Cultura
34ª Bienal de São Paulo: “La bienal de los indios” en Ibirapuera
Jaider Esbell (Brasil). “Cartas al viejo mundo”, 2021. Obra y acción performática © Luis Vera
Desde hace poco más de una semana está abierta la 34ª Bienal de São Paulo en el Parque Ibirapuera, que este año se realiza bajo el lema “Faz escuro mas eu canto” (Está oscuro, pero yo canto), verso extraído de Madrugada camponesa (Madrugada campesina), poema de Thiago de Mello publicado en 1963 poco antes de la instalación de la dictadura militar en Brasil, y que con el tiempo fue adquiriendo nuevos significados, como expresión de protesta, de resistencia, también de luto y de esperanza.
Para Jacopo Crivelli Visconti, curador general, “esta perspectiva histórica es una de las que más nos interesaba presentar. Es más importante hablar en tiempos conflictivos, desafiantes, que hablar en tiempos pacificados”. La presente edición de la Bienal se realiza en un escenario convulsionado política, económica y socialmente en Brasil.
El encuentro internacional, que ya tiene siete décadas, congrega casi cien artistas, con más de 1.100 obras traídas de varios continentes, como culminación de las actividades que se vienen desarrollando desde febrero de 2020 con la gran muestra en el edificio diseñado por Oscar Niemeyer. La programación incluye decenas de exposiciones paralelas en toda la ciudad, en instituciones asociadas a la Bienal.
Esta 34ª edición presenta un perfil especial por la activa participación de nueve artistas indígenas contemporáneos, de los cuales Daiara Tukano, Sueli Maxakali, Gustavo Caboco, Uýra y Jaider Esbell son del Brasil. “Esta participación no es pasajera, no forma parte de un cupo o concesión, sino que fueron seleccionados por su potencia, se representan a sí mismos y actúan en su propio nombre”, señaló a la prensa Paulo Miyada, curador adjunto, a lo que Daiara Tukano, por su parte, agregó: “Es la hora de estar presentes en todos los territorios, con la cabeza erguida, celebrando la verdad, la memoria y la cultura de los pueblos indígenas”.
“Podemos elegir el fundamento del protagonismo indígena”
Jaider Esbell, del pueblo Macuxi de Roraima, es artista, curador, escritor, educador, activista, promotor y, como se denomina a sí mismo, agitador cultural. Ocupa varios espacios en la Bienal, donde una de sus obras, Carta al viejo mundo, consiste en un gran panel con intervenciones a revistas y libros de arte con dibujos, consignas y mensajes irónicos sobre la mirada occidental hacia las culturas indígenas. Frente a ella exhibió, en una acción performática realizada con otros artistas indígenas, un cartel que decía A bienal dos indios (La bienal de los indios), marcando una señal de presencia crítica en el encuentro. Su propuesta, según dice, es dejar de reproducir los sistemas artísticos hegemónicos y las estrategias de colonización. De hecho, en contacto con Amazonia Real dijo que “el sistema de arte indígena no tiene nada que ver con el sistema europeo que nos fue impuesto durante y después de la colonización”.
Así describe Jaider su participación en el evento paulista: “Qué hago aquí? No históricamente, anteriormente a cualquier cosa, estoy aquí en cuanto pueblo indígena. De la Amazonia vine a visitar a mis parientes guaraníes, pero no pude llegar directamente, tengo mucho que hacer, mucha gente extraña frente a mí, muchas cosas estúpidas, una megalópolis. Voy a visitar a mis hermanos guaraníes, ellos podrían estar aquí debajo de esa galería que está sobre el cementerio y todo ese peso de borrarnos. No estoy aquí para ir a un museo de Europa, estoy yendo a visitar a mis parientes. Para llegar allá me tengo que someter a la blanquitud e ir, sí, a todos los museos, porque es necesario. Pero no es un movimiento mío, soy una pieza minúscula de esa gran orquesta que organizaron para el mundo. Esa colonialidad y contracolonialidad. Necesito someterme, como dije, necesito respirar, hacer movimientos, hacer todo para llegar allá con ellos de nuevo, para tener ese, nuestro momento de intimidad”.
Planteamos el tema en una conversación, en la que Jaider dice: “Creo que podemos elegir el fundamento del protagonismo indígena, el fundamento de la autoría, el fundamento de la formulación de un pensamiento y otra epistemología que no sea a partir de una matriz, orientación o raíz eurocéntrica. Cuando comienzo a investigar más detalladamente nuestra propia producción, que podemos llamar artística, percibo que es un tema que ya viene siendo tratado en la academia brasilera especialmente. Es la lectura que hago, y percibo que quienes investigan nuestra producción la denominan arte contemporáneo indígena”.
Sobre el punto, Jaider hace una precisión: “Eso, para mí, suena como la idea de que nosotros, los pueblos originarios, no tuviésemos arte y que Europa llegó y nos dijo ‘tomen arte, porque ustedes no tienen arte’. Entonces, de cierta forma, cuestiono y digo que eso no suena bien para nosotros, pueblos indígenas. Sugiero que el término sea alterado. Nosotros contemplamos la autoría, percibimos que la academia sí puede soltar sus referencias clásicas y oír a aquel que hasta entonces era tratado como su objeto de estudio, no como un potencial coautor, o autor autónomamente”.
Finalmente, el artista concluye que “por eso es necesario que pasemos por donde el arte sucede, que es la estructura museológica, el propio mercado, los aparatos culturales, en fin, para poder explicar esa cuestión. Porque no podríamos conseguir hacer eso si no nos aproximásemos”.
Esbell realizó la curaduría de la muestra colectiva Moquém Surarî: arte indígena contemporáneo, que reúne obras de 34 artistas en el Museo de Arte Moderno (MAM), contiguo al edificio de la Bienal. Tuvo la asistencia curatorial de la antropóloga y programadora cultural Paula Berbert, y la consultoría de Pedro Cesarino, profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de São Paulo.
Jaider Esbell, cuyo trabajo combina pintura, escritura, diseño, instalación y performances, entrelaza mitos indígenas, críticas a la cultura hegemónica y preocupaciones ambientales, derivando hacia el ámbito poético y generando un posicionamiento claramente político y activista, según la curaduría describe su obra. Junto a los demás artistas indígenas comparte los espacios de la bienal con grandes nombres del circuito del arte, como León Ferrari, Mauro Restiffe, Paulo Nazareth, Alfredo Jaar, Ana Adamović, Paulo Kapela, Carmela Gross, E.B. Itso, Giorgio Morandi, Guan Xiao, Joan Jonas, Koki Tanaka, Pia Arke, Pierre Verger, Roger Bernat, Zina Saro-Wiwa y Yuko Mohri, entre otros.
La muestra podrá visitarse hasta el 5 de diciembre. La entrada es gratuita, aunque con la exigencia de mostrar certificado de vacunación contra el COVID-19.
* Luis Vera es artista visual, fotógrafo, ganador del Premio Hippolyte Bayard 2020, comunicador.
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