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Murió Osvaldo Domínguez Dibb: la gloria es más eterna que nunca

Foto: @elClubOlimpia.

Foto: @elClubOlimpia.

Luto en el deporte paraguayo. Este viernes falleció Osvaldo Domínguez Dibb, a los 83 años. El dirigente más exitoso que tuvo el fútbol guaraní. Gran pérdida.

Hijo de Julio Domínguez y Emilia Dibb. De su padre heredó la habilidad para el comercio; de su madre, el amor por Olimpia. Sus primeros pasos en la entidad franjeada los dio como aguatero del equipo de fútbol. Según cuenta en su autobiografía “Memorias de la Gloria”, su padre le daba dinero para los pasajes y la entrada a los partidos. Pero Osvaldo, “de puro pícaro”, se metía en la cancha como aguatero. Así ingresaba gratis al encuentro y se ahorraba el dinero para las naranjas.

Tuvo una corta carrera como futbolista. Probó en Sol de América y no tuvo suerte. Más tarde, se desempeñó como central en Mbiguá. Allí le vio un técnico de Cerro Porteño y recibió una invitación para jugar en el Ciclón. “Jugué medio tiempo en reemplazo de uno de los hermanos Monín, que era central. Entonces escuché un comentario en el vestuario: ‘A este turco ra’y le vamos a dar con palo porque viene a sacarle el puchero a tu hermano’. Eso hizo que no me fuera más”, contó en su libro.

@soydeolimpiapy.

Fue ahí cuando decidió dedicarse al básquet. Su trayectoria comenzó en el Sport Unión, donde se formó desde los 13 hasta los 17 años –también jugó intercolegiales con Fulgencio Yegros–. Dos años después pasó al Olimpia, equipo que tenía grandes basquetbolistas entre sus filas. Pero ODD supo sobresalir a pura disciplina.

Precisamente, fue durante esa etapa que le bautizaron El Rata. “Me llevaron al combinado de Asunción, un plantel que se armó para un amistoso en Corrientes, Argentina. Fue para uno de los partidos preparatorios, en el Estadio Comuneros, cuando comencé a escuchar que los muchachos me gritaban desde afuera: ‘¡Dale, Rata! ¡Dale, Rata!’ Después lo volví a escuchar en otras canchas. Y quedó. No me molesta. Nunca me molestó. El Rata Domínguez”, recordó.

Defendió los colores del Franjeado hasta los 29 años. Luego fue director técnico de sus compañeros, así como del equipo femenino. Pero fue cuatro años más tarde, a los 33, cuando todo cambió… Aquel joven aguatero se convertía en presidente de su amado club. Bajo su gestión, el Olimpia creció patrimonial y deportivamente.

Colocó al Decano entre los más grandes del fútbol sudamericano, puesto que, durante sus 23 años –en distintos periodos– de presidencia, el Olimpia consiguió 14 títulos nacionales y siete copas internacionales. Entre ellas, se destacan tres Copa Libertadores y una Copa Intercontinental. Adiós a una leyenda. Se fue el más grande.

Presidencia en el Olimpia

El 17 de diciembre de 1973 marcó el inicio de la presidencia de Osvaldo Domínguez Dibb en el Club Olimpia.

Un hombre que con gran tesón supo llevar a cabo los logros más representativos para el deporte paraguayo. Pero antes que eso ocurriera, el joven Osvaldo Domínguez Dibb se destacó como deportista, siendo jugador de basket y luego director técnico del plantel principal del Decano.

Ya siendo un hombre de negocios, recibió una propuesta que jamás se había imaginado. Los directivos de aquel entonces, Luis María Zubizarreta, Rodolfo Riego Gauto, Ayala Maderna y Alexis Frutos Vaesken, le comentaron sobre ser presidente del Club Olimpia: una oportunidad brillante para el joven intrépido Osvaldo Domínguez.

Lo invitaron a almorzar a mediados del mes de setiembre en el recordado copetín “El Mesón”, entre Palma y 14 de Mayo. Allí, reunidos, ¡le consultaron a Osvaldo si quería ser presidente del Olimpia!, dice Víctor Hugo Bogarían en su artículo.

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