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La arenga de Mbappé en el entretiempo de la final del Mundial

Foto: Gentileza

Foto: Gentileza

Argentina volvió a ser campeón mundial después de 36 años y lo logró tras ganarle a Francia en la mejor final de la historia. Fue una dramática definición que, tras un empate 3-3 en los 120 minutos, el desenlace llegó con los penales. El primer tiempo del equipo de Lionel Scaloni fue arrollador y terminó 2-0 arriba. Es por este motivo que, en el entretiempo, el vestuario galo ardió por la encendida arenga –que se acaba de revelar– de su máxima figura: Kylian Mbappé.

En los 45 minutos iniciales el elenco Albiceleste tuvo su mejor producción en la Copa del Mundo si se considera la instancia y el rival. Se puso en ventaja con un tanto de penal de Lionel Messi y luego Ángel Di María amplió diferencias luego de una gran jugada colectiva que tuvo seis toques antes de la definición de Fideo, quien mientras estuvo en el campo de juego fue la figura de su equipo. En esa primera mitad, Francia no reaccionó y tal fue la superioridad de su rival que el entrenador Didier Deschamps metió dos cambios antes de ir al descanso.

El testimonio sobre la arenga fue registrado en el documental “Merci, Les Bleus” (Gracias, Los Azules) de TF1 que se emitió este martes, donde aparece el delantero del Paris Saint-Germain (PSG) muy enojado hablándole a los otros jugadores. “Es una final de la Copa del Mundo. Es el juego de toda la vida. No podemos hacerlo peor. Ellos marcaron dos goles. Volvemos al campo, dejamos de hacernos los tontos, vamos para adelante. A poner más intensidad, a meter todo y a hacer otra cosa”, sentenció el delantero, quien al comenzar con la arenga revoleó con bronca su camiseta al piso y sobre el final un vendaje.

 

En el video, Kylian es el único jugador que aparece de pie todo el tiempo, salvo Antoine Griezmann que solo lo hizo para secarse la transpiración. Luego, Mbappé sentenció: “¡Es la final de la Copa del Mundo! Ya está, marcaron dos goles, estamos abajo. ¡Podemos levantar!”, gritó el delantero, quien les recordó a sus compañeros: “Hola chicos, cada cuatro años hay algo así”.

El clima de tensión fue aún mayor, ya que, mientras Mbappé intentaba levantar al equipo, Deschamps caminaba con las manos en la cintura, luego se dio vuelta y se tocó la cara como no pudiendo encontrar respuestas. “Chicos, les digo sin enfadarme: ¿Saben cuál es la diferencia? Ellos están jugando una puta final del Mundial y nosotros no. ¡Eso!”, disparó el DT. “Realmente no estuve conforme en el primer tiempo. Tenemos calidad, esta fuerza de carácter. Me gusta, me encanta. No perdamos eso. Todo fue muy rápido. Hay que creer en ello hasta el final”, agregó el entrenador.

El primer plano a Raphael Varane agregó un marco de dudas en el equipo que se estaba jugando el bicampeonato tras el título conseguido en Rusia 2018 y que pretendía sumar la tercera estrella global (la primera consagración fue en 1998 ante su gente).

En tanto que el arquero suplente, Steve Mandanda, tomó la posta y también habló: “Ahora muchachos, ya está. Perdimos 2-0, ya está. Después, eso es lo que queremos. Todos lo hicimos una vez. Hay tiempo para dar vuelta al partido, y es posible. Pero tienes que ir al campo con un estado de ánimo diferente. ¡No es posible hacer eso, se terminó, muchachos, es una mierda! ¡Hicimos todo para eso!”.

Pero en el complemento tampoco hubo respuestas concretas de los franceses hasta 10 minutos antes del final. Fue ahí que Mbappé ratificó por qué es un fuera de serie, esos elegidos que en una ráfaga pueden cambiar la historia. Hasta ese momento no había jugado un buen partido, pero primero descontó de penal y un minuto más tarde convirtió un golazo. Fue el empate que obligó el alargue.

Las tensiones siguieron y en el segundo tiempo del suplementario Messi puso en ventaja a los suyos. Pero de inmediato respondió Mbappé con otro tanto de penal, a tres minutos del cierre. En el final, gambeteó por la izquierda y pudo haber marcado otro gol. Luego llegó la definición desde los 12 pasos en la que Emiliano “Dibu” Martínez desvió un remate y sus compañeros tuvieron más puntería para vencer 4-2 en la tanda y conseguir el título mundial.

La frustración de Mbappé fue inmensa y no olvidará esta derrota, pero también puede quedarse tranquilo porque se brindó al 100 % por su equipo y fue el máximo artillero del certamen (8 goles). Es el jugador más joven de la historia en llegar a 12 tantos en Copas del Mundo.

Este martes el crack francés cumplió 24 años y se encamina a seguir batiendo récords por su jerarquía y personalidad, pues demostró que es un líder natural dentro y fuera de la cancha.

Fuente: Infobae.

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