Mar_IA: investigación de Belén Rodríguez sobre la inteligencia artificial

POR María José Fiorio *

A través de la exploración de la materia y la reciente investigación sobre las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial, Belén Rodríguez presentó hace unas semanas en la Manzana de la Rivera una selección de imágenes creadas a partir de una serie de narraciones dadas a un algoritmo generador de imágenes, en las cuales se sitúan figuras sacras en un determinado contexto y con diferentes características.

La tecnología de la IA posee varias ramas y enfoques dentro del campo de la informática, en este caso, se utiliza la IAG (Inteligencia artificial generativa) y la técnica del deep learning (aprendizaje profundo) para la creación de las imágenes expuestas en esta muestra. A la hora de plasmar ciertas partes del cuerpo humano estas inteligencias muestran algunas imprecisiones, a la fecha de este escrito.

Se presenta una serie de impresiones sobre azulejos, sobre los mismos, la artista impregna estas imágenes generadas, resultado de historias narradas e introducidas detalladamente a una de las tantas inteligencias artificiales caracterizadas por crear imágenes a partir de texto. Rodríguez decide trabajar la iconografía de María, figura convencionalmente conformada por una estructura y atributos específicos cuyas bases se encuentran en tradiciones e imaginarios religiosos.

Obra de Belén Rodríguez. Cortesía.

En las representaciones se observa que las imágenes o las figuras de cierta manera mantienen la estructura mencionada, pero esta también se ve alterada a causa de las narraciones planteadas por Rodriguez, en los resultados aparecen otros elementos alejados al imaginario que rodea la figura de María, elementos hostiles intrínsecamente relacionados con la violencia y la muerte.

Dichas imágenes podrían remitirse al concepto de vera icon -del latín y griego, verdadera imagen-, lo que conecta con lo non manufactum, referencia a aquello que no fue hecho a mano y contiene una carga simbólica de carácter sagrado a causa de una ejecución de índole “milagrosa”, pero aquí es la IA la cual crea una imagen original, algo que antes no existía, sucede una “aparición” non manufactum en la que no hubieron manos humanas involucradas, lo cual también puede remitir a esa imagen verdadera pero no un sentido sagrado sino en uno revelador (las narraciones de la artista no describen algunos aspectos de la apariencia de las figuras de María) en donde la IA inserta y da cuenta de ciertos sesgos que parten de lo humano y permean en esa nueva imagen creada.

Pareciera que todo lo que rodea a lo producido con IA es tema de debate y conflicto, así con respecto a los datos manejados por las compañías y empresas para desarrollar este tipo de tecnología, el cambio que produce en los distintos procesos socioculturales y económicos, en cuanto a acelerar flujos de trabajo en algunos campos laborales y educativos, reemplaza funciones convencionalmente llevadas a cabo de forma mecánica o manual, afecta el modo en que las personas interactúan con y a través de esta tecnología. En el campo del arte también se observa este impacto, pero como ya ha sucedido en el pasado con la llegada de otras tecnologías, puede ser visto al mismo tiempo como una herramienta que contempla nuevos procesos para concebir obras, pensar otros imaginarios, crear otras narrativas.

La muestra plantea una reflexión acerca de las imágenes producidas a través de las inteligencias artificiales y a la vez presenta una crítica a cuestiones relacionadas a su mismo origen, a lo humano y lo social, así como a su capacidad para seguir instalando y re-produciendo los mismos sesgos que se encuentran presentes fuera de ésta.