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Agenda Cultural

Acciones de la Escuela Itinerante del Poncho Para’i de 60 listas

Poncho para'i de 60 listas. Cortesía

Poncho para'i de 60 listas. Cortesía

El Poncho Para’i de 60 listas recibió su nombre en memoria de los 60 soldados que durante la Guerra contra la Triple Alianza fueron ultimados y enterrados en una fosa común con ponchos blanco y negro en la ciudad de Piribebuy. La indumentaria habría sido utilizada por el mariscal Francisco Solano López.

Numerosas acciones se vienen desarrollando tanto desde el Estado como desde organizaciones independientes para preservar la práctica de fabricación de esta indumentaria, entre ellas las emprendidas por el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) y la Municipalidad de Piribebuy, que organiza el Festival del Poncho Para’i 60 listas cada mes de enero con el objetivo de mantener esta técnica ancestral de confección de la tela y difundir su importancia cultural.

Poncho para'i de 60 listas. Cortesía

Poncho para’i de 60 listas. Cortesía

El Fondec, por su parte, este adjudicó financiación este año en su programa de fondos no reembolsables, al proyecto “Escuela itinerante del Poncho Para’i de 60 listas”, liderado por Rosa Segovia quien se dedica a esta artesanía desde los 12 años y que  “por sus conocimientos de las técnicas tradicionales y su trayectoria para la confección artesanal del poncho” fue declarada Tesoro Nacional Vivo por la Secretaría Nacional de Cultura.

Precisamente, el IPA) y la SNC respaldaron a doña Rosa Segovia para que convirtiera su patio en una Escuela de Salvaguarda del poncho de 60 listas, y así transmitir el conocimiento que heredó de su tía Teotista Salinas, hoy de 92 años. En el marco de las acciones de salvaguarda y valoración de la técnica se desarrollarán conversatorios y demostraciones del uso del telar de cintura, actividades que permitirán comunicar los saberes y la tecnología utilizada en esta práctica ancestral.

Fabricación del poncho de 60 listas © Adriana Ortiz

Doña Rosa Segovia, fabricando el poncho de 60 listas © Adriana Ortiz

Según manifestó doña Rosa a la prensa, en una oportunidad, la confección de un solo poncho exige el trabajo intenso de por lo menos cuatro mujeres durante dos semanas, trabajo que no es remunerado como correspondería.

En principio el poncho solo era confeccionado en blanco y negro, como los usados en la batalla de Piribebuy, en 1869, pero luego, a pedido de los clientes, las artesanas comenzaron a incorporar colores, especialmente los de la bandera paraguaya, que son los más solicitados. El poncho es muy apreciado por extranjeros, especialmente diplomáticos en misión que buscan regresar a sus países con piezas valiosas del Paraguay.

Ya se ha lanzado la postulación del Poncho Para’i de 60 listas ante la Unesco para su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

 

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