Stéphane Peterhansel, a un paso de consagrarse campeón del Dakar

Bajo control. Así ha tenido el Dakar Stéphane Peterhansel desde prácticamente el primer día (con la única excepción del percance en la maratón). Y este jueves también ha sabido manejar la etapa clave, en la que ha cedido poco tiempo, apenas 1:56 sobre Nasser Al-Attiyah, infructuoso ganador de la jornada.

Ni dos minutos se ha dejado Peterhansel en la que debía ser una de las etapas más largas y duras, pero que finalmente no ha cambiado tanto el panorama de la carrera. De hecho, el francés prácticamente la ha sentenciado, puesto que mantiene 15:05 sobre Al-Attiyah. Algo que, salvo una catástrofe en los 225 kilómetros finales de mañana, sentencia el Dakar.

Porque la carrera ya solo está en manos de Peterhansel… y del destino, que hoy les ha vuelto a dar un pequeño susto al final, cuando han pinchado al golpear una roca oculta en las dunas, que además les ha hecho temer por nuevos daños en la suspensión. En el tramo final redujeron el ritmo, pero han salvado bien la situación.

De este modo, Monsieur Dakar buscará mañana su decimocuarto trofeo del Touareg defendiendo esos 15:05 con los que aventaja al catarí de Toyota en los 225 kilómetros finales. “Crucemos los dedos, es el último día y esperemos acabarlo en primera posición”, comentaba el líder de la prueba tras superar el penúltimo obstáculo.

Sainz, nada que hacer

Carlos Sainz no tuvo opción de disputar siquiera el triunfo de etapa, ya que su papel estaba claro desde el final del día de ayer: rodar lo más cerca posible de Peterhansel para asistirle en caso de necesitarlo. Así que su etapa no tuvo historia porque, además, cargaron el auto con piezas de recambio adicionales por si surgía una avería.

Tampoco faltó la habitual ración de problemas, esta vez con dos pinchazos seguidos al final que le dejaron sin ruedas de repuesto y la rotura de la toma de aire del techo del Mini al golpear un alambre suelto: “Nos ha pasado de todo, pero al menos ya estamos en el final del Dakar”, reconocía el madrileño.

Fuente: marca.com.