La emergencia de una colección

POR Ticio Escobar *

Esta muestra presenta una selección de las obras reunidas por Marcelo Barúa, tras la intención del Museo del Barro de abrir al público colecciones privadas de producciones de artistas del Paraguay. La exposición se halla integrada por pinturas, grabados, dibujos, objetos y técnicas mixtas correspondientes al arte actual producido en el país, colectados de acuerdo a ciertos criterios básicos, que van madurando con el proceso mismo de consolidación del acervo.

“La emergencia”. Vista de sala

En primer lugar, se tiene en cuenta la calidad de las obras, según juicio del coleccionador: aunque eventualmente este recurra a la asesoría de especialistas, a la hora de adquirir una obra resulta gravitante su gusto personal, clásico valor de la estética. Este factor hace que la colección defina su singularidad afirmada también en notas subjetivas, como la convicción, el afecto, los elementos cognitivos propios y la intuición, elementos que dotan a las obras de cierta energía común.

“La emergencia”. Vista de sala

En segundo lugar, la colección apunta a reunir piezas modernas y contemporáneas provistas de cierta vigencia de época; no incluye, por eso, obras de los artistas históricos, anteriores a mediados del siglo XX. En tercero, el acervo integra tanto obras de creadores de origen vanguardístico ilustrado como de artistas indígenas y populares, tratados todos en el mismo nivel. Por último, la selección de Barúa privilegia las obras de artistas jóvenes, emergentes en muchos casos, por sobre las de artistas provistos de una inscripción institucional más firme, aunque estos también están representados en la colección.

“La emergencia”. Vista de sala

Este último rasgo da el título a la muestra; el término La emergencia destaca la presencia de ciertos nombres de reciente aparición en la escena de las artes visuales locales, pero también enfatiza el carácter emergente de la propia colección, comenzada a formarse de modo relativamente reciente. El título no descarta otra connotación que tiene la reunión de estas obras: la emergencia considerada no solo en su sentido de grave riesgo inminente, sino en el de urgencia; llega un momento en el que urge el deseo de obra, factor fundamental que distingue al coleccionista de quien adquiere piezas de arte no por pasión, sino por interés especulativo.

Ese deseo urgente de obra empuja a la colección, que rara vez se inicia tras el propósito de constituir un conjunto sistemático importante. Marcelo Barúa comenzó a comprar obra hace veinte años, con un grabado de la serie Las lluvias de Livio Abramo, el artista más veterano de lo que después constituiría el conjunto colectado. Luego viajó a Europa y recién a su regreso, hace aproximadamente diez años, realizó su segunda adquisición, Los candados, de Osvaldo Salerno, a la cual siguieron otras de modo disperso; solo mucho después, ya en tiempos pospandémicos, emprendió la búsqueda de obras con regularidad, perspectiva sistemática y encuadre teórico (cursos, lecturas, seminarios). Hoy, la colección consta de alrededor de 300 piezas, de las cuales esta exposición seleccionó solo algunas según criterios editoriales que corresponden, a su vez, a las miradas de los curadores de esta muestra. De esta manera se cruzan institucionalmente perspectivas diversas que promueven no solo la apertura al público y la difusión de un patrimonio privado en proceso de formación, sino la emergencia ‒valga este término en todas sus acepciones‒ de nuevas lecturas, interpretaciones y acercamientos que renuevan una y otra vez las obras y enriquecen la colección.

“La emergencia”. Vista de sala

* Ticio Escobar es crítico de arte, curador, docente y gestor cultural. Fue presidente de la sección paraguaya de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA Paraguay), director de Cultura de la Municipalidad de Asunción y ministro de la Secretaría Nacional de Cultura. Es director del Centro de Artes Visuales/Museo del Barro. Es curador, junto a Osvaldo Salerno, de la muestra a la que hace referencia este texto.