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“El trueno entre las hojas” en Lisboa: Homenaje a Roa Bastos en la Fundación Saramago

Augusto Roa Bastos y edición conmemorativa. Cortesía

Augusto Roa Bastos y edición conmemorativa. Cortesía

Recientemente, tuvo lugar en la sede de la Fundación José Saramago, en Lisboa, un homenaje a Augusto Roa Bastos en ocasión de la presentación de la edición conmemorativa de El trueno entre las hojas, su primer volumen de cuentos, publicado por primera vez en 1953 en Buenos Aires por la célebre editorial Losada.

Esta nueva edición, publicada por la Fundación Roa Bastos, reedita la portada de aquella primera, ilustrada por el gran artista paraguayo Andrés Guevara, conocido por su abordaje de temas sociales a través de una figuración rupturista para su época. El libro –que incluye 17 relatos– lleva prólogo de Bernardo Neri Farina y textos críticos de Andrés Colmán Gutiérrez, Aníbal (Tata) Ferreira, Fides Gauto, Carmen Luna Sellés, José Vicente Pairó Barco, Pedro Gamarra Doldán, Kathleen March y Sonja María Steckbauer. Además, contiene ilustraciones especiales y un glosario de voces en guaraní elaborado por el poeta Feliciano Acosta.

“Este intenso recorrido literario por un Paraguay que Roa conoció por experiencias propias de su niñez y su juventud y por testimonios recogidos a lo largo de su vida hasta finales de los años 40 del siglo XX, a veces sofoca, tensa permanentemente la atención del lector, advertido en forma constante por pequeños ‘sonidos’ retóricos de que algo se aproxima, algo torcerá la narración, algo ocurrirá pronto, y que ese algo tiene que ver con la violencia. Una violencia que mana de la tierra ‘como una respiración enterrada’ (‘El viejo señor obispo’) y que ha signado al Paraguay que Roa vivió en diferentes facetas de su existencia joven”, afirma Neri Farina en uno de los pasajes del prólogo.

El acto de presentación en Lisboa contó con la presencia del embajador de Paraguay en Portugal, Julio Duarte Van Humbeck; de la vicepresidenta de la Fundación Roa Bastos, Nadia Czeraniuk; y de Ana Paula Laborinho, directora de OEI Portugal. Un momento importante del encuentro fue la participación vía remota, desde Lanzarote (Islas Canarias), de Pilar del Río, presidenta de la Fundación Saramago, y del renombrado escritor cubano Leonardo Padura, autor de El hombre que amaba a los perros y ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras.

Laborinho destacó la inspiración en las luchas por la democracia y la libertad que se manifiesta en la obra de Roa Bastos, señalando que la presentación de esta edición conmemorativa tiene en estos momentos mayor relevancia aún, pues Portugal celebra este año el Cincuentenario de su democracia. Remarcó que escritores como Saramago, Roa Bastos y muchos otros, en sus obras mantienen vivas esas ideas de libertad, paz, democracia y derechos humanos, fundamentales para construir sociedades más justas, por lo cual es muy importante recordarlas y valorarlas siempre.

El embajador paraguayo manifestó su satisfacción por el encuentro “que acerca aún más a nuestros países a través de la literatura, a través de Saramago y Roa, a través del Nobel y el Cervantes, que tantas coincidencias tienen en sus pensamientos críticos reflejados en sus obras. Ambos eran grandes defensores de la libertad, de la democracia, del medio ambiente, de la paz, y tenían un profundo respeto por el papel de la mujer en la construcción de sociedades más justas e igualitarias”. El diplomático expresó su deseo de “que este acto sea un paso firme hacia un mayor acercamiento entre las fundaciones Roa Bastos y José Saramago para una cooperación que nos hermane”, agradeciendo a Pilar del Río por abrir las puertas de la institución en Portugal y a Nadia Czeraniuk “por traer hasta Lisboa esta magnífica edición conmemorativa de tan emblemática obra de Augusto Roa Bastos, el Cervantes de la Libertad”. Incluyó en sus agradecimientos a Mirta Roa, hija del escritor y presidenta de la Fundación Roa Bastos, cuya participación se dio a través de un texto leído por Czeraniuk.

Acto en la Fundación José Saramago

Acto en la Fundación José Saramago. En la mesa, el embajador del Paraguay, Julio Duarte Van Humbeck; Nadia Czeraniuk, vicepresidenta de la Fundación Roa Bastos; y Ana Paula Laborinho, directora de OEI Portugal. Cortesía

Precisamente, en una de sus partes, el texto señalaba que “Roa despliega en esta obra, a pesar de su juventud y de su inserción en un mundo nuevo y muy competitivo, una escritura madura y sorprendente. Retrata fielmente los grandes problemas de nuestro país, la violencia, la corrupción, la injusticia social. Datos que abrevó directamente y por propia observación de su entorno. Su literatura es fuerte y decidida, pero lo que más la significa es la forma de contarla, esa forma que mantuvo siempre, ser fiel a su lengua, a su idiosincrasia, sin caer en el chauvinismo; se nota la genuina manera de ser, el tekoete, según el guaraní”.

En sus líneas, Mirta Roa recordó que “escritores argentinos como Tomás Eloy Martínez y Daniel Moyano, llegados del interior, agradecieron a Roa que les enseñara a mostrar su propia voz, a no tratar de mimetizarse con los grandes escritores consagrados. Eso es lo que hizo siempre en su escritura: usar su propia voz, reflejar en sus textos la violencia que se vivía en su país, pero siempre con una luz de esperanza en el porvenir, en la justicia, en el hombre”. Evocó, asimismo, una frase de Roa Bastos que da cuenta de la convicción puesta en la escritura: “Escribir no significa poner lo real en palabras, sino hacer que la palabra sea real”.

Desde Lanzarote

En un pasaje de su intervención, Leonardo Padura se refirió a los cuatro nombres que ocuparon las primeras planas en tiempos del boom latinoamericano en los años 60 y 70: Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes. “Pero realmente había un ejército mucho más amplio que venía teniendo presencia desde finales de los años 40 y 50, con autores como mi compatriota Alejo Carpentier y como Roa Bastos, autor de una de las obras más conocidas e importantes que se une a ese grupo de novelas sobre dictadores que se escribieron en esos años. El recurso del método, de Carpentier; El general en su laberinto, de García Márquez, y Yo el Supremo, de Roa Bastos, son tal vez los ejemplos más notables de momentos terribles en el continente latinoamericano, desde las mismas luchas de Independencia hasta un presente bastante cercano”, señaló.

A continuación invitó a Pilar de Río, que estaba a su lado, a leer en voz alta un fragmento de Roa que, en una parte, decía: “Cada pueblo de nuestra América […] debe forjar su propia identidad cultural, su literatura, su soberanía histórica y espiritual, y esta heterogeneidad no debe ser, sino un fascinante desafío por integrar armónicamente esta pluralidad y este fragmentarismo, pues a pesar de ello el sentimiento de la comunidad, el destino de la unidad histórica y cultural entre los países latinoamericanos, se mantiene intacto”.

Padura agregó que “el realismo mágico y lo real maravilloso son dos maneras de entender esa diversidad y esa peculiaridad latinoamericana en sus distintas manifestaciones porque, si bien es un continente muy diverso, tiene una gran unidad”. Tras agradecer a Pilar del Río por haberlo hecho partícipe del encuentro, recordó: “En mi casa tengo los viejos ejemplares de los años 70 publicados por Casa de las Américas en aquella gran colección de literatura latinoamericana que nos permitió, desde Cuba, tener la posibilidad de mirar a todo el continente y conocer todos los clásicos de su literatura. Tengo mis ejemplares de Hijo de hombre y Yo el Supremo en mi biblioteca, junto con los de tantos escritores latinoamericanos publicados en esos años, incluidos –ya que estamos muy cerca del universo portugués– los autores brasileños. Fue muy importante en la labor de Casa de las Américas integrar escritores como Guimarães Rosa, Machado de Assis o Nélida Piñón al corpus de la literatura latinoamericana, porque Brasil siempre nos quedaba como a un costado”.

Sergio Machado, director de la Fundación José Saramago, recibe un ejemplar de Trovão entre as folhas de manos del embajador del Paraguay, Julio Duarte Van Humbeck. Cortesía

Sergio Machado Letria, director de la Fundación José Saramago, recibe un ejemplar de Trovão entre as folhas de manos del embajador del Paraguay en Portugal, Julio Duarte Van Humbeck. Cortesía

El acto –que se había iniciado con un video musical del cantautor Hernan Schafer– concluyó con la entrega, por parte del embajador, de una edición en portugués de El trueno entre las hojas (Trovão entre as folhas) al director de la Fundación José Saramago, Sergio Machado Letria. Se trata de una traducción publicada en Angola en 1980.

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