Hackear la crisis: Imágenes contra el COVID-19

La relevancia del diseño gráfico en la vida cotidiana de las personas se ha puesto en evidencia más que nunca en ocasión de la pandemia que estamos viviendo. Las campañas de comunicación implementadas por los gobiernos con el propósito de informar a la población sobre el virus, sus características y sus riesgos, así como para generar pautas de conducta para prevenir el contagio y apaciguar el miedo, se sustentan en el uso de elementos visuales y conceptuales para crear mensajes con eficacia.

En este sentido, es fundamental considerar el poder de las imágenes y las asociaciones que ellas despiertan para construir un enunciado claro, potente y conciso. Por otra parte, la condición bilingüe del Paraguay obliga a pensar en un discurso visual y verbal que incluya el español y el guaraní. Y esto es válido tanto para las instancias gubernamentales como para los medios de comunicación, así como para las diferentes empresas e instituciones que desarrollan campañas de concientización.

En este escenario, cien profesionales del diseño de América Latina fueron convocados por Impaqto, Nexus y Pvblic Fundación a presentar propuestas con el fin de aportar, desde su oficio, a la lucha contra la pandemia. La invitación fue cursada con el objetivo de generar una comunicación visual que responda a las particularidades del continente. El evento llevó por título “Hackea la crisis: Imágenes contra el COVID-19” y consistió en una hackatón online que llegó a las 48 horas durante las cuales los participantes compartieron con artistas y referentes latinoamericanos, al tiempo que asistieron a talleres express y conversatorios. El encuentro se desarrolló en torno a tres ejes: Prevención del contagio, Combatir la desinformación y Salud mental y bienestar. Las piezas gráficas de los diez postulantes con mayor puntaje otorgado por un comité de expertos serán difundidas en las plataformas digitales de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud. Asimismo, se ha creado un repositorio de las imágenes creadas. https://www.hackealacrisis.net/galeria-imagenes-contra-el-covid-19

Diego Coba (Ecuador). Prevención de contagios

Silvia Gabriela Arauco Améstegui (Bolivia). Combatir la desinformación

Nicolás Aguirre Nankervis (Ecuador). Combatir la desinformación

Saine (Colombia). Salud mental y bienestar

Explicar de forma breve, directa y sintética

La arquitecta y diseñadora Celeste Prieto, una de las invitadas, considera muy satisfactoria la experiencia de la hackatón “pues hemos visto tres caras importantísimas de la pandemia: la necesidad de información sobre el virus y cómo enfrentarlo, la gravedad de la divulgación de información falsa y las consecuencias en la salud mental de la población. Todos hemos visto cómo internacionalmente ha sido muy difícil encarar el tema pues al ser una situación nueva no se cuenta con datos exactos que permitan dar una información 100% cierta. Hemos oído desde decir que no hace falta el tapabocas si no se está enfermo hasta obligar a usarlo como uno de los medios de prevención. Son meses de información cambiante en los que solamente vimos crecer el número de contagios sin posibilidad de acceder a un medicamento o vacuna”.

Sobre la importancia del diseño para presentar esta difícil situación, sostiene que “la comunicación gráfica tiene la ventaja de poder explicar de forma breve, directa y sintética, con códigos visuales adaptados a cada tipo de receptor”. Y agrega que “es fundamental conocer a quienes recibirán cada información: descubrir cuáles son sus códigos de lenguaje, sus momentos de atención, sus emociones, sus creencias, como para lograr llegar de la forma más directa y creíble posible”. Pero “no solo el diseño correcto y adecuado del mensaje es fundamental, también lo es el medio por el cual se difunde. En la enorme variedad de soportes de comunicación de hoy necesitamos detectar los canales apropiados, o estaremos dejando el mensaje en un sobre sin abrir y no lograremos completar el ciclo de la comunicación efectiva”.

Los mensajes, el gobierno y la prensa

Los meses transcurridos han sido de verdadera disputa. Frente a las disposiciones gubernamentales, acertadas o no, se alzaron voces negacionistas que desestimaban -y aún lo hacen- el peligro del virus (contra todas las evidencias), a las que se suman los reclamos de quienes consideran las restricciones para prevenir el contagio como un atentado contra las libertades individuales. Ante la confusión y el cansancio que ocasionan el aislamiento y el distanciamiento social, la necesidad de mensajes claros se impone.

“He visto varios materiales del gobierno, porque siempre me fijo en los espacios de comunicación oficial, pero no sé cuáles han sido los canales de difusión para que esos materiales lleguen correctamente a destino. Tampoco me consta que haya un proceso de verificación para conocer la efectividad de los mensajes y poder hacer un proceso de mejora continua, porque así como la información es cambiante, también el ánimo de la gente lo es. Al inicio estuvimos todos dispuestos a seguir las sugerencias del gobierno, que se sintieron como eficientemente adoptadas, pero pasado el tiempo y por las circunstancias conocidas de corrupción, la credibilidad se fue perdiendo”, dice Prieto.

Pero hay otro actor importante en esta escena. “Creo que quien ha fallado, y grandemente, es la prensa –dice–. Pienso que la información desde ese sector ha sido pobre, poco original y extremadamente escasa. Hemos recibido información básica y registro diario de casos, pero no hemos visto a la prensa ser parte de la solución registrando las incontables situaciones que se presentan durante la pandemia. No hemos visto una prensa que sea reflejo de las inquietudes de la gente, que sea la voz de la comunidad, de quienes –por ejemplo– han perdido su trabajo, dándoles opciones y contando experiencias de otras personas que encontraron medios para salir adelante. Nos falta esa prensa que salga a buscar soluciones, que muestre todos los lados de la situación de forma original y proactiva. Esa prensa que mira lo que se hace en otras partes, que compara, que grafica e ilustra las situaciones, que busca en la historia experiencias similares y que contribuye con miradas diferentes”.

Celeste Prieto (Paraguay). Combatir la desinformación

En el campo del diseño, sustancialmente diferente al del arte, las imágenes son funcionales. Responden a un interés específico, pautado de antemano, y no hay lugar para la hesitación ni las lecturas desprevenidas. Su marco normativo responde al principio de eficacia y su éxito se mide conforme se produzca la reacción deseada. Esta capacidad de orientar conductas también puede ser considerada desde una perspectiva de domesticación o manipulación. ¿Cuál es el límite? ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Cuáles son los indicadores éticos para establecer los alcances de la comunicación masiva, especialmente en un período de crisis que desestabiliza cualquier certeza? ¿Es suficiente la intencionalidad inteligente en la elaboración de imágenes destinadas al consumo generalizado, o es también necesaria una dosis de empatía que nos permita, en estos tiempos oscuros, comprender mejor las necesidades de todos?