“Del otro lado”: Notas sobre la nueva obra teatral de Hugo Robles

POR Dani González *

Hugo Robles emprende exploraciones complejas y encuentra situaciones precisas para ilustrar “situacionalmente” una idea, un sentimiento, un estado de ánimo. Encuentra, en su caleidoscópica mente, posibilidades narrativas que, como público, nos resultan conocidas, familiares, absolutamente creíbles, y nos las acomoda unas con otras, y las emplea en ocasiones como palanca para separar y abrir una grieta donde trazar un nuevo trayecto.

Echa mano de un instrumento difícil de ejecutar: el silencio. Lo hace sonar en el tempestuoso y callado pensamiento de Teresa (Natalia Cálcena); se manifiesta en cada mueca, en cada milimétrica tensión, en su mirada perdida, en su fríos y sudorosos dedos que no encuentran la calma ni el calor. El drama de Hugo Robles le pone un parlamento difícil de interpretar. Exige mucha gimnasia escénica para que esos hilos motivacionales se tensen al momento y en la medida exacta. Y Teresa cobra vida. Nos respira. Nos mira. Nos refleja… y, lo terrible, nos remite a nuestra propia, oscura, silenciosa y secreta caverna.

Hugo Robles ya se sienta con aplomo y autoridad entre los grandes de la dramaturgia del Paraguay. Puede hoy, con envidiable habilidad, hacer malabares con el tiempo narrativo sin que ninguna de las pelotitas temporales se vengan abajo mientras, con vertiginosidad, nos conduce hacia una dirección y, en el instante en que vamos a colisionar, hace un golpe de timón que nos lleva en otra dirección. Sí, tiene un final inesperado. Tan odiosamente inesperado como odiosas suelen ser nuestras propias “justificadas” decisiones en la vida real.

Silvio Rodas nos muestra una vez más por qué es el gran maestro. Pasea por este complejo drama su figura tan plástica y le hace un pase de balón a Juan Carlos Moreno, quien lo recibe, lo baja, lo acomoda y se luce con un golazo actoral que no deja dudas de que es un animal de escenarios.

A Esther (Fátima Fernández Mercado) le cabe la difícil tarea de ejecutar las notas alegres, tropezando a cada paso con los obstáculos lingüísticos de lo políticamente correcto. Esther no hace comedia. Vive situaciones que resultan graciosas una vez que Hugo Robles las dispone en el escenario. El elenco se completa con un joven actor (Alan Bernal) que se presenta solvente entre estos sólidos intérpretes.

Por último, la escenografía, cabalmente añejada como sus ocupantes, también juega un rol en el relato y permite bifurcar la dirección de las decisiones…

Hugo Robles, agradezco que tengas tanta habilidad para poder explorar estos temas tan tan complejos que, la mayoría de las veces, preferimos silenciar en nuestras oscuras, silenciosas y secretas cavernas.

Ficha técnica

Dramaturgia y dirección: Hugo Robles. Intérpretes: Silvio Rodas, Juan Carlos Moreno, Natalia Calcena, Fátima Fernández Mercado y Alan Bernal. Visualización: Gabriela Zuccolillo. Vestuario: Las consuegras. Maquillaje: Luis Arce. Estilismo: Edi Romero. Asesoramiento coregráfico: Antonio Oazo. Diseño: Santi Rolón. Asistencia de producción: Kiara Nicora y Rodrigo Limousin. Asistencia de dirección: Meche Rivas. Administración: Lara Tomassi. Producción general: El ansia. En cartelera hasta el 19 de septiembre en la Sala Molière de la Alianza Francesa (Mariscal Estigarribia 1039 c/Estados Unidos).

* Dani González es pedagogo, gestor cultural, dramaturgo, actor y fotógrafo.