Cultura
Georges Bernanos y el sueño de vivir en Paraguay
Acaba de aparecer “La pista Bernanos”, novela de Jean Christophe Potton, embajador de Francia en Paraguay entre 2014 y 2017. La trama gira en torno a un manuscrito supuestamente olvidado por el célebre escritor francés Georges Bernanos en su fugaz paso por el país. Aquí, nuestra conversación con el autor.
Jean-Christophe Potton y Georges Bernanos. Cortesía
Contemporáneo de Léon Bloy, Paul Claudel y François Mauriac, Georges Bernanos perteneció a un grupo de escritores católicos que, a comienzos del siglo XX, rechazó el naturalismo en la literatura francesa y participó políticamente en los círculos intelectuales de París. Al igual que el furibundo Bloy, fue un crítico acérrimo, si bien desde un enfoque cristiano, del materialismo occidental y la falsedad burguesa.
Sus novelas, descritas como obras de contenido religioso y místico, dan cabida a lo misterioso y sobrenatural al tocar temas universales como el bien y el mal, la virtud y el pecado. Una de las más conocidas es Los grandes cementerios bajo la luna (1938).
Más de 70 años después de la muerte del escritor francés, Jean-Christophe Potton, fascinado por su apasionante figura y su fugaz paso por Paraguay, escribió un relato de ficción fruto de sus vivencias e investigaciones durante su estancia en nuestro país. A ello se sumó la seducción que despertaron en él la historia y la cultura paraguayas, y su compleja realidad social. Así nació La piste Bernanos. Paraguay, libro publicado originalmente en francés en 2019 por la editorial Temporis y cuya edición en español, traducción de Cristina Boselli Cantero publicada por Servilibro, fue presentada recientemente en la Alianza Francesa, en el marco de la Semana de la lengua francesa y la francofonía.
La pista Bernanos. Paraguay trata acerca de Thierry de Massay, quien descubre que su fallecida abuela mantenía correspondencia con el escritor francés. Una carta revela que Bernanos dejó olvidado un manuscrito en Paraguay en 1938 y el protagonista decide viajar a nuestro país para buscarlo. En su aventura, es acompañado por la estudiante Coraline Béroud. En el curso de su investigación, ambos franceses buscan el documento en comunidades indígenas aisladas del Chaco, al mismo tiempo que entran en contacto con la guerrilla que actuaba en el norte del país, y los jesuitas, herederos de las misiones del siglo XVIII.
―¿Cómo surgió la novela?
―Pasé tres años apasionantes en Paraguay. Me fascinó el país y tuve lazos muy fuertes con muchos paraguayos que me recibieron tan bien con mi familia. Quisiera hablar de eso, agradecer a todos y dar a conocer el país. La historia tan particular del gran autor francés Georges Bernanos me dio el punto de comienzo para la trama de la novela, que se desarrolla en el Paraguay de hoy.
―¿Fue esta su primera incursión en la literatura de ficción?
―Sí. Soy un “joven” escritor de 60 años.
―¿Influyeron sus experiencias como diplomático en la idea de escribir esta novela?
―Por supuesto, mi posición de diplomático me permitió acceder a mucha gente y ver muchas cosas, pero aprendí también muchísimo con mis amigos de tenis, los numerosos y brillantes artistas que tuve la suerte de conocer, los indígenas que me recibieron tan bien en sus comunidades, las familias francesas de Paraguay, los jóvenes cooperantes caritativos que me impresionaron. Quisiera agregar que nosotros, los diplomáticos, estamos más acostumbrados a redactar informes y ensayos que novelas. Pero no dudé en eligir la forma novelesca porque correspondía mejor a mi sensibilidad y permite acceder también a otro público y otras regiones del corazón.
―¿Cuál es su interés en Georges Bernanos? ¿Cuál es su vínculo con Paraguay?
―Con su mejor amigo, Maxence de Colleville, a los diez años de edad, Bernanos tuvo el objetivo de vida de comprar tierras y vivir en el Paraguay. Toda su vida quiso ir a vivir a Paraguay y no a otro país (lo que hizo casi toda la familia de Maxence de Colleville, cuyos descendientes viven hasta hoy en Asunción y Ciudad del Este). En la década de 1930, Georges Bernanos era probablemente el escritor más conocido e importante de Francia. En 1938, con 50 años de edad, se marcha de Francia con su esposa y sus seis hijos para instalarse de manera definitiva en Paraguay. Pero se quedó solo cinco días. El éxodo de Bernanos respondía a su disgusto por el abatimiento de Francia y los estados europeos ante la amenaza hitleriana. Su deseo de llegar a “la tierra de los jesuitas y guaraníes” tenía que ver con su intención de “restaurar un mundo utópico”, de acuerdo con los valores católicos que profesaba. No obstante, pese a efectuar una larga travesía junto con su familia, su proyecto se truncó, y debió marcharse a los pocos días de llegar a Asunción, ciudad entonces aquejada por los males de la posguerra del Chaco. Lo cierto es que Bernanos, finalmente, se estableció en Minas Gerais, Brasil, sitio en el que permaneció varios años, en una especie de autoexilio, antes de regresar a Francia.
―La novela se centra en la búsqueda del manuscrito de Bernanos. ¿Qué hay de verdad y de ficción en esta trama?
―Yo quería una intriga para escribir sobre el Paraguay de hoy. Me parecía imposible que Bernanos se fuera del país de sus sueños tan rápido, sin dejar algo como homenaje. Como él era escritor, imaginé que dejó y escondió un manuscrito. A la muerte de su abuela en 2015, un francés de 48 años descubre una carta redactada por Bernanos, en la cual menciona el manuscrito. Entonces decide ir a buscar el texto inédito de un autor tan importante, acompañado por una joven estudiante francesa muy cristiana. Por supuesto, eso es ficción, pero mucho de lo que ven los dos franceses en su recorrido paraguayo no es ficcional.
―¿Qué escenarios y situaciones del Paraguay contemporáneo se retratan en la novela? ¿Qué recorrido realizan los personajes en territorio paraguayo?
―Hay muchas situaciones y encuentros en Asunción, Areguá, San Bernardino, en el Chaco, Concepción, Misiones y San Joaquín. La gran diversidad y riqueza humana y cultural de Paraguay siempre me impresionaron.
―¿Exigió la escritura de la novela alguna investigación o documentación especial?
―Tuve que reunir documentación sobre Bernanos que había leído, pero que no conocía lo suficiente. Pero no tuve que hacer mucho más trabajo sobre Paraguay, ya que durante todo mi tiempo en Asunción viajé mucho y traté de aprender lo más posible acerca de un país tan interesante (y que permanece hasta ahora un poco misterioso para mí).
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