Michel Houellebecq frente al antisemitismo y el movimiento “Woke”

En una franca entrevista con el periódico israelí Yedioth Ahronoth, y ya difundida en medios internacionales, el renombrado escritor francés Michel Houellebecq lanzó críticas contundentes hacia la respuesta europea posterior a los atentados realizados por Hamás el pasado 7 de octubre. Houellebecq, conocido por su aguda observación social en obras como Sumisión y Las partículas elementales, expresó su asombro ante la escalada de actos antisemitas en lugar de la esperada solidaridad con Israel: “Esperaba un gran movimiento de simpatía y solidaridad con Israel, ocurrió todo lo contrario… los ataques antisemitas crecieron”.

El escritor mostró su descontento con la cobertura de los medios franceses, acusándolos de perpetuar una imagen benevolente de los palestinos, mientras señaló el uso de civiles como escudos humanos por parte de Hamás. “Me molesta la narrativa de los medios franceses: los palestinos son amables y Hamás los utiliza como escudos humanos”, comentó Houellebecq, sugiriendo una dicotomía entre la realidad y la representación mediática.

Con respecto a las figuras políticas de izquierda en Francia, Houellebecq no se retuvo: “Jean-Luc Mélenchon es una pesadilla. Es auténticamente un hombre peligroso”. Estas palabras reflejan una profunda preocupación por el liderazgo y las direcciones ideológicas que están tomando ciertos sectores en Francia.

Interrogado sobre si el apoyo a los palestinos en Francia era político o sociológico, Houellebecq fue categórico: “Político. No hay apoyo en la calle para los palestinos”. Su observación de las manifestaciones sugiere una participación limitada de comunidades norafricanas y una ausencia total de personas negras. En lugar de ello, identifica a los manifestantes como izquierdistas de clase media, típicos de protestas extremistas ambientales.

El autor también compartió su inquietud ante la incapacidad de entender ciertas reacciones de las nuevas generaciones, y criticó el movimiento Woke, desmintiendo la existencia de un odio racial intrínseco en Francia. Houellebecq sostiene que los esfuerzos por agitar el resentimiento racial son infructuosos y contraproducentes.

La entrevista, que tuvo lugar en el estudio parisino de Houellebecq, también reveló detalles curiosos de la personalidad del escritor, quien ofreció a la periodista Tamar Sebok una copa de oporto mientras se encontraba cómodamente recostado en su cama, en una atmósfera que Sebok describió como terapéutica y muy al estilo de Houellebecq.

Este intercambio pone de manifiesto las tensiones que se viven en la sociedad francesa y europea en general, donde la solidaridad, la política y los medios de comunicación juegan roles cruciales en la formación de la opinión pública. La perspectiva de Houellebecq, aunque polémica, invita a reflexionar sobre los complejos entramados de la política, la identidad y el conflicto en el siglo XXI.