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Agenda Cultural

“Crear en libertad”: un espacio interdisciplinario de práctica artística

Conversación con Gilsamara Moura (Brasil), Igor Calonge (España) y Mariela Ruggeri (Argentina).

Gilsamara Moura, Igor Calonge y Mariela Ruggeri. Cortesía

Gilsamara Moura, Igor Calonge y Mariela Ruggeri. Cortesía

Desde el  7 de septiembre se está desarrollando en Asunción el 21º Encuentro Internacional de Danza y Artes Contemporáneas de Asunción Crear en libertad en el Centro Cultural de España Juan de Salazar, que cuenta con la participación de artistas de Argentina, Brasil, Paraguay y España.

La clausura del festival es esta noche en el Teatro Municipal de Asunción. En el patio Norte del teatro, desde las 20:00 horas se desarrollarán las obras Bestiario. Nada dura para siempre, ni el dolor, Liofilización de un sueño o la realidad del eterno despertar e Insolente.

Desde hace más de 20 años el festival, dirigido por Alejandra Díaz Lanz, se ha constituido en un encuentro de creadores donde confluyen artistas de América Latina y Europa, quienes tienen la oportunidad de componer, producir y mostrar sus obras como parte del intercambio cultural, la expresión de la danza y las artes contemporáneas. Así, son varios los ejes desarrollados en el festival: artes escénicas, intervenciones urbanas, videodanza, interculturalidad, inclusión, sustentabilidad y redes. El encuentro no solo incluye espectáculos sino también charlas y talleres.

Nuevamente, la edición de este año cuenta con la participación de artistas de renombre, entre los cuales cabe mencionar a la brasileña Gilsamara Moura, el español Igor Calonge y la argentina Mariela Ruggeri, con quienes conversamos.

"A vuelo raso", 2022. Cortesía

A vuelo raso, dirigida por Tatiana Mersan, 2022. Cortesía

Gilsamara Moura es artista de danza, consultora de proyectos culturales, curadora del Festival Internacional de Danza de Araraquara (FIDA) y do ORIzzontale: incontri per estar (Italia). También posee un doctorado en Danza y Política por la Université Côte D’Azur (Francia) y es profesora de los programas PPGAC, PPGDança e PRODAN / UFBA.

Por su parte, Igor Calonge se formó como bailarín en diferentes disciplinas, iniciando su carrera profesional en las compañías Provisional Danza, Cía. Daniel Abreu, Cía. Fernando Hurtado y Hojarasca Danza. En 2010, creó la compañía Cielo raso, con la que ha recorrido España, Francia, Brasil, México, Finlandia, Polonia, Italia, Argentina, Panamá y Paraguay, obteniendo reconocimiento en el panorama internacional. Es autor de 18 creaciones de danza a la fecha.

En cuanto a Mariela Ruggeri, es coreógrafa y docente de danza. Cursó estudios de Composición Coreográfica en la Universidad Nacional de Artes y de Antropología Social y Política FLACSO. Obtuvo becas y subsidios de OEA, INT, FNA, Bienal de Venecia, PRODANZA. Sus obras fueron programadas en Argentina, Paraguay, Brasil, Chile, España, Italia. Con menciones y premios como Teatros del Mundo, Mujer y niño en las artes OEA.

―¿Cómo ha sido la experiencia en “Crear en libertad”? ¿Cómo describirían el trabajo hecho en Asunción con las residencias?

―Gilsamara Moura: Para mí, la experiencia con Crear en libertad es única. No es mi primera vez, sino la quinta que visito Asunción. Participar en el festival es una experiencia de fuerza, de militancia, de mucha resistencia. Es una posibilidad de reinventar las luchas por más dignidad en las políticas culturales de danza.

―Sobre el trabajo hecho en Asunción con las residencias, especialmente la residencia Insolente, que une a mujeres de Asunción para el estreno que será mañana sábado en el Teatro Municipal, es un trabajo muy importante porque estamos, las mujeres, mirando cada sitio en el que vamos a bailar. Aquí en Asunción hay muchas mujeres fuertes que están activas en el curso de la danza, del arte, y esto para nosotras es “ser insolente”. Trabajar con la libertad de expresión, con la desfronterización y con la potencia de cada mujer. La obra reúne a mujeres con una trayectoria importante, que siempre lucharon por el arte.

―Igor Calonge: Mi primera experiencia con Crear en libertad fue en 2017, con la representación de Tormenta, un espectáculo de la compañía Cielo raso. Mi experiencia es siempre más que positiva. Alejandra es la persona que más impulsa la danza y que más caminos está abriendo. Dirige hace 21 un festival, lo cual es un ejercicio de valentía y fortaleza. También ha sido positiva mi experiencia este año con Pequeños actos, el poder trabajar con bailarines brasileños y paraguayos. Es un festival que funciona maravillosamente bien.

―El trabajo realizado en Asunción, dentro de la residencia con la Compañía Nacional de Danza de Paraguay, ha sido muy interesante porque se pusieron en contraste el mundo propio que ya traía con los bailarines. Es verdad que el proceso es rápido. Han sido 10 días en los que debíamos entrar con un objetivo claro, tener un espectáculo presentado al final de la residencia. Todo lo que sea conocer nuevos bailarines, nuevas formas de entender el movimiento, tratar de llegar a ese punto en común, me parece hermoso.

―Mariela Ruggeri: Esta es la tercera vez que vengo al festival. La experiencia que he tenido con la residencia de creación ha sido de un trabajo muy fructífero y de mucho aprendizaje de ambos lados. Desde de mí, por todo lo que los intérpretes han dado y aportado. La diversidad con la que me encontré hizo que haya muchos aportes que favorecen a la idea inicial de la residencia. Y supongo que los intérpretes también se verán impactados por el trabajo. También ha sido provechoso entender las dinámicas propias del lugar, para uno amoldarse a la dinámica que prevalece en el espacio.

―Las personas que gestionan el festival son maravillosas, con una capacidad de trabajo, de entrega y de voluntad realmente muy buena. Tengo que mencionar que sin Alejandra Díaz, sin su exceso de energía, el festival no existiría. Es muy importante el trabajo que ha llevado adelante en estos años. Es un aporte histórico de visibilidad, de reconocimiento para la danza de Paraguay.

"Pequeños actos", 2022. Cortesía

Pequeños actos, dirigida por Igor Calonge, 2022. Cortesía

―¿Cómo interactúa hoy la danza contemporánea con otras disciplinas artísticas?

―Gilsamara Moura: No hay fronteras. La necesidad de la danza es la de una forma de comunicación, un campo de conocimiento, un área muy importante para la cultura. Entonces la danza contemporánea es una forma de expresión. Para mí, todas las danzas son especiales e importantes para la ciudadanía. También soy curadora de un festival internacional de danza que es en Araraquara, Brasil, que ya cuenta con 22 ediciones. Allí trabajamos nuestra transdisciplinariedad, que es muy importante para romper fronteras, porque necesitamos luchar siempre a partir de la danza unida por las políticas culturales y las políticas públicas. Ambos festivales, “Crear en libertad” y el Festival de Danza de Araraquara trabajamos de acuerdo a esta perspectiva: la de juntar personas que trabajan con la cultura popular, la danza contemporánea, el ballet, todos los tipos de danza.

―Igor Calonge: La danza contemporánea bebe y mezcla muchísimas disciplinas artísticas. Creo que también bebe un poco de la danza-teatro, del poder incluir escenas que no sean necesariamente danzadas, que tengan alguna simbología poética. Sin embargo, dentro de mi trabajo, el valor primordial sigue siendo el cuerpo, la fisicalidad y la energía. A partir de esa energía y de los caminos de lo físico construyo la obra final.

―Mariela Ruggeri: La danza contemporánea interactúa bastante con las otras disciplinas, pero también tenemos que hacer un recorte en eso. La interacción depende del lugar donde se genere el acto artístico. No son lo mismo las capitales que las ciudades más chicas o los pueblos. Las interacciones van variando. Y también lo hacen en relación con los países. Una cosa que es importante para que el acto artístico suceda son las condiciones de producción. Si tenemos estas condiciones, las interacciones fluyen y son mucho más permeables. Hay fronteras mucho más porosas entre una disciplina y la otra. Pero todavía falta mucho camino para generar estas condiciones de producción que hagan que artistas de diferentes disciplinas, en este caso de la danza, puedan interactuar con la música, el teatro, el cine, el video.

Alejandra Díaz Lanz en "Insolente", 2022. Cortesía

Alejandra Díaz Lanz en Insolente, dirigida por Gilsamara Moura, 2022. Cortesía

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