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Paraguay deja pasar ola gigante de negocios generada por la stevia
Plantación de stevia. Mientras Paraguay se empantana, otros países sacan ventaja del edulcorante. Foto: Gentileza.
La stevia es un edulcorante que proviene de la planta Stevia rebaudiana, y se utiliza como sustituto del azúcar, principalmente por quienes siguen dietas naturales, ecológicas o saludables para bajar de peso.
Se sabe que existen múltiples edulcorantes alternativos, como la sacarina o el aspartamo, pero han sido poco a poco echados a un lado al ser sintéticos y considerarse poco saludables para el organismo.
La stevia es la favorita actualmente por considerarse “la más natural”. De hecho, en algunas regiones de América Latina se le llama la “hierba dulce”.
Esta es una planta originaria de Paraguay, cuyo cultivo se ha expandido a países como Brasil o Japón, y se ha puesto muy de moda en los últimos años por ser de origen natural. Los indígenas de Paraguay comenzaron a emplear esta planta en el siglo XVI para endulzar bebidas y medicinas, y en siglo XIX los científicos comenzaron a investigar más detalladamente la stevia para fines comerciales y médicos.
Si bien la literatura científica sobre el tema no ha podido determinar el tiempo exacto de uso de esta plata por los indígenas, Liaudat, determina en su libro que la Stevia fue utilizada por los indígenas durante varias décadas, lo cual ya es suficiente para considerar su conocimiento como tradicional.
Ya, a finales del siglo XIX, Moisés Bertoni es el primer científico occidental que toma contacto con la planta y a partir de eso la hierba deja de estar exclusivamente en el uso indígena de los guaraníes de la región de Amambay y pasa a ser un objeto científico de la botánica, de la química, de la biología”
Asimismo, señala que en la década de los 70, el Japón, ve en la Stevia una alternativa al consumo de edulcorantes sintéticos, pero no va a utilizar materia prima paraguaya sino su propia materia prima. Japón se convierte así en el principal productor y consumidor de Stevia en el mundo.
La Stevia paraguaya con el tiempo va a ir al mercado brasileño, que va a terminar procesando la materia prima en bruto, y es así como Paraguay, país de origen de la Stevia, va quedando atrás en el negocio mundial.
Paraguay sin condiciones para ser un competidor importante
Si bien en Paraguay hubo varios intentos de industrializar la Stevia, existieron varios factores internos y externos que impidieron el despegue de este producto, para Liaudat, uno de ellos fue la falta de apoyo de los gobiernos, sobre todo en la etapa de la dictadura Stronista.
Así que, la stevia fue desarrollándose por iniciativa de productores particulares sin demasiado apoyo de los gobiernos. “No obstante, sí hubo una producción constante de conocimiento del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), es decir, hubo diferentes esfuerzos propiciados por el Estado desde el punto de vista de la ciencia y la tecnología, aclaró el investigador.
Durante el gobierno de Fernando Lugo, cuando se abrió el comercio global de la stevia, señala Santiago Liaudat, se intentó impulsar una política de producción de stevia, había un acuerdo entre el gobierno y la oposición con un discurso de ventana de oportunidad para el Paraguay.
Lo cierto es que, más allá de ese eslogan, la posibilidad de Paraguay de explotar esa ventana de oportunidad era mínima, porque hacía ya 50 años que la planta era explotada en el Sudeste asiático con mucho más capital y tecnología que Paraguay”.
Para el investigador argentino, Paraguay no posee las condiciones para ser hoy un competidor de relevancia, pero tiene condiciones para mejorar su desempeño.
“Paraguay no puede hoy ser un competidor importante, porque para eso se requiere tener desarrollo de fuerzas productivas, de recursos humanos calificados, capacidad de inversión de capital, desarrollo de ciencia y tecnología, manejo de activos complementarios de comercialización. Hoy, sencillamente, ser competidor importante en el mercado internacional no está dado para el país”, aseguró.
Sin embargo, manifestó que elpaís podría explotar un poco más los mercados regionales o globales específicos, vinculados a la stevia orgánica, al comercio justo, etc. Lo que ya no puede hacer es seguir con una estrategia comercial basada en la producción primaria en hojas en bruto, porque eso tiene muy poco valor.
La inversión en ciencia y tecnología son condiciones necesarias para que Paraguay pueda agregar valor, pero no es suficiente, se requieren de políticas de Estado fuertes que orienten procesos de largo plazo, también los procesos de integración regional son importantes para lograr un mayor desarrollo del comercio.
Esas alianzas pueden ser con países, como, por ejemplo, Argentina y Brasil, que tienen también explotaciones de stevia, más capacidad científica y tecnológica y manufacturera que el Paraguay o bien, con empresas multinacionales que puedan suplir, brindar servicios activos que Paraguay no tiene.
Perfil del entrevistado
Santiago Liaudat es profesor de Filosofía en La Plata, Argentina. Es especialista en Estudios Latinoamericanos y actualmente realiza el doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires. Como investigador publicó varios libros, siendo su aporte más reciente Stevia. Conocimiento, propiedad intelectual y acumulación de capital, a través de la editorial Prometeo.
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