El ídolo de Olimpia que volvió de la Guerra del Chaco como un héroe

Un 12 de junio de 1935, Paraguay y Bolivia pusieron fin a la Guerra del Chaco con la firma del Protocolo de Paz. De 1932 a 1934 –la Guerra comenzó el 9 de septiembre de 1932– no se disputó ninguna competencia deportiva, incluyendo el fútbol.

Esta situación hizo que varios jugadores acudieran al llamado de la patria. Uno de ellos es Aurelio González, considerado el mejor futbolista de la historia de Olimpia. Tal era su amor al país, que en 1932 rechazó una oferta de San Lorenzo de Almagro.

González decidió dejar el fútbol por un tiempo y se quedó en Paraguay para combatir contra los bolivianos. Se llenó de gloria en los campos de batalla y en 1935 volvió a jugar con su querido Olimpia. Desde entonces, se ganó el mote de “El Gran Capitán”.

Antes de la Guerra, siempre con Olimpia, obtuvo el primer tricampeonato del fútbol paraguayo (1927-1929) y el título de 1931. Tras el conflicto bélico, conquistó el tricampeonato de 1936 a 1938. Pero su historia con la Franja Negra no terminó allí…

Aurelio González dando una de sus tantas vueltas en Para Uno. Foto: @fabian_1978.

Como director técnico consiguió el único pentacampeonato del balompié guaraní (1956-1960) y alcanzó la final de la primera edición (1960) del torneo de clubes más importante a nivel continental: la Copa Libertadores. Sus dos últimas ligas las ganó en 1965 y 1975. De esta manera, González es el segundo entrenador más ganador de Olimpia, con siete títulos (el más laureado es Luis Cubilla, con 16). Además, es el único que salió campeón invicto como jugador (1929) y técnico (1959).

Con la selección nacional también se destacó como jugador y DT: fue el máximo goleador de la Copa América de 1929 –en ese entonces se denominaba Campeonato Sudamericano– y se convirtió en el segundo técnico con más partidos dirigidos (57), sólo superado por Gerardo “El Tata” Martino (72). Asimismo, clasificó a la Albirroja para el Mundial de Suecia 1958. Uno de los grandes ídolos del fútbol paraguayo.