imposible.

Apenas del 50% de la población económicamente activa llega a alcanzar el equivalente a un salario mínimo legal, hoy estipulado en G. 2,6 millones. Si sumamos a quienes ganan un sueldo mínimo tenemos que el 4 de cada 5 trabajadores llegan hasta G. 3 millones como techo, un monto que hoy apenas alcanza para sobrevivir.

Estos datos hacen que economistas y analistas con visión más social cuestionen el modelo económico paraguayo agroexportador que concentra la riqueza en pocas manos y no genera empleos de calidad.

En otras palabras, la solidez y buenos números macro no se sienten en los bolsillos de la gente, ni en una mejoría significativa de calidad de vida.

Sin embargo, no todas son malas noticias, de acuerdo a las cifras oficiales se generaron casi 200 mil empleos en el último año. Vale recordar que una de las promesas electorales del presidente Santiago Peña es la generación de 500 mil empleos.

Informalidad

La población ocupada no agropecuaria, que vive en áreas rurales, es la más afectada por la informalidad, alcanzando un 80% de trabajadores informales. En tanto, en áreas urbanas, 6 de cada 10 ocupados no agropecuarios son informales.

Al analizar por género se observa que, el 65,2 por ciento de las mujeres ocupadas trabaja en un empleo informal, en tanto que el 61,3 por ciento  de los varones está en la misma situación.

No obstante, los hombres tienen mayor presencia en términos absolutos en el empleo informal, aproximadamente 997.000 hombres, mientras que unas 850.000 son mujeres. Las cifras se desprenden del Censo Nacional llevado a cabo en el 2022.

En cuanto a la edad, el grupo más afectado por la ocupación informal es el de los jóvenes de 15 a 19 años, con un porcentaje del 90 por ciento. Por su parte, los adultos mayores, de 65 años y más, registran un 70 por ciento  de informalidad en sus empleos.

Lo mínimo

Por otro lado, los trabajadores con ingresos inferiores al salario mínimo son los más afectados por la informalidad, con un 75 por ciento de los ocupados en este grupo. A medida que aumenta el tramo salarial, la proporción de ocupados informales disminuye. Los que cuentan con tres o más salarios mínimos, registran un porcentaje de informalidad del 30 por ciento.

En cuanto a los trabajos domésticos, se destaca que en el año 2022, el 90 por ciento de los trabajadores ocupados en este sector son informales. En contraposición, el empleo público es el más formalizado, con tan solo un 24 por ciento  de ocupados informales.

Las actividades con alta participación de ocupados informales son: la construcción (82,6 por ciento); comercio, restaurantes y hoteles (69,5 por ciento), industrias manufactureras (55,7 por ciento); por el contrario, tiene una baja participación en finanzas, seguros e inmuebles (41,7 por ciento).

Cabe destacar que la definición de ocupación informal se ha basado en las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pero adaptando a la realidad y circunstancias del Paraguay.

Se consideran ocupados informales a aquellos trabajadores independientes que no están inscritos en el Registro Único de Contribuyentes (RUC) del Ministerio de Hacienda y a los trabajadores dependientes que no aportan a ningún sistema de jubilación o pensión.

Pobreza monetaria

La pobreza monetaria total, que comprende la pobreza no extrema y la pobreza extrema, registró una incidencia del 22,7%, según la Encuesta Permanente a Hogares del INE.

En términos absolutos, representa alrededor de 1 millón 330 mil personas residentes en hogares, cuyos ingresos per cápita fueron inferiores al costo de una canasta básica de consumo (que incluye alimentos y otros bienes).

En el área urbana, fueron unas 691 mil las personas en situación de pobreza monetaria total, mientras que en el área rural, alrededor de 639 mil personas.

La incidencia de la pobreza monetaria extrema a nivel nacional en el año 2023 fue de 4,9%. En términos absolutos, representa alrededor de 289 mil personas residentes en hogares, cuyos ingresos per cápita fueron inferiores al costo de una canasta básica de alimentos.

“Es la primera vez que la medida de pobreza monetaria total, estudiada desde el año 1997 por el INE, presenta unos valores tan bajos”, subraya el estudio.