Nueve “Maestros Artesanos” reciben medalla al mérito

El ministro de Cultura, Rubén Capdevila; el presidente de la República, Mario Abdo Benítez; y la presidenta del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), Adriana Ortiz Semidei, realizaron este miércoles 22 de diciembre la entrega de la Medalla al Mérito “Maestros Artesanos” 2021. El reconocimiento fue otorgado a la labor y el esfuerzo de nueve artistas populares de diferentes puntos del país.

Ediltrudis Noguera (56), maestra en la modalidad cerámica ñai’upõ: nacida en Colonia 21 de Julio, Tobatí, del departamento de Cordillera. Aprendió a realizar figuras de barro junto con su madre Mercedes Mareco desde muy temprana edad, quien le permitió jugar con el barro y crear sus figuras. Madre de ocho hijos, es reconocida por su obra Adán y Eva, y hoy enseña sus saberes.

Catalina Ajejnome Dosape de Vejai (68), maestra en la modalidad de textil de karaguatá: nacida en Fortín Ingavi, Filadelfia, del departamento de Boquerón, se dedica al tejido de karaguatá desde muy joven. Aprendió la técnica de su abuela y de su madre, quienes le enseñaron el proceso de extracción de la fibra, los colores, el hilado y el tejer. Hoy es una guía y maestra reconocida en su comunidad para las nuevas generaciones que desean mantener la tradición.

Cornelia Espínola de Subeldía (83), maestra en la modalidad de ao po’i: nacida en Yataity, departamento de Guairá, borda el auténtico ao po’i desde los 15 años gracias a la enseñanza de su madre, quien también le enseñó a usar el telar y a hacer encaje ju. Todas estas técnicas son para un legado familiar que transmitió a sus hijas y nietas.

Eustasia Ledesma Verón (92), maestra en elaboración de la hamaca paraguaya: nacida en la compañía Ykua Ykua de la ciudad Pirayú, departamento de Paraguarí. A los 10 años aprendió a tejer hamacas y en 1982 mejoró su técnica, logrando calidad de exportación. Durante más de 60 años se dedicó a producir y a enseñar a la comunidad.

Julia Isídrez (54), maestra en cerámica: nacida en Itá, departamento Central, empezó a trabajar el barro gracias a la enseñanza de su madre, Juana Marta Rodas, quien aprendió la técnica de su bisabuela, doña María Balbina Cuevas. Su vida en el campo ha sido su inspiración, sus seres naturales y mitológicos cobran vida en sus obras.

Reconocimiento en el Palacio de Gobierno. Cortesía

Segundo Prudencio Gómez (62), maestro en filigrana: nacido en el cuarto barrio de la ciudad de Luque. Aprendió de su maestro, don Alejandrino Duarte. Hace más de 45 años que se dedica a esta técnica.

Milciades Esquivel Núñez (63), maestro en tallado en madera: nació en la compañía Rosado de la ciudad de Tobatí, Cordillera. Es el tercero de diez hermanos. Empezó a tallar a los 8 años con su maestro, Rainero Esquivel, hermano de su padre. Perfeccionó sus habilidades en dibujo en distintas instituciones del país y hoy enseña en su ciudad.

Aurelio Ruiz Díaz (70), maestro en luthería: nacido en Luque, aprendió el oficio con su padre y a los 17 años ya contaba con su taller propio. En 1970 fue a trabajar a Argentina, donde perfeccionó su técnica.

Rosalina Robles (77), maestra en cerámica ñai’upõ: nació en la compañía Pehuahó de Yaguarón. Aprendió la técnica de su madre y su abuela, quienes le enseñaron desde temprano a modelar el ñai’upõ. Hace más de 50 años que se dedica a esta labor, produciendo especialmente piezas utilitarias como el famoso mbeju tova.

Durante el acto de premiación, Adriana Ortiz señaló que el IPA y la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) se encuentran trabajando fuertemente en las escuelas de salvaguarda. Por su parte, Julia Isídrez, en representación de los maestros, agradeció al ministro Capdevila por el apoyo brindado desde la SNC a las diversas actividades e iniciativas que llevan adelante. El evento se realizó en el Salón de los Mariscales del Palacio de Gobierno.