Qatar 2022: Argentina vs. Croacia, por el pase a la gran final

Para Argentina y Croacia no hay escalas intermedias. El que gane la semifinal de este martes a las 16:00, en el estadio Lusail y con el arbitraje del italiano Daniele Orsato, irá a la gran definición del domingo, en el mismo escenario y por el título de campeón. El que pierda se quedará con las manos vacías y con la obligación de jugar un partido ingrato, el sábado –también a las 16:00– por el tercer y cuarto puesto del Mundial Qatar 2022.

Los dos seleccionados llegan a esta instancia tras la definición desde la tanda de penales. Argentina, luego de ir ganándole 2-0 a Países Bajos y de que le empaten 2-2 en la última pelota del partido. Croacia, después de haber revertido una victoria de Brasil en el alargue. En los tiros desde los 12 pasos brillaron los arqueros Emiliano “Dibu” Martínez y Dominik Livakovic. Pero fue tan grande el desgaste físico y emocional de ambos equipos que ninguno querrá volver a pasarlo otra vez y, en la medida posible, tratarán de ganar en los 90 minutos reglamentarios, o bien, en los 30 suplementarios.

Croacia, dura de roer

Además, Croacia ha probado ser indestructible en los tiros desde el punto penal. Antes de dejar en el camino a Brasil, hizo lo propio en cuartos de final con Japón, en una noche consagratoria de Livakovic (detuvo tres remates). La cosa se estira incluso hasta el Mundial pasado, cuando eliminó en los penales a Dinamarca (octavos) y Rusia (cuartos), además de vencer en tiempo extra a Inglaterra (semis). Así, los balcánicos suman cuatro triunfos en definiciones por penales mundialistas, solo por detrás del récord de cinco victorias argentinas (dos en 1990, una en 1998, una en 2014 y la reciente ante Países Bajos). La Albiceleste también tiene otra marca y aún más imponente: jugó cinco semifinales y las ganó todas.

La campaña croata, hasta aquí, ha sido extraña: ganó un solo partido (4-1 a Canadá en fase de grupos) y empató 0-0 con Marruecos y Bélgica, y 1-1 con Japón y Brasil. Su fortaleza reside en la entereza espiritual para asumir los partidos y, desde luego, en el volumen de juego de un mediocampo liderado por la clase y el despliegue de Luka Modric, intacto a sus 37 años.

Fuente: Página 12.