Manchester City completa el trámite ante Bayern Múnich

El Manchester City será quien juegue contra el Real Madrid en las semifinales de la Champions League, un partido que todos entienden como final anticipada, después de que cumpliera con su cometido (1-1) al empatar en Múnich frente a un Bayern que puso resistencia y no salió con los brazos caídos a pesar del resultado que traían del Etihad Stadium.

Lo primero que hizo Guardiola tras terminar el partido en Manchester fue advertir que en Alemania no regalan nada. Y razón no le faltaba. Hablaba por su experiencia en el Bayern y pronto se demostró que los de Thomas Tuchel no tenían nada que perder y mucho que ganar. Ante un Allianz entregado, y con la única novedad respecto a la ida de Cancelo en el lateral izquierdo, el conjunto germano buscó las debilidades de los de Pep y mereció terminar el primer tiempo con algún gol a su favor, aunque seguramente el que más cerca estuvo fue el City.

Especialmente productiva estuvo la línea de mediapuntas. Coman y Sané, como dos flechas, se juntaron con Musiala y pusieron en aprietos las espaldas de la zaga inglesa, con un juego directo con mucho sentido. No sólo robando y corriendo, sino pragmático. Y todo se podría haber acelerado si en el minuto 17 Sané, en su mano a mano ante Ederson, la hubiera metido.

Aun sin estar cómodo el City, producto de una presión tan arriesgada como efectiva del Bayern de Múnich prácticamente hombro a hombro, la más clara fue para su lado. Y vino en forma de penal, con protagonista destacado. Upamecano se llevó los focos en la ida y no iba a ser menos en la vuelta, aunque ya tenía puestos los ojos de todo el estadio, rezando para que no tuviera uno de esos días en los que sale en la foto. Fue por manos, sin sentido porque arrancó con ellas en la espalda, a un tiro de Gündogan. Le perdonó Haaland, que la mandó afuera.

No sería tan complaciente el noruego más adelante. Y es que la sentencia bávara llegó después de una diablura de Coman, quien merodeó el gol. La contra del City fue letal. De Bruyne jugó para Haaland y en el uno contra uno contra Upamecano se encontró con el resbalón inoportuno del francés, que dejó al noruego sólo frente a Sommer. Y Erling no perdona dos veces (57’).

En ese punto quedó resuelta la eliminatoria. Cuatro ya eran demasiados goles, aunque el Bayern quisiera seguir demostrando creer en una remontada milagrosa. Lo dijo la actitud de los jugadores y también los cambios de Tuchel, dando entrada a Tel, Müller, Davies y Mané, este último por Sané en un cambio con morbo, aunque los dos se dieron la mano. Acompañó a esa fe desesperada el Allianz Arena, que no dio su brazo a torcer y rugió más cuando el City se debilitó por la lesión de Nathan Aké, sustituido por Laporte, lo que provocó un paso atrás.

Puestos a morir, hacerlo con las botas puestas. Sí señor. Tanto que el resto del duelo se jugó en campo británico, con los de Guardiola calculando los espacios para no sufrir en exceso. Tampoco lo hicieron mucho. A Tel se le anuló un tanto por fuera de juego de Coman. Kimmich, de penal, tras mano de Akanji, anotó el gol del honor (83’). Lo último relevante fue la segunda amarilla que vio Tuchel, quien terminó expulsado en un partido pleno de nervios desde la banda.

Ahora, Haaland, De Bruyne y compañía enfrentarán a Real Madrid en un duelo que es ya casi un clásico de los tiempos modernos de la Champions League.

Fuente: Mundo Deportivo.