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La emotiva carta de Alejandro Domínguez para su padre Osvaldo

3 de febrero de 2024 - 14:45

Foto: @agdws.

El fallecimiento de Osvaldo Domínguez Dibb enlutó al fútbol sudamericano. En ese sentido, las 10 asociaciones que integran la Conmebol manifestaron sus condolencias para el presidente de dicha entidad e hijo de ODD: Alejandro Domínguez.

Por su parte, Alejandro publicó una carta emotiva carta en sus redes sociales. “Una luz que alumbró con fuerza incomparable a su amada familia, a una institución deportiva gloriosa, a múltiples empresas y a la sociedad y la política del Paraguay, se ha apagado. Osvaldo Domínguez Dibb, mi padre, partió a la eternidad y se encuentra ya en el panteón de los irremplazables, de los irrepetibles, de los que dejan una huella imborrable en su tiempo y en su entorno. Los muchos frutos de su pasión arrolladora y su trabajo tenaz perdurarán en el país que tanto quiso. Nosotros, su familia, guardaremos por siempre el tesoro de su ejemplo, de su guía, de su cálida protección, en lo más profundo de nuestros corazones”, comenzó el titular de la Conmebol.

“Desde su infancia y juventud, mi padre, nunca se puso límites: se fijaba metas y, echando mano de todo su talento y energía, se lanzaba sin descanso a alcanzarlas. Esta misma visión la proyectaba al Paraguay. Una nación a la que consideraba bendecida con valiosos recursos naturales y con un pueblo laborioso y sacrificado. Desde todos los lugares que ocupó –como padre, deportista, empresario, dirigente, líder político– luchó por mostrar y convencer a todos que los paraguayos podemos lograr todo lo que nos proponemos, que no somos menos que nadie, que está en nuestras manos forjarnos un futuro de prosperidad. Me consta que su mayor anhelo era que el Paraguay fuera un país fuerte y respetado. Estaba orgulloso de su país y siempre lo defendió con firmeza y decisión”, agregó.

También recordó que su padre se desempeñó como aguatero, basquetbolista y presidente en el club de sus amores. “Jamás permitió que le dijeron que un objetivo era imposible y sólo sonreía ante aquellos que dudaban de que pudiera conquistar sus sueños. Como en tantas otras cosas: sus obras hablaron por él. Levantó la bandera de su Olimpia y no la bajó hasta escalar las cumbres más altas del deporte: 15 títulos nacionales, tres Copas Libertadores, una Copa Intercontinental, dos Recopas, una Copa Interamericana, una Copa Nehru. Amado por los olimpistas, respetado y admirado por los aficionados de los demás clubes, ODD trascendió la categoría de dirigente deportivo para convertirse en una verdadera leyenda. Y siempre fue fiel a su estandarte: ‘La gloria no tiene precio’”, valoró.

Luego habló de su vida empresarial y política, además de la existencia de polémicas. “Su vida no estuvo exenta de controversias y rivalidades. La vida de ningún gran hombre lo está. Sin embargo, nunca enfrentó a adversarios más débiles que él. Es más, con frecuencia fue al contrario. Salía a la batalla armado con sus convicciones y verdades. Y si el resultado le era desfavorable, se las arreglaba para ganar en otro campo, de otra forma o en otro tiempo. Era un verdadero campeón”, expresó.

“Me consuela pensar que nunca será una ausencia completa. Que en los momentos de tristeza y de alegría que la vida nos depara a los que permanecemos en ella, volverá papá a nuestra memoria, con su voz atronadora y su risa y humor, con sus anécdotas e historias, con las palabras justas y certeras. Querido papá: hoy que acudiste a la llamada del Señor y estás ya con Él en su reino, quiero decirte aquello que tuve la dicha de repetirte en vida tantas veces: te amo y te amaré por siempre, papito”, cerró.