Cultura
Aimé Bonpland: El botánico en Sudamérica y Paraguay
EDICIÓN ESPECIAL. Acaba de desarrollarse en Corrientes, Argentina, un encuentro de especialistas en homenaje a Aimé Bonpland, en el 250º aniversario de su nacimiento. Este artículo, que resume lo expuesto en el coloquio, recuerda el legado del científico francés, quien exploró América del Sur en compañía de Alexander von Humboldt y permaneció casi diez años en Paraguay.
Aimé Bonpland. Daguerrotipo, ca. 1850. Archivo de la Universidad de Harvard
Aimé Jacques Alexandre Goujaud, más conocido simplemente por Aimé Bonpland, compañero expedicionario de trabajos científicos del célebre Alexander von Humboldt, llegó al Paraguay en circunstancias ya muy conocidas, habiendo sido apresado por soldados paraguayos en Santa Ana y confinado a un paraje denominado Cerrito, entre Santa María de Fe y Santa Rosa, Misiones, Paraguay, por orden del dictador supremo de la República del Paraguay, don José Gaspar Rodríguez de Francia. Su estadía involuntaria duró cerca de diez años, viviendo normalmente y tratando de ganarse la vida aplicando sus conocimientos, pues era médico de profesión pero, además, utilizando sus conocimientos botánicos, criando ganado y cultivando plantas que pudieran tener alguna utilidad como la batata, cítricos como naranjos y limoneros, algodón, e inclusive algunas cuya extracción de aceite pudiera darse, como el caso del piñón.
Todos concuerdan en que fue un personaje muy polifacético, amante de la ciencia botánica como colector y taxónomo, pero también de las utilidades y usos de las plantas en general, político en su momento, comerciante y estudioso de la yerba mate, Ilex Paraguariensis St. Hil., entre otras cosas. En este corto artículo, lo recordaremos como el botánico al que le tocó actuar como tal en Paraguay, en circunstancias muy difíciles, aislado, lejos de su familia y amigos y comenzando prácticamente de cero.
Aimé Bonpland fue alumno de Thouian, Lamarck, L. A. de Jussieu y Desfontaines, entre otros grandes botánicos, y formó parte del grupo de discusión sobre aspectos de la evolución vegetal en donde también participaba el gran Agustin De Candolle. Con esos antecedentes y un espíritu muy curioso, se une en la famosa expedición de von Humboldt y ya con él en la actual Colombia, colaboraron con los célebres botánicos Celestino Mutis y Juan José de Caldas.
Existen muchas menciones de su actuación como botánico en Sudamérica y, llegado a Paraguay, escribe sus experiencias y registros en un cuaderno denominado “Viaje al Paraguay” y que fuera encontrado dentro de su Journal de Botanique, en donde se mencionan sus colecciones botánicas de los sitios cercanos al de su confinamiento y el departamento de Itapúa. Igualmente, hace referencia a su actuación como médico, ya que era un profesional de la salud, aplicando el uso de plantas medicinales con sus pacientes.
La botánica Alicia Lourteig (1977), argentina pero residente en París y trabajando en el Museo de Historia Natural de la misma ciudad, hace un meticuloso trabajo realizando un inventario detallado de los manuscritos de Aimé Bonpland, sistematizando toda la documentación existente en el Herbario del Museo. Como producto de dicha sistematización publica algunos resultados, mencionando que, durante su estadía en Paraguay, Bonpland coleccionó incansablemente plantas, anotándolas; se trata de una contribución muy valiosa pero incompleta pues la intención de la autora ha sido simplemente dar una información general, inédita o poco conocida de la actuación de Bonpland en tierras sudamericanas [1]. Lo cierto es que tampoco se aportan datos reales acerca de las colecciones realizadas en Paraguay, hasta el momento [2].
Igualmente es cierto que al dejar Paraguay, nuevamente por orden del dictador Francia, no se lleva ningún manuscrito de gran volumen, excepto el conocido como Journal de Botanique y otras anotaciones relativas a los pacientes que atendía como médico.
Luego de sus trabajos con Humboldt, llevó al Jardin des Plantes de París unos 66.000 pliegos de material de herbario (algunos hablan de 74.000), con unas 6.200 especies desconocidas en Europa, en 25 cajones, siendo estas colecciones conjuntas con A. von Humboldt. El biógrafo del gran botánico alemán, Karl Kunth, quien se encargó básicamente de realizar las determinaciones taxonómicas de las plantas colectadas junto a von Humboldt, habla de 70.000 especies, de las cuales unas 5.000 serían nuevas para la ciencia.
En síntesis, el legado al Jardin des Plantes de París es de unos 66.000 pliegos de herbarios de los cuales en el Nova Genera et Species Plantarum (1823) figuran aproximadamente unas 3.000 especies nuevas para la ciencia, colectadas en los países equinocciales: Venezuela, Ecuador, Colombia, Perú, México y sur de Estados Unidos. Como se ve, son los países conocidos como megadiversos, dada la cantidad elevada de especies de la flora fanerogámica. La tarea de A. Bonpland fue la de colectar, documentar y dibujar dicha flora, lo que hizo con aproximadamente 4.000 especies. Esta tarea era diaria, al término de sus colecciones de campo y la tarea de determinación de los nombres latinos la debía realizar a su regreso a Europa.
En Sudamérica (Argentina) describió el bosque misionero (conocido como selva), con sus vegetales y animales; sus diarios posteriores registran unas 2.884 plantas colectadas en el Uruguay, no especificando si eran solo originales o con los duplicados respectivos.
¿Aimé Bonpland dejó registros de plantas colectadas en Paraguay? Es posible que sí lo haya hecho, pero aún no tenemos registros de pliegos de herbarios colectados en nuestro país. Esa es una tarea pendiente que tenemos los paraguayos, la de investigar dónde se encuentran dichos pliegos ya que él vivió en el país casi 10 años.
En tanto, mientras no aparezcan las colecciones de plantas de Bonpland, las colecciones de Johann Rengger seguirán siendo los registros más antiguos para la flora vascular paraguaya.
Notas
[1] Lourteig, A. 1977. Aimé Bonpland. Bonplandia 3 (16): 1-317.
[2] Contreras, R., Giacchino, A., Gasparri, B. & Davies, Y. (2020). Ensayos sobre Aimé Bonpland (1773-1858). Fundación de Historia Natural Azara y Universidad Maimónides, 211 p.
Nota de edición: La doctora María Fátima Mereles fue parte de uno de los paneles que se llevaron a cabo durante el congreso, organizado por el Instituto de Cultura de Corrientes.
* María Fátima Mereles es investigadora en el área de Botánica y Ecología, profesora de posgrado de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN-UNA) en la maestría de Conservación de biodiversidad. Es investigadora nivel III del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y miembro de la Sociedad Científica del Paraguay.
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