Ruth Chepngetich impone récord mundial

Chicago, la ciudad del viento y de los récords, deslumbró el año pasado con la maratón más rápida de la historia y este año repitió protagonismo con una gesta brutal femenina. Ruth Chepngetich (30 años) destrozó el récord del mundo de maratón en Chicago y elevó un paso más los límites de las mujeres en esta distancia al convertirse en la primera en bajar la barrera de las 2h10: cronometró 2h09’56. La marca de la keniana fue tan descomunal que cruzó la meta en la décima posición de la general, superando a la mayoría de los atletas masculinos de la categoría de élite. El ganador de la prueba fue el también keniano John Korir, con 2h02’43.

“Me sentí muy bien. Estoy muy orgullosa de mí misma. Era mi sueño. Luché mucho pensando en el récord mundial”, manifestó muy emocionada Chepnegtich después de cruzar la meta. “El récord mundial vuelve a Kenia y se lo dedico a Kelvin Kiptum”, añadió la nueva reina del maratón. Chepngetich trituró la anterior plusmarca femenina establecida por la etíope Tigist Assefa (2h11’53) en la Maratón de Berlín del año pasado. Además, la keniana logró su triplete de victorias particular en Chicago y mejoró su último triunfo en más de cuatro minutos (2h14’18 en 2022).

Chepngetich corrió de forma muy agresiva con el apoyo de dos liebres. Pasó el kilómetro 10 en 30’14, un ritmo altísimo jamás visto en una maratón y que ponía en duda su capacidad para resistir a ese nivel durante los 32 kilómetros restantes. La keniana se adentró en una dimensión desconocida, escapó en solitario junto a sus fieles escuderos que le marcaban el ritmo y fue devorando parciales sin dar muestras de flaqueza. El ecuador de la prueba lo pasó en 1h04’16, un ritmo descomunal que hacía presagiar lo mejor: si era capaz de repetir semejante crono en la segunda mitad de la carrera. Por detrás, Sutume Asefa y Joyciline Jepkosgei se fueron descolgando progresivamente, conscientes de que esa no era su guerra y que debían asegurar las otras dos plazas del podio. Chepngetich cruzó la meta en 2h09’56, a un ritmo medio de 3’04 el kilómetro, algo que parecía impensable en la categoría femenina. Otra barrera superada gracias a las zapatillas con placa de carbono y en las mejoras de los sistemas de entrenamiento y recuperación. La segunda clasificada, Sutume Asefa, llegó distanciada a más de 7 minutos de la vencedora, con un tiempo de 2h17’32.  Chepngetich ya fue campeona del mundo de maratón en Doha 2019 en una sofocante carrera nocturna.

Por su parte, John Korir controló la carrera hasta el kilómetro 30 sin desgastarse en exceso, resguardándose del fuerte viento que sacudía a la ciudad de los rascacielos. En cabeza había un numeroso grupo de siete corredores que fijaron un tiempo de paso de 1h28’18, a un ritmo para terminar en 2h03. Al paso por el km 35, Korir siguió con su ritmo crucero como si nada, pero el resto de sus rivales fueron cediendo tiempo metro a metro, acusando el esfuerzo del elevado ritmo. El keniano se escapó en solitario a más de medio minuto de sus perseguidores, manteniendo una gran frecuencia de zancada con los talones elevándose hasta el glúteo y transformando la prueba en una a contrarreloj. Korir cruzó la meta en 2h02’43.

En Chicago ya se consiguió el año pasado el récord del mundo masculino, obra del añorado Kelvin Kiptum, con 2h00’35, un crono descomunal que hacía presagiar una nueva era de dominio para el keniano que entonces tenía 23 años. Estaba llamado a convertirse en el primero en bajar de las 2 horas en maratón de forma oficial, pero desafortunadamente falleció en febrero de este año en un trágico accidente de tráfico en Kaptagat (Kenia). La organización de la Maratón de Chicago le brindó un gran tributo con un minuto de silencio antes de dar la salida y con miles de fotos para recordar la figura de Kiptum.

Fuente: Mundo Deportivo.