El Sur también existe: Encarnación se moviliza por la reactivación y reapertura de frontera

Los comerciantes encarnacenos se movilizarán nuevamente este jueves en reclamo de políticas de reactivación económica para la ciudad y la reapertura del puente internacional “San Roque González”, que comunica Encarnación con su vecina argentina de Posadas.

La concentración tendrá lugar, precisamente, en la rotonda del monumento a San Roque González de Santa Cruz, que conduce al viaducto internacional cerrado desde marzo pasado en el marco de las medidas por la pandemia de Covid-19, y cuya reapertura es resistida por los políticos y comerciantes argentinos.

La protesta convocada para las 07:00, la tercera desde octubre en que la situación económica y social en la capital de Itapúa se reveló asfixiante, se decidió el martes en una reunión convocada por la Asociación de Comerciantes de Encarnación, de la que participó el intendente Luis Yd, quien se descuenta se haga presente otra vez esta mañana.

Los comerciantes redoblaron esta semana sus reclamos al gobierno de Mario Abdo Benítez, luego que hace casi un mes una comitiva del Poder Ejecutivo les prometiera acciones y políticas de reactivación económica para enfrentar la crisis derivada de la emergencia sanitaria por el coronavirus.

Tensa espera

“¿Que tiene que suceder para que el gobierno nacional deje de ser ciego, sordo y mudo ante la crítica situación que vive el sur del país?”, se preguntaba el martes el intendente Luis Yd, a propósito de la dilación en el desarrollo de medidas por parte del Poder Ejecutivo. “Estamos al límite y podemos seguir esperando más”, afirmó.

La sensación de abandono de la ciudad por parte del gobierno nacional viene sintiéndose entre sus distintos sectores económicos y sociales desde mucho antes de la primera gran movilización a mediados de octubre, que incluso contó con el acompañamiento de autoridades locales y departamentales.

“Nosotros estamos abandonados por el gobierno, a pesar que tienen asesores, técnicos, especialistas que ganan millones de guaraníes; a pesar que producimos energía eléctrica, que tenemos tierras fértiles, que tenemos agua, la reserva más grande del continente, y tenemos lo más importante, que es gente que quiere trabajar”, decía el martes a El Nacional el abogado Daniel Ferreira, de la organización que convoca la protesta de hoy.

El circuito comercial encarnaceno, donde fueron reubicados por Yacyretá los comerciantes inquilinos de la desaparecida Zona Baja, sufrió un golpe mortal con el cierre del puente internacional por la pandemia, provocando el cierre paralelo de unos 3.000 de sus más de 4.000 locales, y la pérdida de más de 2.000 empleos, según indicó Ferreira.

En la reunión del martes, donde se resolvió la protesta, los reclamos podían leerse en las pancartas que portaban los socios y socias de la organización: “asistencia, rebajas impositivas, rebajas en la energía eléctrica, aporte para la subsistencia”.

“Nosotros somos aportantes, tributamos desde que se habilitó el comercio en Encarnación, y nunca recibimos un sólo beneficio por parte del gobierno; no nos sentimos apoyados jamás, mucho menos hoy”, decía Ferreira.

El gremio de comerciantes exige al gobierno honrar las promesas de la comitiva que se reunió con ellos el 28 de octubre pasado, donde hicieron importantes anuncios de inversiones para la reactivación económica que nunca llegaron.

En la ocasión, la comitiva gubernamental estuvo integrada por los ministros del Interior, Euclides Acevedo; y de Relaciones Exteriores, Federico González; la viceministra de Hacienda Cármen Marin, y los presidentes del Banco Nacional de Fomento (BNF), Carlos María Florentín; y del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), César Cerini, quienes animaron un encuentro que, evidentemente, era sólo a los efectos de descomprimir una situación que amenazaba salirse de control.

Modo Covid

El entredicho entre la capital de Itapúa y el gobierno nacional se profundizó en las últimas semanas por la controversia con Salud Pública en torno del protocolo propuesto por la Municipalidad para la apertura de las playas de la ciudad en modo Covid.

La dilación con que la cartera de Julio Mazzoleni abordó el tema, y la insistencia de las autoridades municipales y los sectores privados ligados directamente al turismo, pusieron la situación al borde de un cortocircuito. La Municipalidad realizó incluso una prueba y demostración del funcionamiento de su modelo de “burbujas sociales”, que finalmente el Ministerio de Salud elogió a través de su director de Vigilancia Sanitaria Guillermo Sequera, quien además adelantó que sería utilizado en otros balnearios del país.

En la ocasión, hoteleros y gastronómicos hicieron bandera con el abandono gubernamental del sur del país. Ambos sectores exhiben una estrepitosa caída de la actividad, producto de la emergencia sanitaria y, especialmente, del cierre fronterizo con Posadas, ya que de la vecina ciudad argentina proviene buena parte del turismo.

“Todos los años hay objeciones, el año pasado fue el dengue, que estábamos minados; que Encarnación es cara; siempre es así; parece que hay intereses creados”, se quejó por entonces el presidente de la Asociación de Hoteleros de Itapúa, Estanislao Arce López, un gremio que reúne a 20 de los mejores hoteles encarnacenos.

El hotelero señaló a este diario que el sector fue golpeado en un 90% por la crisis derivada de la emergencia sanitaria, y que recién desde los primeros días de noviembre experimenta un “ligero repunte”. Como todos, Arce López, cifra sus expectativas en las posibilidades que se abren con el turismo interno de la próxima temporada.

César Almirón, empresario gastronómico, acusó también recibo de la asfixiante situación económica de la ciudad, puesto que él mismo se vio obligado a reconvertir su restaurante en una tienda 24 horas para compensar la caída de la actividad.

Sin embargo, si se exceptúa el turismo de compras (que hace eclosión en el circuito comercial de la cabecera del puente internacional), el turismo representa sólo el 20% de la actividad económica, según estimaciones del mismo intendente Yd. El 80% restante se reparte entre el comercio fronterizo, actualmente muerto; la inversión pública y privada, y cadenas y relaciones económicas hoy alteradas por la pandemia.