Los ganadores latinoamericanos de los Goya

Adú y Las niñas eran las grandes favoritas para la 35ª edición de los Premios Goya, tanto por número de candidaturas como por el hecho de que figuraban en las principales categorías, incluida la de mejor película. La cinta de Pilar Palomero, una opera prima sobre el despertar de la inocencia ambientada en la Zaragoza de 1992, se veía como la gran favorita a juzgar por la pretemporada, ya que había ganado tanto el Premio Forqué que conceden los productores como el Feroz de la prensa cinematográfica. La ganadora de la noche fue la obra de Palomero, que logró los premios a mejor película, mejor dirección novel, guion original y fotografía.

Así, la directora de fotografía de Las niñas, Daniela Cajías, se convirtió en la primera boliviana en ganar un premio Goya. Entre otras distinciones para Latinoamérica se encuentra el obtenido por la colombiana El olvido que seremos, obra que resultó ganadora al premio de mejor película iberoamericana, convirtiéndose en el primer film colombiano en ganar el premio español. Se trata de una adaptación de la novela homónima de Héctor Abad Faciolince, donde el autor rinde homenaje a su padre, Héctor Abad Gómez, un médico especialista en salud pública y defensor de los derechos humanos, asesinado por paramilitares en 1987.

Como curiosidades, Trueba, un enamorado del libro, ya fue contactado hace años para llevar la novela a la gran pantalla, pero lo consideraba un proyecto imposible.

La película, que estaba seleccionada para participar en el suspendido Cannes 2020, se impuso a tres títulos que están entre los finalistas al Óscar a mejor película extranjera: El agente topo, de Maite Alberdi (Chile); La llorona, de Jayro Bustamente (Guatemala), y Ya no estoy aquí, de Fernando Frías (México).