El “Incansable Lorenzo”

POR Víctor Hugo Bogarín

@diariokue

Hoy recordamos a un atleta con todas las letras, representante de un deporte no muy común, el ciclismo. Nacido el 27 de octubre de 1943 en Asunción, en realidad, a orillas del paraje chaqueño llamado Banco Guazú, en Palma Loma. Nos referimos a Sabino Lorenzo Prieto, de cuna muy humilde y que desde muy joven supo trabajar, realizando varias labores con las que ayudaba así a su madre.

Sus estudios los realizó en la Escuela “Carlos Antonio López” del barrio Trinidad, de niño fue lustrabotas y canillita. Luego incursionó en la música, el arte y la locución, animaba fiestas y participaba en festivales. Su facilidad de palabra le abrió caminos en el ámbito laboral.

La secundaria lo realizó en el Colegio Nacional de la Capital, el deporte que le llamaba la atención era el boxeo, montando así en el gallinero de su casa un improvisado “cuadrilátero”. Así el joven Lorenzo se ingeniaba para la práctica del mismo.

La pasión por el boxeo lo llevaron a ser un luchador profesional en la categoría de peso “mosca” allá por el año 1958.

Lorenzo Prieto

Del boxeo al pedal

El intrépido Lorenzo empezó siendo un boxeador ágil, pero otro deporte lo catapultó al estrellato hasta obtener varios récords sobre su compañera inseparable, la bicicleta. Debido a que en sus primeros años, la música permitió que integrara la banda de jazz “Columbia”, llevándolo de viaje al Brasil, allí nació en él el amor por el pedal, estando por Río de Janeiro, en cercanías del hotel, en una plaza, vio una cantidad de gente rodeando a alguien: se trataba del campeón mundial de permanencia en bicicleta, Silki Savagge.

En ese momento, Lorenzo quedó asombrado con la agilidad del atleta, entre la cantidad de gente y el bullicio, Lorenzo Prieto saludó al deportista a quien admiraba por lo que hacía.

Este con aires de grandeza preguntó:

-¿Y tú quién eres?

-Soy Lorenzo Prieto, y soy paraguayo.

-¡Pues este deporte no es para paraguayo alfeñique como vos!

Con esa respuesta, Lorenzo no hizo más que decir con ímpetu lo siguiente:

-¡Pues este alfeñique algún día te sacará el título!

Así, nuestro atleta iniciaba su travesía hasta convertirse en campeón, no sin antes preparar su cuerpo, alma y corazón hasta ser el “Incansable” paraguayo y con su fiel compañera, la bicicleta.

Lorenzo Prieto

Reseña que continuará el próximo martes.

Anecdotario de Jorge Sebastián Miranda – El Rey del Pedal.