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Cultura

El contralugar. Dos textos sobre la muestra “Topos”, de Gustavo Riego

Gustavo Riego. "Sin título". Cortesía

Gustavo Riego. "Sin título". Cortesía

Dese hace ya algún tiempo el trabajo de Gustavo Riego se ha debatido entre la crítica a una realidad sumida en el deseo insaciable de productividad, vista solamente en términos de mercado, y la irrupción de momentos de quiebre que también sirven al capital, como lo son las guerras.

A partir de la búsqueda de materiales, de su manipulación, y cruzando esta búsqueda con pensamiento y mucha lectura, Riego propone delicados gestos, no por eso menos elocuentes. Estos gestos reúnen palabras, como claves que se insertan en la obra visual.

Gustavo Riego, Worker, 2024. Cortesía

Gustavo Riego, Worker, 2024. Cortesía

A pesar de que los tiempos que corren no son momentos esperanzadores, Riego apunta a pensar lugares, en el sentido más amplio del término, en los que introducir un señalamiento. Así, el artista insiste en hablar de utopías, desde la referencia de la palabra “topos”, convocando con ella la misma utopía, pero también las distopías o las heterotopías. Sabemos, las utopías parecieran estar ya extintas. El filósofo francés Miguel Abensour, sin embargo, utilizaba el término “utopía”, arriesgando otras maneras de entenderlo: “pensar contra”, decía, pensar contra el propio tiempo o quizá en su revés. Si entendemos ese pensar el propio tiempo a la inversa, sobre todo este tiempo, estaríamos confrontándolo con otro imaginado, uno de los tantos posibles.

Gustavo Riego, “Please Help Yourself”, 2017. Cortesía

Gustavo Riego, Please Help Yourself, 2017. Cortesía

Ante un tiempo plagado de incongruencias, oponer, poner en crisis, se hace necesario. Retomando a Abensour, Patrice Vermeren, académico francés, propone una noción de democracia concebida no como sistema de acuerdos y principios sino como un espacio de confrontación; casi al igual que Rancière, cuando dice que la política aparece solamente cuando aquellos que no forman parte de quienes toman decisiones sobre lo que les concierne reclaman igualdad. Es decir, confrontan.

Hay en el gesto de Riego un reclamo, aquel que busca oponer algo contra la realidad percibida como ruina de un deseo. Así, esos mínimos gestos se resuelven como señas, como mojones que marcan un lugar opuesto al que se atraviesa, un espacio invertido donde volver a pensar figuras, donde volver a pensar ideas que parecen quizá ya sobrepasadas. Un contralugar que deviene espacio de imaginación de otras realidades posibles.

Gustavo Riego, “Peace”, 2024 (díptico). Impresión a tinta sobre papel, montado sobre acrílico. Cortesía

Gustavo Riego, Peace, 2024 (díptico). Impresión a tinta sobre papel, montado sobre acrílico. Cortesía

* * *

Nada (…)
habrá tenido lugar (…)
sino el lugar.
Stéphane Mallarmé, Un golpe de dados jamás abolirá el azar

Todo pensamiento, dice Mallarmé, emite un golpe de dados. Todo pensamiento opera luego sobre alguna realidad, cuando no se queda solo en la mera idea. El escritor lo vuelve inscripción legible, el músico sonido compuesto, el artista visual trabaja desde la manipulación de material sensible a la vista para componer imagen. Estoy en el taller de Gustavo Riego. Sobre la mesa hay libros -un primer golpe de dados-.

Gustavo Riego, “One Dollar”, 2023. Cortesía

Gustavo Riego, One Dollar, 2023. Cortesía

Desde esos libros, Gustavo se aproximó al arte que ahora trabaja y que no ha trabajado solo, ha sido acompañado por teóricos, maestros, por literatura. Ese trabajo de arte se encuentra envuelto en reflexión, en puesta en crisis de tiempo y espacio vivido transitados. Al lado, otra mesa. En ella, objetos aparecidos de esas ideas y trabajados mínimamente, manipulados de forma sucinta -otro golpe de dados-.  Aparecen palabras fuertes, aparecen materiales diversos. Cera de abejas, periódicos, objetos, papel, tela. Aparecen palabras como “worker”, “wall”, “dollar” o frases como “please help yourselve”: estas palabras o frases funcionan como emblemas que encierran un concepto declarado. Los sucesivos golpes emitidos darán lugar, aunque lugar no haya o haya un contralugar, a una cifra que cada quien podrá vincular o no, por efecto o no del azar, a alguna idea. Otro pensamiento -un golpe de golpe de dados más emitido ya fuera de la muestra, para siempre vinculado a otras sensibilidades.

Gustavo Riego, Walls (díptico), 2024. Cortesía

Gustavo Riego, Walls, 2024 (díptico). Cortesía

 

Nota de edición: La muestra “Topos. Nada habrá tenido lugar sino el lugar”, de Gustavo Riego, fue inaugurada en la Sala Olga Blinder del CAV/Museo del Barro en el marco de Pinta Sud Asu 2024 y permanecerá habilitada hasta el 21 de septiembre incluido. Se anuncia una visita guiada para el sábado 14 de septiembre a las 17:30 horas (Grabadores del Cabichu’i entre Cañada y Emeterio Miranda).

 

* Lia Colombino es escritora, poeta, crítica de arte. Cofundadora de Ediciones de la Ura. Fue presidenta de AICA Paraguay. Es directora del Instituto Superior de Arte (FADA-UNA) y del Museo de Arte Indígena del CAV/Museo del Barro.

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