“Morfemas”: Alejandra Mastro en Galería Matices

Morfemas es el título de la última serie fotográfica y de video de Alejandra Mastro. La misma será exhibida en la galería Matices, a partir del viernes 27 de mayo, con curaduría de Fernando Moure. La inauguración será a las las 19:00 horas, en Cruz del Defensor 241, casi Quesada, Asunción. Acompaña a la serie un compilado antológico de la producción reciente de la artista.

Compuesta de obras en papel y un video, la última investigación de Mastro (Buenos Aires, 1951) explora “la condición onírica del sujeto en estado de reposo, o la memoria personal en el sueño. Esta obra se propone subrayar la presencia de lo inconsciente, el comportamiento del sistema límbico de los cuerpos mientras duermen, así como en producir conexiones posibles entre el sueño y el recuerdo”, según expresa el curador.

Alejandra Mastro, de la serie Morfemas, 2022. Cortesía de la artista

Las copias fotográficas en blanco y negro, impresas en papel de algodón, sin brillo, remiten a un lugar oscuro y misterioso. “El lote de obras se despliega a la vista a modo de un diaporama continuo, organizándose desde dos formatos, el horizontal y el vertical, a fin de brindar una experiencia de significado conocida en el cine como story-board, o guion gráfico de imágenes en movimiento”, dice Fernando Moure.

El título de la serie se apoya en nociones de la lingüística, “estudiando la estructura interna de las palabras. Como sabemos, el morfema es el fragmento mínimo existente en cada palabra, y solo capaz de expresarse completamente como significado al lograrse la adición de otros elementos semánticos. Como la unidad más pequeña con significado, un morfema compone junto a raíces, prefijos o sufijos una unidad relevante de significado”, señala el texto curatorial.

Alejandra Mastro, de la serie El revés del panóptico. Cortesía de la artista

Según el curador, “esta muestra doble pretende enseñar desde una recopilación antológica y nunca lineal, los pasos simbólicos más relevantes del paso de la artista por Paraguay. Luego de residir y trabajar por más de una década en el país, subrayamos la importancia de una obra desarrollada aquí y exhibida local e internacionalmente, como en la Bienal de Curitiba, en la Real Academia de España en Roma o en el Festival Proyector de Madrid”.

Esta segunda parte de la exposición funcionaría como una línea de tiempo parcial del trabajo de Mastro, iniciada antes de que la artista llegara al país. La muestra incluye sus últimas piezas de video: La herida del horizonte, Las tablas de Moisés (Ajuste de cuentas) y Morfemas, así como algunos de la serie El imperio de la mirada.

Alejandra Mastro, La herida del horizonte, 2020, video, 4’25’’. Still. Cortesía de la artista

“Alejandra Mastro realiza fotografías, collages, videos, objetos, instalaciones y piezas de sonido, utilizando tanto material encontrado como propio, en un intento por poner al descubierto las ambigüedades y paradojas de la vida humana. En el mundo de Alejandra nada es bueno o malo, o blanco y negro, sino ambos a la vez. La sensibilidad de Mastro la hace profundamente consciente de las creencias y las complejidades psicológicas, retratando aspectos sensibles de la condición humana”, finaliza Moure.

El martes 31 de mayo habrá un recorrido por la exposición y una charla a cargo de la artista y el curador. El horario de visita es de lunes a viernes, de 09:00 a 19:00 horas.

Alejandra Mastro, Las tablas de Moisés (Ajuste de cuentas), 2021. Cortesía de la artista

Mastro dixit

Sobre esta última muestra, la artista expone: “¿Cómo separar mi modelo de la subjetividad? ¿Cómo ser un ojo extranjero? ¿Cómo mantener impasible la mirada? Y sobre todo, más que todo, ¿cómo hacer para separar esa realidad diaria de lo onírico, si día tras día sólo deseaba confundirla con un sueño, por no decir con una pesadilla? Y un día reaparece el álbum, y con él la memoria lejana, esa para tí tan presente, la que no pierdes ni en sus más mínimos detalles, la que nos relata nuestra familia, la que nos hace reír con sus anécdotas, admirar ciertos personajes… Y por momentos la luz, ese destello, el brillo de la lucidez, que nos confunde, y cae después en la sombra de los olvidos, en los movimientos bruscos de la memoria, en los desplazamientos repentinos del saber a la confusión, a esos niveles secuenciales, diferentes y sucesivos, cada uno permeable al otro. Esta serie es el testimonio de esas veladuras, esos rasguños, los claroscuros, puntos de fuga, reposos, ires y venires que no permiten la anticipación del futuro, pero que te desvanecen poco a poco y muy a pesar mío”.