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US Open: Djokovic remonta un partidazo y avanza a cuarta ronda

Foto: @usopen.

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Novak Djokovic demostró que también sabe sufrir y remontó un 0-2 ante un descomunal Laslo Djere, que le puso las cosas realmente difíciles e incluso hizo que más de uno pensara que el de Belgrado podía quedarse en esta ronda. 4-6, 4-6, 6-1, 6-1 y 6-3 en más de tres horas y media de batalla para avanzar a la cuarta ronda del US Open 2023.

Nos preguntábamos al inicio si Novak iba a mostrarse tan superior como en los dos primeros partidos. El nombre de Djere no daba tanto miedo como otros, y seguro que más de uno se sorprendió al ver el nivel al que salió Laslo al partido. Tuvo muy claro desde el primer momento qué tipo de partido tenía que hacer, y lo llevó a cabo a la perfección. Ya desde los primeros juegos, vemos a un Djokovic un tanto desesperado, al no ver puerta, puesto que Djere le estaba planteando un partido ‘tipo Medvedev’, esto es, bolita profunda, con margen, no buscando la potencia, sino la colocación, y metiendo siempre una bola más. Poco a poco, fue metiendo a Novak en su tela de araña.

En un visto y no visto, Nole se encontró con break en contra y sufriendo lo indecible con los segundos saques. Djere lo estaba atacando a la perfección y no se arrugó en ningún momento desde el fondo. En algo menos de una hora, Nole perdía su primer set de este torneo en una primera manga absolutamente perfecta por parte de Laslo.

Segundo set por la misma línea

No bajó los brazos Djere, que no se salió ni un solo milímetro del plan marcado. Nole picó piedra, supo ponerse el mono de trabajo y aceptó que enfrente tenía un rival que estaba jugando a un nivel descomunal. Esperó su momento, buscando que bajara un poco el pistón y tuviera su momento, pero lo cierto es que Djere no sólo no lo bajó, sino que lo subió.

El nivel al saque de Laslo en este segundo set fue brutal. Metió 20/23 primeros dentro, al nivel de los mejores sacadores del circuito, y le quitó a Djokovic su mejor arma, el resto, para dominar todos y cada uno de los puntos ante un Nole que no veía la manera de hacer puntos y frenar el vendaval que tenía al otro lado de la red.

Al resto, Djere siguió castigando los segundos servicios de su rival, ahogándolo en todo momento y terminando por romperle el saque y apuntarse la segunda manga para sorpresa de propios y extraños. Algunos en la grada se llevaban las manos a la cabeza, totalmente atónitos ante lo que estaban viendo, y es que hacía mucho tiempo que alguien se mostraba tan superior ante un Nole que parecía no tener respuestas.

Vestuario y cambio de tercio

Djokovic se fue al vestuario y aceptó el reto con humildad. No hizo ningún gesto. Apretó los dientes y comenzó el tercer set con la misión de encontrar al fin el break. Djere, que escaló hasta un sitio al que otros tan solo los escalaron 33 veces anteriormente (Nole remontó en 7 de ellas), cometió el error de pensar que tenía casi todo el trabajo hecho y bajó un pelín la intensidad y su concentración, la justa para que Nole tirara la puerta de una patada y se metiera hasta la cocina. Ya tenía su ansiado break y el partido cambió.

Y tanto que cambió. Novak creyó por primera vez en el encuentro, mientras que Djere empezaba a preocuparse, viendo cómo revivía el animal que parecía controlado 15 minutos atrás. Poco a poco, el de Belgrado fue sumando juegos hasta apuntarse su primera manga.

El cuarto set parecía que iba a ir muy a favor para Djokovic, que, además, lo comenzó con un break. La gente olía una manga bastante rápida, pero un muy mal juego del serbio a continuación le dio alas a un Djere que se agarró al tablón y remó como un loco. Peleó y peleó, le puso las cosas difíciles a un Novak que tuvo que tirar de su mejor repertorio para frenar la resurrección de un Laslo que creyó de verdad en la victoria, pero por mucho que apretó, terminó recibiendo el mismo resultado que en el set anterior: 1-6.

Si con el break del tercer set se metió hasta la cocina, cuando Nole comenzó la quinta manga con otra rotura, se descalzó, se hizo un sándwich, se sentó en el sofá y puso un capítulo de Netflix en la tele. El trabajo estaba hecho. Los 15-20 minutos que peleó Djere en la cuarta manga para mantenerse vivo los echó de menos a nivel de energía en este set definitivo. Ya no le daba, mientras Nole caminó sin titubear hacia la victoria, remontando por octava vez en su carrera un 0-2 en contra y coleccionando vidas en su bolsillo. Una vez más.

A sus 36 años, Djokovic volvió a dejar otra muestra más de la pasión y el amor que tiene por este deporte. Demostrando que tiene más vidas que un gato y que nunca, nunca, nunca puedes darle por muerto. Si usted fue uno de los que decidió quedarse despierto para ver este partido, felicidades, porque pudo presenciar uno de los mejores partidos, si no el mejor, de lo que llevamos de torneo.

Fuente: Punto de Break.

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