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Rebeca Andrade, una medalla a la superación

La brasileña Rebeca Andrade. Foto: France 24H.

La brasileña Rebeca Andrade. Foto: France 24H.

La gimnasta brasileña Rebeca Andrade dio un paso gigante este jueves en una carrera marcada por los obstáculos y las lesiones, al conquistar la medalla de plata en el concurso general de los Juegos Olímpicos de Tokio.

A sus 22 años, esta nativa de Guarulhos (afueras de Sao Paulo), de origen humilde, aseguró por primera vez un lugar en el podio de la gimnasia femenina para Brasil.

Andrade estaba en posición de favorita tras la desistencia de la estadounidense Simone Biles. Y aún no dijo su última palabra, dado que en los próximos días disputará las finales de salto femenino, solo y viga en equilibrio.

Semejante posición era impensable hace dos años, cuando fue sometida a su tercera operación por la rotura de ligamentos de una rodilla.

Pero nada que pudiese desalentar a una joven acostumbrada a sobreponerse a todas las contrariedades desde que entró por primera vez a un gimnasio, a los 4 años de edad, gracias a un proyecto social de la alcaldía de Guarulhos.

Ya en su primer día se ganó el apodo de “Daianinha de Guarulhos”, en alusión a Daiane dos Santos, la gimnasta brasileña que logró 9 medallas de oro en solo en campeonatos mundiales entre 2003 y 2006 y que fue su constante inspiración.

Con una madre que trabajaba de empleada doméstica y estaba al frente de un hogar de ocho hijos, Rebeca se vio obligada a suspender sus entrenamientos “cuando el dinero apretaba”.

Pero sus entrenadores se organizaron para llevarla hasta el gimnasio. A los 9 años, fue a entrenarse durante un año en Curitiba (sur) y un año más tarde fichó por el Flamengo de Río de Janeiro.

A Tokio con ritmo de funk

En 2012, con apenas 13 años, ganó el Trofeo Brasil de Gimnasia Artística, superando a leyendas como Daniele Hypólito o Jade Barbosa, en su primer campeonato como profesional.

“Fue entonces que mi nombre empezó a ser más conocido”, recuerda.

Lejos de dar la espalda a sus orígenes, Rebeca lleva a las competiciones las referencias de un Brasil popular y marginado. En la clasificación para la final de Tokio hizo las pruebas de solo al ritmo de la melodía funk “Baile de favela”, de MC Joao.

Y en la prueba de este jueves encadenó la “Tocata y Fuga en Re menor” de J.S. Bach con el popular ritmo carioca.

Cuando termine su carrera, Rebeca quiere dedicarse a las “artes escénicas”.

“Creo que tengo un lado artístico y me irá bien”, dijo en 2016 en una entrevista con el medio digital Clickguarulhos.

En su debut internacional como adulta, en 2015, logró el bronce en la etapa de la Copa del Mundo disputada en Liubliana, en paralelas asimétricas, aunque poco después sufrió una de las peores experiencias en el mundo del deporte: las lesiones.

Del quirófano a la pista

En 2015, 2017 y 2019 sus lesiones en la rodilla la obligaron a pasar por el quirófano.

“Crecí mucho con todo eso. Mi maduración fue muy grande, como persona y deportista. No es que me guste haber pasado por esos momentos de lesión, pero fue esencial para crecer”, dijo el año pasado en una live de la Confederación Brasileña de Gimnasia.

La última cirugía, en 2019, le obligó a parar 8 meses. Pero el aplazamiento de los Juegos de Tokio-2020 por la pandemia de coronavirus le dio tiempo de recuperar su nivel.

En 2016, tras su primera operación, logró el oro en salto en la etapa de la Copa del Mundo de Koper, antes de participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde terminó 11ª.

“Creo que estaba cansada, fueron mis primeros Juegos Olímpicos, además de competiciones una tras otra, es difícil”, comentó.

Fuente: France 24H.

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