Julia Isídrez y Jorge Enciso exponen en el Centro Cultural del Lago

Vientre de fuego se llama la muestra de los ceramistas Julia Isídrez y Jorge Enciso habilitada en el Centro Cultural del Lago, Areguá. La misma reúne piezas de producción reciente.

Sobre la exposición, el crítico Fernando Moure señala que “las obras expuestas remiten tanto a la organicidad funcional del contenedor de agua primitivo, a formas que albergan cavidades de rotunda esfericidad o bien ensayan la representación fantástica de seres animales, vegetales o antropomorfos”.

En otro pasaje de su texto de catálogo dice: “Los dos artistas crean objetos con formas mínimas. Sus curvas llevan las promesas de una hermosa fruta madura, de bosques, de animales, de personas. Como ellos, no encajan en el molde de la representación figurativa perfecta, pero apelan intuitiva y profesionalmente a la geometría del espacio, permitiéndose sutiles irregularidades. A primera vista, este acabado les confiere una riqueza secreta, la de la vida misma, porque estos objetos de cuerpos generosos no están hechos en torno”. Asimismo, señala que “las piezas de Isídrez y Enciso llevan en ellas un mensaje complejo, sutil y decidido: dentro del juego y fuego de sus formas pueden leerse simultáneamente una especie de eterno retorno a los orígenes y al futuro, sentirse una vigencia contemporánea”.

Julia Isídrez. Centro Cultural del Lago. Cortesía

Según el crítico, las obras de Julia Isídrez, quien aprendió el oficio de su madre, la célebre ceramista Juana Marta Rodas, “podrían describirse, en un primer momento, como la representación escultórica de seres mitológicos, o la conformación de un panteón de bestias fantásticas. Aun siendo moldeadas por las manos de Isídrez, las formas parecieran transportar las fuerzas naturales de los mismos animales o plantas en que se inspiran, así como de la tierra, del viento, del fuego y del agua. A pesar de su base en formas utilitarias, derivadas de la utópica combinación de cantarillas, vasijas o cántaros ensayados desde el siglo XVI y de las memorias y recuerdos de su entorno geográfico, las esculturas de Julia Isídrez tienden a un imaginario muy expresivo y a la vez, totalmente personal. El movimiento orgánico y ondulado crea un ritmo aireado y un juego de luces y sombras que recorre toda la pieza haciendo olvidar el peso de la tierra”.

Jorge Enciso. Centro Cultural del Lago. Cortesía

Sobre el trabajo de Jorge Enciso, Moure remarca que “resulta esencial y rotunda la forma primaria del círculo contenedor, acabada con una decoración esgrafiada. Quizás como una reinterpretación de las vasijas contenedoras, las esculturas de Enciso hoy devienen vientres, receptáculos cerrados o abiertos al exterior […] La sensación rítmica que se desprende de sus volúmenes, a pesar de su fijeza, es notable, pues las líneas rellenan y completan la superficie logrando una ilusión cinética. Las incisiones realizadas sobre la pasta blanda en positivo son también una seña de identidad de esta obra, así como el acoplamiento de relieves modelados, que además de aves o vegetales, pueden incluir motivos antropomorfos en situaciones, diríamos, contemporáneas”.

El Centro Cultural del Lago está abierto de jueves y viernes, de 9:00 a 17:00 horas; los sábados, de 10:00 a 18:30 horas y los domingos, de 10:30 a 18:00 horas.