Sequía en el Chaco: próximas lluvias no serían suficientes para paliar la crisis, señalan expertos

Las gráficas de la sequía entristece. Tajamares desaparecidos, animales empantanados o muertos, campos desiertos donde antes había hectáreas de cultivos. El Chaco atraviesa una profunda crisis hídrica a causa de la escasez de lluvias que se extiende desde hace varios meses. La situación incluso podría ser peor a la que se tuvo en el 2020 y en el 2021.

Miles de familias que habitan en el Chaco paraguayo se han visto afectadas por la dura sequía que azota a la región occidental. La situación es sumamente crítica debido a que a medida que pasan los días se van secando los reservorios de agua dulce y cada vez deben ir más lejos para acarrear agua apta para el consumo de las personas. Además hay pérdidas irremediables de cultivos y la falta de agua y menor disponibilidad de pastura afecta al engorde de animales, lo que tiene con incertidumbre a los ganaderos.

Desde la Cámara Baja, diputados que representan a la región occidental de nuestro país presentaron un proyecto de ley “Que declara en situación de emergencia a los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay, debido a la sequía que azota a toda la región del Chaco”. El objetivo es paliar la crítica situación que afrontan pobladores de la zona por falta de agua, sobre todo, las comunidades indígenas y rurales.

El panorama es inseguro y el cuadro se agravaba aún más porque el Servicio Meteorológico prevé la falta de precipitaciones importantes en la zona afectada en el próximo trimestre del año, según explicó a El Nacional Eduardo Mingo, subdirector de Meteorología.

“Este trimestre del año (agosto, setiembre y octubre) seguiría el panorama delicado. En lo que respecta a precipitaciones, sería lluvia, este trtimestre está marcándonos unas lluvias relativamente normales para lo que es el Chaco. Eso significa que no va a llover más de lo que siempre llueve, según estas perspectivas. Lo más probable es que las condiciones deficitarias de agua continúen en este trimesetre que se viene”, señaló.

“Deberían ir en ascenso las probabilidades de que mes a mes pueda haber un repunte en las precipitaciones, pero es muy baja la señal. ¿Qué significa eso?, que tenemos que entender que puede que mejore un poco la situación en el pronóstico, pero esa lluvia normal no es de muy buena distribución, sobre todo setiembre, a partir de este mes las lluvias a veces son más puntuales, tipo aguacero. Y esa es la señal que tenemos ahora mismo para el Chaco”, expresó.

“Existe la posibilidad de algún repunte, pero el problema es la distribución dentro del mismo. Puede ser que llueva mucho en un punto, pero no en otro. Entonces, la distribución espacial y temporal son nuestros problemas ahora a partir de esta primavera-verano que se viene. El panorama seguiría complicado. Por lo menos los siguientes dos meses tenemos una condición bien complicada. A partir de octubre tenemos que evaluar nuevamente. Va a llover, pero muchas áreas van a seguir con ese déficit de precipitaciones”, explicó.

Por su parte, el licenciado Roberto Salinas, gerente de Climatología, tiene la misma perspectiva. Los pronósticos indican que las precipitaciones que se van a registrar en esa zona en los próximos tres meses estarían dentro de lo normal. Eso implica que la lluvia que va a caer no va a ser suficiente para compensar el déficit  que se tuvo en estos últimos meses”, dijo a El Nacional. “Esas son las perspectivas de este trimestre. Todo apunta a que se mantenga el déficit pluviométrico”, señaló.

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— Cámara de Diputados (@DiputadosPy) August 4, 2022

Escenario similar al año pasado

Una sola chispa puede hacer que esta situación se convierta en una tragedia con los incendios forestales que puedan darse. Están todos los elementos para que esto se esté dando: suelo seco, la falta de lluvia y un pronóstico nada alentador.

Recordemos que el año pasado, la sequía, las altas temperaturas y la extraordinaria bajante de los ríos Paraguay y Paraná causaron cuantiosas pérdidas económicas en nuestro país, de por sí golpeado por los efectos de la pandemia, y tampoco se previó ningún tipo de acción para paliar las consecuencias.

El riesgo de focos de incendios, escenario que en el 2021 se tuvo considerablemente, ahora también está latente en el Chaco. Ante esta complicada situación, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) moviliza camiones para proveer de agua desde los tajamares, entre otras acciones para tratar de paliar la realidad que viven muchas comunidades que se ven afectadas y por sobre todo, no revivir lo sucedido el año pasado en donde esta problemática causó mucho daño.

Desde la SEN señalaron que están realizando un trabajo interinstitucional para hacer frente a la prolongada sequía que afecta a varias zonas de la Región Occidental. “La sequía prolongada evidentemente causa tremendos perjuicios en comunidades de la zona del Chaco. El Chaco de por sí es una región donde el nivel del cauce hídrico es insuficiente y el mínimo nivel de sostenibilidad se logra cuando se llenan los tajamares”, dijo la ministra de la SEN, Gladys Zunilda Borja.

“Nuestros camiones están trasladando agua de los tajamares, pero el problema es que los tajamares se están secando. Otro problema es que a raíz de la sequía también están escaseando los alimentos”, agregó. Explicó que lo que hacen desde la SEN es distribuir agua conforme a la capacidad material que tienen para tratar de paliar mínimamente la acuciante necesidad que se vive en este momento.

La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) moviliza camiones para proveer de agua. Foto: Gentileza

“Se despliega todo el mejor esfuerzo en pos de ese cometido. Somos conscientes también de que sumaba la falta de agua. La sequía peligrosamente se dirige como un probable factor de desencadenamiento de incendios forestales y no podemos dejar de ver eso”, añadió. En este sentido, dijo que proponen factores que involucren a las personas y organismos, sugiriendo las buenas prácticas para el adecuado aprovechamiento de uso de agua.

“Primero hicimos la jornada de relevamiento de datos y coordinación de acciones para la asistencia por sequía y también la prevención de incendio porque no tenemos que olvidar que el incendio también se viene con todo y en algunos lugares del Chaco ya hubo focos de incendio. Estamos planificando la asistencia con autoridades locales y regionales”, recalcó la titular de la SEN.

Distritos de Boquerón se declararon en emergencia

Esta semana, los cuatro distritos de Boquerón se declararon en emergencia ante la sequía que azota al Chaco paraguayo. A ellos se suman los distritos de Teniente Irala Fernández y Campo Aceval, de Presidente Hayes; ahora aguardan que la Cámara de Diputados apruebe la declaración de emergencia en todo el Chaco.

El gobernador de Boquerón, Darío Medina, explicó que están muy expectantes ante el pedido del diputado por Boquerón, Edwin Reimer, quien solicitó a la Cámara Baja la declaración de emergencia en todo el Chaco ante la crítica situación por la que están pasando cientos de familias. Según lo manifestado por Medina, la situación es sumamente crítica en la zona ya que a medida que pasan los días se van secando los reservorios de agua dulce y cada vez deben ir más lejos para acarrear agua apta para el consumo de las personas. Por otra parte, resaltó que desde la fecha nuevamente se encuentra funcionando el acueducto administrado por la ESSAP en Loma Plata, lo que está ayudando a paliar esta terrible situación a la que se enfrentan las familias.

La incertidumbre y desesperación cren en la zona del Chaco. (@OviedoFidel)

Agricultores y ganaderos en la incertidumbre

Los pequeños agricultores de la región sufren más que nadie esta situación. La falta de agua impide el crecimiento de cultivos para el autoconsumo, la venta de excedentes o la alimentación de animales (cabras, ovejas, porcinos o vacas). Este año la intención de siembra va cayendo en casi todas las actividades.

Por otro lado, en la ganadería, la falta de agua y menor disponibilidad de pastura afecta al engorde de animales. Por esta razón, los productores están vendiendo a los frigoríficos novillos por debajo del peso ideal. La sequía se traduce en menos ingresos para los ganaderos debido al bajo peso de los bovinos y sobre todo implica sobrecostos en la compra de fardos y confinamientos para las terminaciones.

La primera opción a la que recurren los productores pecuarios es la venta de animales a los frigoríficos a partir de 500 kilos, por debajo del peso que buscan para tener una óptima rentabilidad en la comercialización. Debido a este contexto hay fluctuaciones en la cotización y hasta reducciones, según explicó Nevercindo Cordeiro, vicepresidente de la Regional del Alto Chaco de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).