Científico de Harvard sostiene que “no existe vacuna perfecta” en entrevista para El Nacional

El doctor Rodrigo González, del Departamento de Inmunología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, señaló que pese a las esperanzas que el mundo cifra en la aparición y disponibilidad a corto plazo de una vacuna contra el Covid-19, y de las noticias alentadoras difundidas a diario por los medios, todavía “no hay datos definitivos que indiquen que existe alguna vacuna que pueda ser suministrada y que resulte en niveles altos (o incluso bajos) de protección”.

En diálogo con El Nacional, González, miembro de la Asociación Americana para la Microbiología, sostuvo que incluso la publicitada vacuna de Pfizer, a la que se atribuye 90% de eficacia, necesita condiciones de almacenamiento a 80° bajo cero, lo que indudablemente representará un problema para muchos países. “Es una temperatura bastante baja, y este tipo de equipos no son comunes en centros hospitalarios y clínicas, lo que va a significar serios inconvenientes de distribución, especialmente en los países menos desarrollados”, significó.

El doctor Rodrigo González, especialista en microbiología. Foto: Gentileza

El científico argumentó que si bien los resultados difundidos por Pfizer “son una buena sorpresa, porque nos dicen que de 100 personas, 90 estarían protegidas”, igualmente hay que tomarlos con pinzas, porque “son resultados preliminares, no definitivos”. “La eficacia difundida es una buena sorpresa, porque por ejemplo la vacuna contra la Influenza tiene una eficacia de más o menos del 50%”, afirmó.

El investigador de Harvard sostuvo que la pandemia de coronavirus representa todavía muchísimos retos para el mundo, pero que actualmente “la gente está mejor informada y los profesionales de salud han aprendido mucho sobre cómo tratar a los pacientes, lo que puede contribuir a obtener mejores resultados en comparación a cuando inició la pandemia”.

Afirmó que en lo que respecta a la comunidad científica, “nunca antes habíamos visto tantos esfuerzos dedicados exclusivamente al estudio de un solo virus y en tan poco tiempo”. “Muchísimos laboratorios alrededor del mundo están contribuyendo a expandir el limitado conocimiento que tenemos acerca del virus SARS-CoV-2 y entender como causa el Covid-19, y este conocimiento es esencial porque nos permitirá aprender sobre sus “puntos débiles”, argumentó.

No hay vacuna perfecta

El científico indicó que “la vacuna perfecta no existe”, que sí puede hablarse de “vacunas ideales”, y que “la importancia de este aspecto radica no sólo en su eficiencia, sino que también en el proceso de manufactura, almacenamiento y distribución”. “La vacuna ideal no sólo debe ser segura y proteger a un número alto de la población, sino que debe ser fácil de elaborar, almacenar, y distribuir”, agregó.

-¿Cómo evalúa las vacunas que están desarrollándose en el mundo?

Una vacuna es una mezcla que es suministrada a individuos susceptibles con el objetivo de generar una respuesta inmune y así prevenir que los individuos enfermen. El componente esencial de esta mezcla es un derivado del patógeno que causa la enfermedad, o el patógeno mismo luego de ser tratado para que no pueda causar una infección activa. El número de candidatos para una vacuna contra SARS-CoV-2 es elevado, más de 100.

Sin embargo, no todos los candidatos están al mismo nivel en cuanto a las investigaciones para determinar si la vacuna es segura y eficiente. En este aspecto, sobresalen las vacunas elaboradas por la compañía Moderna (Estados Unidos), por la universidad de Oxford (Reino Unido), y por la farmacéutica Pfizer. En estos tres casos, los datos señalan que el suministro de la vacuna no causa efectos secundarios no deseados, ni aparentes riesgos para la salud. Sin embargo, solamente en el caso de la vacuna elaborada por Pfizer se ha reportado que existen altos niveles de eficiencia. Es decir, que de ser suministrada a una población, se espera que la vacuna proteja del SARS-Cov-2 a una mayoría considerable de personas.

-En algunos países se sigue utilizando la Ivermectina (África) y en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro sigue alabando la Cloroquina.

No existe información que indique que ninguna de estas drogas tenga un efecto positivo en el tratamiento de la enfermedad. Es más, se ha indicado que pueden ser contraproducentes, puesto que su administración debe ser regulada y las personas que puedan estar tomándolas podrían hacerlo de manera no supervisada. Es muy importante comprender que la administración de cualquier medicamento tiene que estar respaldada por datos científicos obtenidos por profesionales competentes en el campo de la salud y que las instituciones de cualquier país deben respaldarse en estos profesionales antes de hacer alguna recomendación.

Dr. Rodrigo González. FB

-¿Y las dos vacunas desarrolladas por Rusia?

No contamos con ninguna información científica que verifique la seguridad o la eficiencia de ninguna vacuna en ensayos clínicos de fase tres. Esto puede ser porque los datos no se han generado o porque no se han hecho disponibles. De igual manera, hasta no tener disponibles datos científicos que comprueben seguridad y eficiencia, cualquier vacuna será vista con escepticismo por la comunidad científica.

– ¿Qué opina sobre la polémica en Brasil por las dos vacunas chinas?

Sobre las vacunas en Brasil proveniente de China no tenemos información que hayan pasado las etapas de ensayos clínicos. Los estudios necesarios para determinar la eficiencia de una vacuna llevan mucho tiempo y es riesgoso utilizar vacunas que no han pasado por todo el escrutinio de los estudios científicos pertinentes. Es importante también comprender que no solo se trata de hacer estos estudios. Una vez que un estudio concluye, los datos que genera deben ser sometidos a la evaluación de científicos competentes, para luego ser publicados en revistas científicas, donde puedan estar disponibles para toda la comunidad científica y de profesionales de la salud.

– ¿Las vacunas que resulten de las investigaciones en curso serán seguras para los niños y niñas también, o habrá personas que no podrán recibirlas?

La vacuna ideal tendría que ser segura, con altos niveles de protección para toda la población, incluyendo niños, adultos y personas en cualquier estado de salud. No obstante, puede haber algunas restricciones en ciertas vacunas debido a la respuesta particular que estas puedan desarrollar en una población específica. Esta información no siempre sale a relucir en los primeros estudios. Es por esta razón que es probable que la primera vacuna que se logre conseguir sea únicamente suministrada a personal que esté en alto riesgo (personal médico, por ejemplo), por lo menos al inicio.

– ¿La vacuna debe ser de aplicación universal?

La vacuna ideal debería serlo, esto no quiere decir que la primera vacuna que se obtenga sea la vacuna ideal. Es probable que las primeras vacunas que se obtengan tengan que ser modificadas con el tiempo para alcanzar resultados ideales. Como sucede con cualquier otro producto, las vacunas están sujetas a modificaciones que las hacen más eficientes.

– ¿Existe la “inmunidad de rebaño”?

El término inmunidad de rebaño consiste en el fenómeno que se da cuando en una población existe una mayoría de individuos con inmunidad, lo que causa que los individuos que no tengan inmunidad estén protegidos. Esto es porque los individuos no inmunes están rodeados de individuos que no pueden infectarse y transmitir un patógeno determinado.

A principios de la pandemia se propuso que, puesto que muchas personas se infectarían, en algún momento la mayoría de la población estaría infectada, esperándose así que hubiera inmunidad de rebaño. No obstante, los datos parecen indicar que es un número relativamente bajo de personas quienes se han infectado. Además, hay datos que sugieren que, aunque una persona se infecte, puede no desarrollar inmunidad. Es por esto que la probabilidad de alcanzar inmunidad de rebaño a través de infecciones naturales con SARS-CoV-2 es baja. Sin embargo, es posible que se alcance a través de vacunación.