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Festival Eurovisión 2024: Comunidad artística sueca pide la exclusión de Israel

Eurovisión 2023. La cantante israelí Noa Kirel obtuvo el tercer lugar © Sarah Louise Bennett/EBU

Eurovisión 2023. La cantante israelí Noa Kirel obtuvo el tercer lugar © Sarah Louise Bennett/EBU

Este año el Festival de Eurovisión se ha visto inmerso en una controversia sin precedentes. Más de mil artistas suecos, junto con estrellas del pop y veteranos del concurso, han firmado una carta abierta exigiendo la exclusión de Israel del evento debido a su conflicto con Hamás en la Franja de Gaza. La carta, dirigida a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), cuestiona la supuesta naturaleza apolítica del concurso, una afirmación que los firmantes consideran cada vez más inverosímil.

La solicitud se produce después de acciones similares que tuvieron lugar en Eurovisión 2023 en Liverpool, donde se manifestó abiertamente el apoyo al pueblo ucraniano a través de banderas y simbolismo. Los acontecimientos en la final de Tel Aviv en 2019, donde la banda islandesa Hatari mostró pancartas palestinas, y la actuación de Madonna, que incluyó banderas israelíes y palestinas, también son citados como ejemplos de la politización inherente al evento.

Los llamamientos a boicotear a Israel no son nuevos. Desde comienzos de año, 1.400 músicos finlandeses se unieron a grupos propalestinos para pedir la exclusión de Israel, acusando al Estado de querer “maquillar” su imagen internacional mientras continúa con sus acciones en Gaza. Esta petición sigue a campañas anteriores en Islandia y protestas en Noruega y en Irlanda, donde incluso un diputado laborista pidió un boicot, aunque fue retractado por el primer ministro Leo Varadkar.

La controversia se intensificó con la declaración del participante británico, Olly Alexander, quien firmó una declaración propalestina de una alianza queer. La embajada de Israel en Londres expresó su preocupación, señalando la parcialidad y el lenguaje deshumanizante sobre los israelíes.

La Unión Europea de Radiodifusión enfrenta preguntas difíciles sobre su coherencia y sus propias reglas. A pesar de ser un evento con raíces en la cooperación europea, el festival ha acogido a miembros no europeos como Israel, Armenia, Azerbaiyán y hasta Australia, debido a su gran número de seguidores del concurso. Israel es miembro desde 1973 y ha tenido un historial exitoso, con cuatro victorias y múltiples posiciones destacadas.

En medio de la turbulencia, los preparativos para la participación de Israel en Malmö, Suecia, continúan, aunque el formato de casting se ha visto afectado por la situación actual. La emisión se realiza sin público en vivo, y la producción televisiva se adapta a la delicada situación. En este contexto, la muerte de un teniente que participó en la preselección y fue asesinado en Gaza poco después ha conmovido profundamente a la nación.

Mientras el debate continúa, y los familiares de los rehenes de Hamás cuestionan la idoneidad de tales eventos durante la guerra, la música se mantiene como un posible puente en tiempos de conflicto. “Un poco de música puede ayudar”, declaran los presentadores del programa, aunque el tono festivo del concurso se vea opacado por la sombra de la geopolítica global.

El Festival de Eurovisión 2024 está previsto para el 11 de mayo en Malmö, pero queda la incógnita de si la presión de la comunidad artística y activista internacional influirá en la participación final de Israel en este evento que, aunque se esfuerza por ser un espectáculo de unidad, no puede desvincularse por completo de la realidad política que lo rodea.

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