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Las dunas desaparecen y hacen el último llamado para su rescate

Las Dunas de San Cosme y Damián. Foto: Archivo.

Las Dunas de San Cosme y Damián. Foto: Archivo.

La construcción de la hidroeléctrica de Yacyretá en las aguas del río Paraná dentro del distrito de San Cosme y San Damián ha ocasionado la pérdida de las islas de Yacyretá, Talavera y las demás pequeñas islas jurisdiccionales sobre una superficie total de más de 78.000 hectáreas de su patrimonio. El citado territorio isleño, único en su género por su extraordinaria belleza y biodiversidad, fue lugar ancestral de comunidades indígenas isleñas, así como también de comunidades de pescadores y productores.

Así lo explicó el ingeniero forestal Arnulfo Fretes durante una entrevista que brindó a El Nacional.

El experto señaló que estos territorios isleños de ecosistemas únicos, particularmente por sus bosques de Arary, especie endémica de las islas, los humedales y las únicas extensas formaciones naturales de dunas, con una fauna y flora de particularidades biológicas extraordinarias, han sido consideradas de interés especial en la segunda conferencia mundial de las Naciones Unidas, denominada Cumbre de la Tierra sobre el Medio Ambiente de Río de Janeiro en el año 1992, dos años antes de la desaparición de las islas de Yacyretá.

Fretes agregó que el distrito de San Cosme y San Damián quedó con su territorio cercenado por la pérdida irreparable de los lugares más bellos y productivos del distrito, con repercusiones en su economía y, principalmente, en los efectos sociales negativos que persisten, a causa de la diáspora de comunidades enteras, cuyas más de 280 familias, hasta el presente, no han logrado reconstruir sus vidas de manera integral.

A pesar de esta situación, las comunidades compuestas por pescadores, pequeños agricultores, ganaderos, oleros y la comunidad indígena Pindo han persistido con sus autoridades en el esfuerzo de reponerse de la pérdida, buscando alternativas para posicionar turísticamente al distrito y sus atractivos naturales e histórico culturales.

“El distrito cuenta con la única reducción jesuítica en pie y su centro astronómico fundado por el padre jesuita Buenaventura Suárez, reliquias históricas al igual que las dunas de San Cosme y San Damián. Este último año, San Cosme y San Damián, recibió más de 20.000 turistas, con la posibilidad de convertirse en polo de desarrollo del turismo nacional, regional y mundial”, expresó el profesional.

Embalse que alteró vidas enteras

El llenado del embalse de Yacyretá alteró radicalmente la vida de los más de 7.500 habitantes de todo el distrito de San Cosme y San Damián, cuyo sector de pobladores isleños, de más de 280 familias, encuentran en la promoción del turismo variadas fuentes de oportunidades laborales, desde la producción, industrias artesanales, posadas turísticas, centros recreativos, canoeros y embarcaciones para visita a las dunas y circuito turístico rural.

La pérdida de 78.000.000 hectáreas del territorio del distrito de San Cosme y San Damián amerita una atención muy especial por la desaparición de uno de los más bellos ecosistemas isleños, único en su género por su biodiversidad y sus paisajes naturales. Este territorio perdido puede considerarse único en el mundo. De ese paraíso natural perdido solo queda el último reducto que son las dunas, en la actualidad a punto de desaparecer.

“Las dunas de San Cosme y San Damián se constituyen en destino preferido de los turistas que nos visitan, a quienes nos complace compartir una experiencia turística única e inolvidable. Toda la comunidad se moviliza para la mejor atención a los visitantes”, dijo Fretes.

En la actualidad, el Municipio de San Cosme y San Damián recibe, al igual que otras ciudades del país, los llamados royalties y compensaciones, aunque bajo insuficientes e injustos parámetros de distribución regulados por la Ley N.º 1.309/98 y sus modificatorias, los cuales no se compadecen con su condición de afectado de mayor envergadura como consecuencia del embalse de la represa hidroeléctrica Binacional de Yacyretá, que tiene a San Cosme y San Damián como uno de los distritos más afectado y menos favorecido.

Fretes expuso que los royalties son la compensación económica a los gobiernos departamentales y municipales por la utilización del potencial hidráulico del río Paraná para la generación de energía eléctrica.

“En el caso de San Cosme y San Damián, no solamente ha cedido parte de su territorio, sino su principal riqueza natural, considerada como una de los ecosistemas más particulares del país y el continente americano, cuyas maravillas naturales se han perdido para siempre, por lo que corresponde, por justicia, reparar en alguna medida el daño ocasionado al distrito y toda su población. Esta compensación podrá paliar en alguna medida toda la pérdida sufrida, con sus consecuencias socioeconómicas y ambientales, a fin de contribuir positivamente a la reconstrucción de las comunidades afectadas”, acotó.

“No hay tiempo que perder”

Fretes declaró que salvar de la erosión eólica e hídrica el último relicto de las grandes islas de Yacyretá, las cuales están a punto de desaparecer, debe ser tarea prioritaria de la Entidad Binacional Yacyretá. “Ya no hay tiempo que perder, la urgencia del caso así lo requiere. El acelerado proceso erosivo puede ser mitigado con medidas de restauración en un proceso resiliente, con técnicas de ingeniería para el refulado y la protección costera. Esto hará posible su existencia a perpetuidad”, agregó.

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