Alejandra Peralta: “Necesitamos que la Defensoría del Pueblo vaya a la gente”

La figura de Ombudsman o Defensor del Pueblo llegó a nuestro país en el año 1992, a través de la Constitución Nacional. A casi 30 años, el cargo defensa de los derechos humanos, la canalización de los reclamos populares y la protección de los intereses comunitarios, fue ocupado siempre por un hombre.

El pasado 20 de setiembre, los senadores que integran la Comisión de Asuntos Constitucionales Defensa Nacional y Fuerza Pública, resolvieron iniciar las audiencias con los postulantes a ocupar el cargo de defensor del pueblo y adjunto. De un total de 76 candidatos al cargo de titular de la Defensoría del Pueblo, 19 son mujeres.

La doctora Alejandra Peralta de Merlo, ex viceministra de Justicia y una respetada docente de grado y post grado en la cátedra de Derechos Humanos, es una de ellas y confiesa en una nota para El Nacional que está preparada para ser la primera mujer Defensora del Pueblo. “Nunca se tuvo una mujer en la Defensoría del Pueblo, por qué no esta vez”, sostuvo.

-¿Es la primera vez que se postula para este cargo?

Si, es la primera vez que me postulo para este cargo.

-¿Por qué lo hace en este tiempo?

Porque creo que es el momento. Primero que nada porque tengo 20 años de servicio público, 17 años específicamente en el ámbito de los Derechos Humanos. Y en segundo lugar porque sé que se puede transformar las instituciones democráticas y que hay demasiado por hacer. Tengo la voluntad de impulsar esos cambios tan difíciles en diversos sectores, ya no solamente concentrarnos en generar estadísticas y más estadísticas de casos de abusos, violencia, de Derechos Humanos en diversos sectores, sino una solución estructural. Soy especialista en fortalecimiento institucional, es lo que necesita la institución de la Defensoría del Pueblo. Vocación de servicio, conocimiento y experiencia. Fui directora de Derechos Humanos del Ministerio Público y me tocó trabajar de cerca y conocer las necesidades, el campo de batalla, a los grupos vulnerables, cuando uno tiene ese contacto directo conoce la realidad y también eso permite tener una visión de como generar los cambios estructurales.

-¿Que significaría para usted ser la primera mujer Defensora del Pueblo?

Muchísimo y más porque sé que puedo hacer lo que se debe hacer en el cargo. Nunca tuvimos una mujer al frente de esta institución, entonces podría ser la primera vez porque tenemos a varias postulantes mujeres, lastimosamente algunas renunciaron a la postulación, pero existen buenos candidatos y estamos optimistas de un proceso transparente y fuera de injerencia político partidaria. Eso es lo que esperamos, que realmente se le elija a la persona por su curriculum y trayectoria en Derechos humanos, porque también es eso lo que critican al Paraguay los organismos internacionales: que la Defensoría del Pueblo no está haciendo cumplir todo el rol constitucional que tiene. Imaginate, más de 30 años de la creación de una institución y realmente no hace lucir todo su potencial

¿Y por qué pasa eso?

Por dos razones, falta de independencia y solvencia. La persona que esté al frente de la Defensoría del Pueblo tiene que ser, primeramente, una persona independiente de los partidos políticos, de cualquier injerencia externa, para poder formular recomendaciones acertadas, crear los cambios en las instituciones. En segundo lugar, tiene que ser alguien con una solvencia y una trayectoria en Derechos Humanos, con experiencia y con conocimiento de lo que se hace. Los Derechos Humanos es un área muy especializada que requiere de una formación específica. Yo tengo 17 años trabajando exclusivamente en el ámbito de los Derechos Humanos , soy profesora en la Universidad, en la Escuela Judicial, estuve como directora de Derechos Humanos en el Ministerio Público trabajando con diversos sectores vulnerables. A más de eso, uno tiene que conocer los estándares interpretativos de los organismos internacionales y en base a eso poder hacer su trabajo. Entonces, se requiere de dos cosas, de independencia y por otro lado conocimiento y experiencia. Si eso no tiene el Defensor del Pueblo las consecuencias están a la vista.

Yo creo que sería muy injusto desmerecer el trabajo de todos los funcionarios.  No podemos decir que todo está mal. De todas esas personas seguro están las que aman su labor y trabajan incansablemente por el pueblo.

-¿Cómo sería su forma de encarar si está en el cargo?

Debemos ser una Defensoría del Pueblo para el pueblo, transparente. La voz de los que no tienen voces porque están desprotegidos. La Defensoría del Pueblo es la que tiene que llegar hasta cada paraguayo, hasta cada rincón de este país. No podemos esperar -por ejemplo- que la denuncia se haga a través de internet, porque hay personas que no tienen acceso y ni siquiera tiene saldo en el celular, y entre elegir en dar de comer a su hijo o usar ese dinero para generar saldo y realizar una denuncia de vulnerabilidad, obviamente va a preferir comer. Es la realidad de muchos compatriotas. Necesitamos que el Defensoría del Pueblo vaya a la gente.

-¿Y cómo se logrará eso?

No centrarnos solamente en atender el caso por caso, sino poder sistematizar todo eso. Es por eso que una de mis propuestas es crear un observatorio. Es decir, poder sistematizar toda la información que llega como para poder prever situaciones que atacan a los Derechos Humanos, entonces teniendo sistematizada toda la información poder encontrar esas similitudes y esas fallas estructurales de las insituciones públicas, atacar el problema común y poder generar una solución integral, una solución a largo plazo. Con centrarnos en caso por caso solo terminamos haciendo un parche, pero no una solución definitiva.

Es demasiado importante esta institución. Lastimosamente nunca se dio la importancia real de la que tiene para poder generar todos estos cambios. Porque desde ahí definitivamente se puede impulsar cambios y trabajar coordinadamente con las instituciones, porque no es solamente criticar, tirar piedras y señalar lo que está mal, sino demostrar el camino para que se pueda generar esos cambios y poder llegar a esas soluciones estructurales a largo plazo y no solo hacer simples parches.

-Hay mucha gente que no sabe como acudir al Defensor del Pueblo…

Exactamente y eso hay que solucionar. Una de las funciones que tiene la Defensoría del Pueblo es la de poder actuar de oficio en caso de promover acciones de amparo, habeas corpus, acciones de inconstitucionalidad, petición de parte u oficio, y representar los intereses públicos, comunitarios. Hay un montón de dependencias que existen actualmente, pero que la ciudadanía no sabe que existen, entonces eso también es importante, dar a conocer cuales son esas dependencias que tiene la Defensoría del Pueblo para que las personas puedan saber que pueden recurrir allí, y que ahí van a tener la solución.

Y por sobre todo buscar y lograr que todos los departamentos del país cuenten con una sede, con una representación de la Defensoría en esos lugares. No solamente que sea en algunas oficinas en Asunción o en algunos departamentos, sino llegar a abarcar todo el país y para eso es importante el trabajo coordinado con las gobernaciones y las municipalidades. En caso de ser Defensora del Pueblo voy a trabajar de cerca con los nuevos intendentes de estas próximas elecciones que se acercan, y que sepan que van a tener una Defensora del Pueblo que va a estar golpeando puertas, buscando alianzas estratégicas, visitando y gestionando, porque el gran problema que tenemos en el país es la falta de gestión.