Adiós a la artista experimental peruana Teresa Burga

La artista peruana Teresa Burga falleció ayer a la mañana a los 86 años. Había nacido en Iquitos en 1935 y estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Ingeniería, en Lima. Luego de dos años dejó la arquitectura para a estudiar artes plásticas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, de la que se graduó en 1965. Cursó estudios en el Instituto de Arte de Chicago entre 1968 y 1970.

Teresa Burga, Aleatory Structures, vista de exhibición, Migros Museum für Gegenwartskunst, Zurich, 2018 (Lorenzo Pusterla, Artishock)

Burga integró el grupo Arte Nuevo (1966-1968) junto con Luis Arias Vera, Gloria Gómez-Sánchez, Jaime Dávila, Víctor Delfín, Emilio Hernández Saavedra, José Tang, Armando Varela y Luis Zevallos Hetzel. Este grupo fue ampliamente reconocido por introducir las nuevas tendencias de vanguardia en el Perú, como el pop art, el op art y el arte conceptual.

Su curador, Miguel Ángel López, comentó recientemente a la prensa peruana: “Desde que comenzó la pandemia Teresa estuvo en casa dibujando con el estilo que ella desarrolló: copiando con colores encendidos imágenes de los medios de comunicación y marcando rigurosamente el tiempo de producción en cada dibujo. Era como si Teresa estuviera intentando señalar el tiempo suspendido asociado a la pandemia, ofreciendo un testimonio creativo valioso de una artista de 86 años que entiende la creación como una manera de responder al tiempo que vive y documentar su propia supervivencia”.

En ocasión de una exposición en Zurich en 2018, la revista de arte contemporáneo Artishock publicó un artículo sobre la obra de Burga, presentando de este modo a la artista: “Desde la década de 1960, la artista peruana Teresa Burga (Iquitos, 1935) ha creado obras que constituyen un registro detallado de las realidades sociales de su tiempo. Su extensa obra abarca pinturas y ambientaciones de estilo Pop, así como dibujos conceptuales, objetos e instalaciones cibernéticas. La constante unificadora en su producción formal y estéticamente diversa es la insistencia por exponer estructuras sociales complejas, así como la capacidad de autodeterminación de cada individuo. Como artista mujer latinoamericana, Burga se adelantó a su tiempo. Debido a la situación política en su Perú natal, que sufrió una dictadura militar durante casi una década y luchó contra varias crisis económicas, trabajó en gran medida aislada de las escenas artísticas local e internacional”.

En una entrevista realizada por la periodista de arte María Paula Zacarías, publicada en La Nación (Buenos Aires, 2015) y luego ampliada en el website de la autora, la artista comentaba con respecto a su obra: “Yo siempre leía a Duchamp, y él decía que uno no debe decidir en su obra, debe intervenir el azar y no su gusto, porque si no le das al público chocolates y golosinas, y eso le va a gustar. No sirve. Hay que hacerle al espectador una nueva dieta, de gasolina con parafina, y que le guste. Eso hay que lograr. Si la obra me gusta demasiado, ni la miro, ya está mal. Que el espectador, que le ponga lo que quiera o le deje de poner.”

Teresa Burga (Hammer Museum, Radical Women)

Cecilia Fajardo-Hill, crítica de arte y curadora escribió en su muro de Facebook: “La gran artista experimental Teresa Burga (Perú, 1935-2021) murió hoy en Lima. Pocas artistas han dejado un legado intelectual y artístico como Burga. Sus complejas y multidisciplinarias obras tales como Perfil de la Mujer Peruana, 1980-81, y Autorretrato. Estructura. Informe, 9.6.1972, 1972, investigan los derechos de la mujer y cuestionan y refutan los controles y límites colocados sobre el cuerpo de la mujer y su lugar en la sociedad. El mundo es menos por su partida, pero su obra seguirá inspirándonos y haciéndonos pensar y cuestionar”.

Calificada de innovadora para su tiempo, tuvieron que pasar muchos años para que su arte fuese reconocido como tal. Al respecto, Burga comentó una vez: “Mis profesores creían que les tomaba el pelo. Me decían, “¿cuándo se va a poner a hacer una obra en serio?”. Yo nunca aprendí a manejar una paleta de color, ni me gustó nunca el óleo. Pintaba mis cuadros con pintura de pared. Para mí el color se pone al azar, no se elige. En la Universidad Católica nunca había hecho desnudos. Cuando llegué a París y entré en una academia ¡me quedé asombrada de la cantidad de calatos –desnudos– que había! No pensaba seguir estudiando arte porque estaba un poco en crisis, pero nunca había dibujado calatos, y me entusiasmé. Cambió mi mentalidad. Uno sabía así lo que tenía debajo de la ropa. Me sirvió para todo.”

Teresa Burga, Aleatory structures, vista de exhibición, Migros Museum für Gegenwartskunst, Zurich, 2018 (Lorenzo Pusterla, Artishock)

Ese reconocimiento llegó luego, con generaciones jóvenes, en parte por los curadores Miguel López y Emilio Tarazona, quienes  se encontraban en una investigación en torno al grupo Arte Nuevo.

Al preguntarle María Paula Zacarías cuántas veces le habían dicho que lo suyo no es arte, Burga respondió: “Toda la vida, pero era una necesidad hacerlo.”

Nota de edición: Imagen de apertura (MALBA, 2015)