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Negociado con Guaidó, la otra “acta secreta” de Abdo Benítez

Mario Abdo Benítez y Juan Guaidó en la visita oficial de este último a Asunción en marzo de 2019. Foto: Archivo

Mario Abdo Benítez y Juan Guaidó en la visita oficial de este último a Asunción en marzo de 2019. Foto: Archivo

Difícil desligar al presidente Mario Abdo Benítez del nuevo escándalo por la deuda de PETROPAR con la venezolana PDVSA, revelado mediante una investigación periodística del prestigioso diario estadounidense The Washington Post, famoso por haber forzado la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974, como consecuencia del caso conocido como Watergate.

Si bien Abdo Benítez no aparece involucrado directamente en el negociado descubierto con el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela Juan Guaidó, sino su jefe de Gabinete Juan Ernesto Villamayor, resulta poco convincente que éste hubiera actuado por su cuenta, y no por encomienda presidencial.

La carta de 2019, conocida también este martes, donde Guaidó le pide a Abdo Benítez que facilite la gestión de su hombre Javier Troconis, como encargado de identificar los activos de Venezuela en el exterior; y la participación de un abogado argentino, Santiago Vidal, que funge de abogado de PDVSA, y también de un empresario rioplatense, de nombre Carlos Abdo, que además sería tío del mandatario paraguayo; colocan al presidente al tanto de las cuestionadas negociaciones.

El jefe de Gabinete Juan Ernesto Villamayor, envuelto en otro escándalo político. Foto: Presidencia

Villamayor se reunió con Troconis y Vidal en noviembre de 2019. Lo reconoció el mismo Villamayor en una conferencia de prensa apenas publicada la nota del diario norteamericano. La reunión, que se realizó en el Palacio de Gobierno, giró en torno de la cancelación de la deuda de entre U$S 269 y U$S 290 millones de PETROPAR a PDVSA, con la nada despreciable quita del 50%, una verdadera ganga cuya propuesta, según Villamayor, no podía menos que escucharse.

La jugosa comisión del abogado Vidal, de U$S 26,9 millones, agrega condimento a un escándalo que vuelve a poner al gobierno y a Villamayor en el centro de todas las sospechas de corrupción, y desnuda a la vez la corrupción instalada también en el entorno del venezolano Guaidó, a tal punto que algunos de sus partidarios cuestionaron el tamaño de la tajada del abogado argentino.

Se redactaron dos borradores, dijo el Post. “Fue solo uno”, retrucó Villamayor. Uno o dos, lo cierto es que el cónclave dejó su testimonio por escrito, que el diario estadounidense asegura tener: un borrador, o dos, mantenidos en secreto durante más de un año; un affaire que inevitablemente lleva a otro, la famosa acta secreta con Brasil por Itaipú, que por poco le cuesta el cargo a Abdo Benítez, y que revela un mismo modus operandi: negociar en secreto.

La investigación del Post

Javier Troconis, el enviado de Guaidó que se reunió con Villamayor en Asunción, es uno de los supuestos empresarios radicados en Miami nombrados por el diario estadounidense, que estarían involucrados en una aparente trama de corrupción, cuya suma alcanzaría los U$S 40.000 millones. El otro es Fernando Blasi, representante de Guaidó en Washington.

Según el Post, el diario accedió a todos los documentos, entre los que se encuentran los borradores de la reunión en Asunción, a través de otros dos empresarios, Jorge Reyes y Pedro Antar, quienes detallaron una lista que calificaron de “demandas impactantes”, como un pago por adelantado de 750.000 dólares a una compañía de Florida que, según los registros gubernamentales, es co-propiedad de Magin Blasi, hermano del empresario citado por el Post.

El venezolano Javier Troconis que vino a Asunción a negociar la deuda paraguaya con PDVSA en nombre de Guaidó. Foto: El Nacional de Venezuela

Según el sitio France24, las denuncias de Reyes y Antar sobre la corrupción en el entorno de Guaidó, fueron dadas a conocer por primera vez por el sitio web de Miami Factores de Poder, que el “presidente encargado” desestimó por “infundadas” en un comunicado en septiembre de 2019.

Sin embargo, un comité parlamentario conformado por la oposición venezolana a Nicolás Maduro investigó las denuncias, y dijo haber encontrado “irregularidades administrativas” en los tratos de Troconis con Reyes y Antar, pero no evidencias concluyentes.

Según afirmó Antar, Blasi y Troconis, estarían siendo investigados también por el FBI norteamericano. Ambos, además, están señalados por el fiscal del gobierno venezolano de Maduro, Tarek William Saab, como integrantes de una red dedicada al cobro de sobornos para “robar activos venezolanos en el Caribe”.

Limbo jurídico

El supuesto negociado por la deuda de PETROPAR con la venezolana PDVSA, amén de exponer al gobierno en una nueva trama secreta, expone de alguna manera el contrasentido del gobierno de Abdo Benítez, que rompió relaciones con Nicolás Maduro para reconocer la “presidencia interina” de Guaidó, que no tiene un ejercicio real del poder, y que en la práctica concreta siembra dudas sobre la validez de sus actos jurídicos.

El tema lo planteó el mismo jefe de Gabinete Villamayor este martes, argumentando que el acuerdo con PDVSA no prosperó más allá de la reunión con Troconis y Vidal, precisamente, por la endeble entidad jurídica del “gobierno interino” de Guaidó. “La propuesta que anteriormente se había remitido a Procuraduría, a PETROPAR, a Hacienda, quedaba en aguas de borraja ante la imposibilidad de garantizar que el pago efectuado tenga fuerza cancelatoria”, explicó Villamayor.

“No dimos a conocer porque no hubo acuerdo ¿Por qué tengo que dar explicaciones de algo que no se ha hecho?”, cuestionó el secretario de Estado, negando además que el abogado argentino Vidal tenga algún vínculo con el gobierno de Abdo Benítez, y la participación del supuesto tío del presidente Carlos Abdo.

Villamayor se desmarcó también de la millonaria comisión del abogado Vidal, argumentando que el monto que la petrolera venezolana decida pagar por asesoría jurídica es un tema que no concierne al gobierno paraguayo. Vidal es supuestamente abogado de PDVSA desde 2011, pero su vinculación con Guaidó lo coloca en el mismo limbo jurídico en que se desempeña el “presidente encargado”, y es probable que sus actos pudieran verse anulados en el futuro, con el más mínimo cambio en el escenario político venezolano.

Lluvia de críticas

La noticia de esta nueva negociación secreta que envuelve al gobierno, disparó críticas de los distintos sectores políticos, pero especialmente del cartismo, cuyos principales voceros la compararon con el acta con Brasil de 2018, aunque en este caso centraron sus ataques en la figura del jefe de Gabinete de Abdo Benítez, y no tanto en su figura. Incluso, el liberal Edgar Ortíz planteó la posibilidad de promover en la Cámara de Diputados una interpelación del secretario de Estado.

En una extensa entrevista al canal GEN, el exministro de Industria del expresidente Horacio Cartes, Gustavo Leite, afirmó que la publicación del diario estadounidense “es solo la punta del iceberg”, centrando sus cuestionamientos en la jugosa comisión que iba a pagarse al abogado Vidal, cuya connivencia la achacó a Villamayor.

“Acá huele a podrido. Si bien es lógico que Paraguay negocie pagar la deuda con una quita, todo explota cuando en una negociación entre gobiernos se pretende dar una comisión a un abogado. No es normal que Paraguay pague ni consienta que se le pague a un abogado por una negociación que hace el país”, señaló Leite.

“O Villamayor le mete una querella antes del mediodía (del martes) al Washington Post por mancharle su nombre y reputación, o Marito le tiene que dar una patada en el culo y enviarlo de vuelta a Clorinda. Es asqueroso lo que se hizo. O miente el Washington Post o miente Villamayor”, afirmó.

“De vuelta es una traición gigante a la patria; hay miembros de este Gabinete que se comportan como facilitadores económicos y siempre van en perjuicio de las arcas del Estado. Marito si quiere dar un mensaje a la población de que él no sabía, tiene que destituir a Villamayor”, agregó.

Paraguay es uno de los 50 países que reconocen a Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela. Foto: Archivo

Desde la izquierda, la senadora Esperanza Martínez señaló que “desde el inicio de su gestión dos elementos han guiado la penosa política exterior del gobierno de Mario Abdo Benítez, el servilismo ante los intereses de las potencias extranjeras e intentar algun negocio o recibir alguna comisión por el camino”. “Dos casos gravísimos ya fueron destapados, el acuerdo secreto de Itaipú y ahora los negocios con Guaidó; como el stronismo, entreguista y corrupto”, agregó.

El mismo Frente Guasú hizo público un pronunciamiento, donde señala que “este nuevo escándalo viene a sumarse a otros, que continúan en total impunidad, como el intento de entrega de nuestra soberanía sobre Itaipu con el acta secreta “Abdo-Bolsonaro”, negociados y corrupción en las compras del Ministerio de Salud para afrontar la pandemia del Covid-19, escándalos de corrupción en INDERT, PETROPAR, entre otros”.

“Tanto el Poder Ejecutivo en cuanto manejo de los recursos del Estado, como la Fiscalía General del Estado, abiertamente manejada por el cartismo, en la investigación e imputación de responsabilidades, carecen en la actualidad de la más mínima confianza de la sociedad paraguaya, y hacen parte del deterioro cada vez más profundo de la institucionalidad con la que debería contar un Estado mínimamente serio”, agrega el comunicado.

También, el exministro de Hacienda y expresidenciable del cartismo, Santiago Peña, arremetió contra el gobierno de Abdo Benítez, calificando de “nuevo bochorno internacional que ocurre a menos de 15 días del caso Texos Oil”, que curiosamente guarda muchas similitudes con la frustrada negociación descubierta con PDVSA, y que forzó la renuncia del procurador Sergio Coscia.

Peña también centró sus acusaciones en la comisión del abogado Vidal. Recordó que como ministro de Hacienda viajó a Caracas para negociar la deuda con PDVSA, comentando que incluso recibieron la oferta de “sectores privados en Venezuela” para comprar la deuda de Paraguay, “pero nunca se aprobó ninguna comisión”.

“Estoy tremendamente preocupado porque (Abdo Benítez) aún le mantiene a Denis Lichi (titular de PETROPAR), que iba a dar U$S 7 millones que ni siquiera tenía”, afirmó. Agregó que “Patricia Samudio es una pilla y peajera, Denis Lichi es un pillo y peajero, Juan Ernesto Villamayor es uno de los mayores pillos y peajeros y Mario Abdo quiero creer que no se da cuenta”.

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