Osvaldo Domínguez Dibb y su deseo de preservar la piscina olímpica

Uno los legados patrimoniales más grandes que Osvaldo Domínguez dejó al Olimpia es la piscina ubicada detrás de las graderías norte del estadio Manuel Ferreira. Se trata de la primera pileta olímpica del Paraguay. Comenzó a construirse en 1987 y se inauguró dos años después. “Había 7.000 metros cuadrados con un zanjón grande que llevaba al arroyo Rodó. Esa parte tuvimos que entubar. Después compramos un pedazo del terreno que estaba lado”, cuenta don Osvaldo a El Nacional.

Foto: Club Olimpia.

“También hicimos la cancha de básquet, de hándbol, el quincho parrilla, la pista de baile y el salón blanco, con el deseo de que el Olimpia no sea solo un club de fútbol, sino uno social y deportivo. Queríamos ser un Centenario chico y tener la afluencia de socios con sus cuotas, para así autofinanciarnos. No se pudo lograr ese objetivo, pero le dimos otra imagen al Olimpia. Crecimos patrimonialmente”, explica ODD.

Ese crecimiento fue una constante desde que el Tigre asumió la presidencia. “Había un solo baño en la parte social. Era un caserón viejo de 1887”, señala. Así también ocurrió con la Villa Olimpia (centro de alto rendimiento del equipo de fútbol). “Era un terreno abandonado. Un día fui a mirar y clavé la bandera olimpista allí”, revela.

Un bien que favorece a los socios

Por tal razón, el expresidente del Olimpia se muestra en contra de cualquier proyecto que contemple eliminar un bien que favorece tanto al club como a sus socios. En ese sentido, considera que, como última opción, con USD 100.000 la pileta se podría acortar a la mitad: “No habría que tocar la pileta. Total, si detrás existe un proyecto con una inversión grande, USD 100.000 no es mucho para reducirla a 25 metros”.

Finalmente, el presidente más ganador del fútbol paraguayo reiteró, en estos 119 años del Olimpia, su deseo de preservar la pileta. “Le tengo cariño porque se construyó bajo mi presidencia. Espero que no desaparezca”, concluyó.