Agenda Cultural
Viedma Arte: “Constelaciones” en torno a Osvaldo Camperchioli
Osvaldo Camperchioli. Cortesía
A tres años de la partida del artista, que este mes de julio hubiera cumplido 63 años, la galería Viedma Arte presenta Constelaciones. Afectos y efectos en torno a la obra de Osvaldo Camperchioli, exposición colectiva, curada por Capital Creativo, que reúne piezas de quienes en algún momento de sus carreras se formaron con él: Adriana Duarte, Marta Rocío Benítez, César Jure, Carolina Pedro, Leticia González y Gabriela Díaz de Espada. Sus piezas dialogan con una selección de obras del maestro. Dibujo, pintura, y también instalación, construyen un coro, a modo de homenaje, en torno a la figura del artista y maestro. La muestra será inaugurada el próximo jueves 7 de julio, las 18:00 horas, en Denis Roa 768 casi Lillo.
Verónica Viedma, directora de la galería, relata que la muestra surgió a raíz de una visita que Camperchioli hiciera a sus salas en 2019, poco antes de morir. “Visitó el espacio y quedó encantado con la luz y la amplitud. Visualizó que sus obras iban a cuadrar perfectamente en el ambiente”. El proyecto quedó truncado por el temprano fallecimiento del artista y fue retomado recientemente, en ocasión del encuentro de Verónica con Luis Camperchioli, su hermano.
“Considero a Osvaldo Campercholi como un maestro destacado, con amplio manejo de las técnicas mixtas y gran libertad de expresión y conceptualización. Al definir esta exposición, que ha sido concebida como un homenaje, pensamos que sus alumnos serían parte primordial de ella. Todos accedieron con mucho entusiasmo. El vínculo que tuve con Osvaldo -continúa Viedma- surgió a través de la galería Pablo Ávila. Allí encontraba a Osvaldo a menudo. Era una persona súper afable, amorosa, amistosa. Comenzamos a conversar de la posibilidad de realizar una muestra en la galería. Cuando vino, aquella vez, miró todo con esos grandes ojos azules, que ese día le brillaban muchísimo, me parece, al contemplar el espacio. Recuerdo que estaba vacío y le entusiasmó mucho. Para todos es un gran honor poder homenajearlo en el mes de su aniversario de nacimiento”, finaliza la galerista.
Camperchioli fue uno de los protagonistas de la escena artística, con una vasta obra que transitó el expresionismo y la abstracción, en un proceso de investigación de formas y experimentación de materiales. Fue maestro y mentor de muchos artistas, especialmente desde su taller “Espacio de investigación y proceso creativo”. Había nacido en Asunción en 1959. Realizó estudios de historia, grabado, pintura y diseño. Participó en muestras colectivas desde 1986, en el país y el exterior. Estudió arquitectura en la Universidad Católica de Santiago de Chile y arte en el Museo de Arte Moderno y la Escuela de Artes Visuales de Parque Lage en Río de Janeiro (1976-1991), en las áreas de grabado en metal, litograbado, técnica de impresión, monocopia, dibujo y pintura. Se desempeñó como profesor asistente en el núcleo infanto-juvenil de la Escuela de Artes Visuales de Parque Lage.
En su creación hizo uso ecléctico de soportes y materiales que dieron cuerpo a una obra fuertemente simbólica. Obtuvo Mención de Honor en Grabado en la III Bienal Martel de Arte (1994). Fue miembro de la directiva de la Asociación Gente de Arte.
El Grupo 6 x 6
A mediados de los 90, Osvaldo Camperchioli integró, junto a otros cinco artistas, el Grupo 6 x 6 que, impulsado por la crítica de arte Vicky Torres, realizó una serie de exposiciones que tuvieron continuidad durante varios años. El grupo original estaba constituido, además de Camperchioli, por Jorge Ocampos, Cristina Paoli, Celso Figueredo y Alejandra García. Luego se incorporaría Lisandro Cardozo (+).
La participación en este grupo marcó un periodo importante en la vida artística de Camperchioli, quien desde los inicios de su carrera, y hasta el final de su vida, se destacó por una aproximación espiritual a los temas del arte y una práctica del oficio ligada a la sensorialidad, características estas que lo llevaron a desarrollar una obra muy matérica, plena de colorido y nutrida de símbolos que configuraban una suerte de código secreto.
Jorge Ocampos nos cuenta que “a Osvaldo, aunque el mayor del grupo, le decíamos Osvaldito, por su actitud cariñosa que contagiaba. Era un eterno buscador de espiritualidad en sus palabras, en sus obras. Lo admiraba en todos los aspectos, y más cuando supe que dejó sus estudios en otras carreras para elegir estudiar arte en la Escuela de Parque Lage, en Río Janeiro. Fue un maestro y un amigo para mí”.
Para Cristina Paoli, “Osvaldo fue un regalo que me dio el arte. Lo conocí en ese ambiente, teníamos tantas cosas en común que llegamos a considerarnos almas gemelas. Como persona y artista, fiel a sí mismo y a sus principios, era incapaz de ceder ante lo que no consideraba justo, transparente, honesto. Y era, por sobre todo, muy generoso. Haberlo conocido y trabajar con él fue un placer, siempre con la paz y la armonía que lo caracterizaban, tratando de unir y crecer con los demás. Fue una persona y un artista excepcional”.
Celso Figueredo, por su parte, cuenta: “Osvaldo me llevó hacia las letras visuales de Kandinsky, me ayudó a interpretar las emociones surgidas del color y de las formas abstractas -las cuales podríamos cargarlas de contenidos vibracionales-, la relación entre las formas tridimensionales, lo matérico y la música, un proceso que fui comprendiendo a lo largo del tiempo que compartimos en el Grupo 6 x 6. Osvaldo me ayudó a internalizar algunas herramientas que me permitían comprender lo que estaba investigando, el discurso polisémico de los objetos en su evocadora abstracción”.
Finalmente, Alejandra García lo definió como “un trabajador incansable en la búsqueda de la perfección”.
El maestro y su legado
El texto de presentación de Constelaciones. Afectos y efectos en torno a la obra de Osvaldo Camperchioli, señala que “esta exposición recorre la sutil trama de influencias y mutuos intercambios, de saberes y aprendizajes colectivos, de trayectorias compartidas, de individualidades potenciadas por el encuentro y el diálogo. Adriana Duarte, Marta Rocío Benítez, César Jure, Carolina Pedro, Leticia González y Gabriela Díaz de Espada despliegan sus producciones en su lenguaje propio, con sus estilos particulares, su apropiación singular de la técnica, sus diversas inquietudes temáticas y formales, su enunciación única y distintiva. Producciones que, en su conjunto, también hacen visible el legado del maestro. Tras su temprana partida en 2019, continúan vivas no solo su memoria y su obra, sino también la trama fértil de vínculos que como formador supo cultivar en torno suyo, cuyo impulso se materializa hoy en la obra de sus discípulos. Una cuidada selección de su trabajo se exhibe hoy en compañía de un conjunto exquisito de obras del propio Camperchioli, reeditando los intensos intercambios de afectos y efectos en los cuales se gestó su creación”.
La muestra permanecerá abierta hasta el 25 de julio y puede ser visitada en el horario habitual de la galería: lunes a viernes de 8:30 a 18:30 horas y los sábados de 8:00 a 16:00 horas, sobre Denis Roa 768, con acceso gratuito.
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