Educador desmantela los oscuros manejos de Juan Carlos Orihuela

Un grupo de profesores de distintas disciplinas deportivas tiene en la mira a Juan Carlos Orihuela, presidente de la Federación Paraguaya de Deportes Acuáticos (Fepada). Filemón Villar Bareiro, titular la Asociación Universal Taekwondo WT y director de dos academias de enseñanza en el país, es la cabeza de este colectivo.

“Somos unos maestros que desde hace varios años venimos luchando por el deporte. Nos pusimos como meta comenzar con un cambio en el taekwondo, pero, a medida que progresábamos, la Secretaría Nacional de Deportes y el Comité Olímpico Paraguayo nos ponían trabas. No entendíamos el porqué. Con el tiempo, descubrimos el trasfondo: el dinero manejado por una casta política anquilosada en el deporte”, cuenta el exintegrante de la selección paraguaya de taekwondo a El Nacional.

En ese sentido, Villar Bareiro explica que lo que pretende este grupo de educadores es un cambio radical en el manejo del deporte paraguayo. “Buscamos una política con cambios, incluso de ley, porque la actual creó una estructura para tener dirigentes ricos con clubes pobres y atletas mantenidos por los padres”, asegura.

“Con la ley de acceso a la información pública hacemos que todos vean el manejo de nuestros impuestos. No es fácil, hay que ser constantes, ya que nuestras instituciones trabajan en bloque para poner palos en la rueda. No somos enemigos de nadie, solo buscamos transparencia y un cambio genuino”, agrega el formador.

Juan Carlos Orihuela, en la mira

Mediante este sistema, Villar Bareiro y su grupo colocaron a dos instituciones en el ojo de la tormenta: “Dado el volumen de trabajo, asignamos el primer nivel de investigación a las federaciones cuyas autoridades están en el Comité Olímpico Paraguayo. Con dos federaciones tenemos casi cerrado el circuito del uso de dinero”.

Una de ellas es la Fepada. “Esta federación es una muestra del modelo de manejo del deporte amateur, el cual se repite en casi todas las federaciones que reciben dinero público. Estos dirigentes pretenden atornillarse al poder. Por tal razón, cuando se acerca el final de sus mandatos, buscan un cargo internacional o en el COP”, sostiene.

“Lo llamativo de la Fepada es que su presidente ocupa el cargo desde 2009. También es titular de la Confederación Sudamericana de Natación y vicepresidente de la Federación Internacional de Natación. Nunca fue nadador. ¿Qué pasó con los históricos de este país como Torcida, Calvo, Pangrazio o Cabrera?”, cuestiona.

Asimismo, el también cinturón negro nacional se refirió al trato de Orihuela con los dirigentes de clubes asociados a la Fepada: “No me extrañó leer que tenga un manejo arbitrario y casi dictatorial. Con nuestro dinero, la casta dirigencial compra silencios ofreciendo viajes. En caso de que no haya sometimiento, aparecen las amenazas que van desde el control antidoping hasta el ostracismo deportivo. El miedo es el factor común, pues son dueños de la vida o muerte deportiva de un atleta”.

“La Fepada recibió dinero público para casi todos los emprendimientos, con el fin de solventar los gastos de sus atletas; sin embargo, todavía hay padres pagando préstamos por los viajes que la misma Fepada les cobró. Si bien aún falta profundizar en la investigación, tenemos las copias de los recibos expedidos”, asevera.

Por otra parte, habló de los dudosos procedimientos en el Centro Acuático Nacional (CAN). “Existe un sinnúmero de estudios de ingeniería y arreglos en el CAN que se han pagado y rendido cuenta a la Contraloría. Por ejemplo, hay dinero público que se destinó para la reparación del tablero, que hasta hoy no funciona. Con los Juegos Suramericanos Asunción 2022 creemos que volverá a ‘arreglarse’”, apunta.

Tablero del Centro Acuático Nacional.

“La Fepada terceriza la organización de sus competencias nacionales, las cuales creo que no son más de cuatro o cinco en el año. ¿Por qué terceriza? ¿Acaso la comisión directiva no puede organizar? Llevar adelante un torneo no es física nuclear, los clubes lo hacen cada año”, reclama. Y añade: “Lo llamativo es que, haciendo consultas con los clubes de natación, la organización de los certámenes no pasa de los G 30 millones. En cambio, a la Fepada le cuesta más de G 100 millones”.

A la Fepada le cuesta más de G 100 millones la organización de un torneo.

Lo más grave de la investigación de Villar Bareiro no solo tiene que ver con los costos: “La empresa encargada de organizar la competencia es una de limpieza, la misma que la Fepada contrata para mantener el CAN. Preguntamos a las limpiadoras si sabían de algún otro rubro de la empresa aparte del de la limpieza y no conocen a ningún nadador o exnadador que trabaje con ellas. Es aquí donde vemos responsabilidades por acción u omisión de la comisión directiva. Para una tercerización, la comisión tuvo que autorizar. Y para autorizar, la empresa debió presentar un proyecto y un presupuesto básico de adjudicación. En algún momento tendrán que deslindar responsabilidades como administradores del dinero público”.

La otra empresa encargada de la organización pertenece al rubro de limpieza y transporte. Ambas son de Fidel Fleitas Núñez.

“Tenemos muy poca fe en los clubes, pues ellos eligieron por unanimidad al presidente. Lo que corre en los pasillos de la natación es que hay sociedades anónimas disfrazadas de clubes familiares que responden a los dueños. También guardamos una fe prudencial con el actuar de la Contraloría General de la República. Hay sospechas de que esta casta dirigencial tiene sus tentáculos en dicha institución; las rendiciones presentadas son una vergüenza. No existe ningún control del proyecto, de presupuesto, de dirigentes, ni fiscalización efectiva de lo contratado y planificado. Solo basta la presentación de facturas y muchas veces recibos como los emitidos por la Federación Peruana de Natación en algún Sudamericano”, lamenta.

Recibo emitido por la Federación Deportiva Peruana de Natación.

Otra situación que llamó la atención de este grupo es el dinero destinado a un club en particular: “Cuando pedimos los proyectos hechos por la Fepada y su solicitud de recursos a la Secretaría Nacional de Deportes, encontramos que varias veces aparece un millonario monto para una institución que no figura en los registros de la Federación: el Club Ypacaraí. Nadie conoce a un nadador de allí. Ningún atleta de ese club figura en el ranking de natación. Creo que la plata que dieron al Club Ypacaraí, ningún otro club socio de la Fepada recibió nunca. Y buena falta hace”.

“Orihuela va por el cuarto periodo de presidencia en la Fepada. Cuando ya no podía candidatarse por impedimento legal, con otros dirigentes consiguieron que la ministra de Deportes modifique el reglamento. Ampliaron los mandatos: de dos a cuatro periodos, pero solo para federaciones de representación olímpica. Lo que estos dirigentes necesitaban era llegar al manejo de los Juegos Suramericanos”, concluyó.