Novak Djokovic hace un esfuerzo sobrehumano y se mete en cuartos

No es la primera vez que Novak Djokovic hace de lo sobrenatural lo normal, pero en este Roland Garros 2024 va camino de la hazaña sobrehumana. Después de la paliza de cuatro horas y media de la madrugada del domingo, cuando acabó su remontada ante el italiano Lorenzo Musetti a las 03:07, sacó energías de no se sabe dónde para sobrevivir a otro marcador adverso y a una batalla de 4 horas y 39 minutos contra el argentino Francisco Cerúndolo. En dos rondas, más de nueve horas en pista. Sendas gestas.

Agónico el concurso de Djokovic, acorde a los titubeos que acompañan una temporada en la que todavía no ha llegado a una final. Sin el tenis ni la confianza de la pasada campaña, plagado de dudas, pero haciendo honor al orgullo especial que diferencia a las leyendas del resto de mortales del deporte. “Bajas expectativas, grandes ilusiones”, fue el lema con el que se presentó en París.

Va a trancas y barrancas, pero que a sus 37 años y con 24 títulos de Grand Slam continúe dejándose la vida en una pista dice mucho de él. Se niega a volver a casa, a entregar el título y el número uno mundial en la capital francesa.

Mientras la épica dé de sí, aguantará. Levantó un 2-4 en el cuarto set para esquivar un día más la dolorosa eliminación. Ganó al argentino Francisco Cerúndolo, 25 años y nº 27, por 6-1, 5-7, 3-6, 7-5 y 6-3 un partido que se complicó desde el tercer juego del segundo set, cuando Djokovic sintió molestias a la altura de la rodilla derecha. Solicitó ayuda médica explicando sus sensaciones tras un movimiento aparentemente normal, pero con consecuencias para su salud.

Hubo otras apariciones del fisio, que trató muscularmente la pierna derecha entera, tras calibrar la rodilla, asimismo, y del médico. Djokovic también se quejó del estado de la tierra al supervisor arbitral, a quien pidió que se pasara más la estora en los fondos porque estaba resbalando. Pidió el encendido de la iluminación artificial, invitó a un bebé a que siguiera llorando, gesticulando con el brazo. Y más quejas porque sufrió una aparatosa caída en el quinto set.

Puro Djokovic, que utiliza el conflicto como vía de escape. Crece en la resistencia, se siente superhéroe poniendo a todos en su contra. Exprimió cada una de sus habilidades para evitar la peor derrota en Roland Garros desde la tercera ronda de 2009. Al contrario, elevó a 13 sus presencias en cuarto del torneo, 49 en el global del Grand Slam.

Sí, Fran Cerúndolo sintió vértigo dominando en la central por 2 sets a 1 y 4-2 en el cuarto. Sólo era su segunda experiencia en octavos de la capital francesa. Pero cómo achacar algo al argentino cuando lidió con un extraterrestre. Bastante hizo recuperando un 0-2 en la quinta manga, agarrándose a la mínima opción que acabó negándole Nole.

Djokovic sigue en Roland Garros. En dos días, el miércoles, contra el noruego Casper Ruud. Recargar las baterías será su prioridad. No dejará de intentarlo hasta que no haya solución.

Coquetea con lo imposible, como en un punto del quinto set, con 3-3 y 15-0. Derecha cruzada de Cerúndolo, se negó a ser pasado el serbio, que pilló la bola dejándose caer sobre el suelo, de bruces, tan largo como es. Permaneció tendido unos instantes, haciendo avión. Máxima flexibilidad, de goma. Un superhéroe.

“La única explicación que encuentro a esto son ustedes”, concluyó su intervención en la pista dirigiéndose en francés a la afición. “Me ayudaron contra Musetti y hoy también. Mucha, muchas gracias, y felicitaciones a Francisco por su nivel”

Fuente: Mundo Deportivo.