“El Galpón”, de Hugo Herrera, en Asunción

El montaje fue realizado por el conocido grupo teatral paraguayo, cuya directora manifiesta que la puesta es un homenaje a Hugo Herrera, argentino de nacimiento, ciudadano del mundo. Un hombre con un amor sin límites hacia el Paraguay, a tal punto que, viviendo más de 40 años en París y viajando por muchos países del globo terráqueo, pidió que sus cenizas fueran esparcidas en la bahía de Asunción, la ciudad amada de su juventud.

Herrera fue protagonista de una excelente carrera teatral internacional en países como su Argentina natal, Francia, Suecia, Italia, España, y la mayoría de los países de América Latina. Formado en el Teatro Independiente de los años 60 en Rosario, fue alumno de excelentes maestros en Argentina, y de Lee Strasberg y Jerzy Grotowsky en América y Europa. Trabajó bajo la dirección de Atahualpa Del Cioppo, Enrique Buenaventura, Héctor de los Ríos, Liber Forti y Carlos Jiménez, célebres directores de América Latina.

Dirigió en teatro al famoso Anthony Quinn, el recordado protagonista de Zorba, el Griego. Llegó al Paraguay desde la Argentina en septiembre de 1964, justo en el tiempo en que se estaba dando una renovación del pensamiento y las prácticas culturales. El Teatro Popular de Vanguardia (TPV), dirigido por Oscar Wespel, renovaba la propuesta escénica; en las artes plásticas Los novísimos inauguraban nuevos signos aunque sin olvidar el fortalecimiento del arte moderno, iniciado años antes; en la literatura, la energía de la llamada generación del 60 era acompañada por una renovación de la música en un contexto de creciente lucha democrática de jóvenes en el marco de una dictadura militar. En ese entorno Hugo Herrera tuvo una participación extraordinaria en la renovación de las artes escénicas, conformando varios conjuntos teatrales, como el grupo Paraguayo-Francés,  o el TUCA (Teatro Universitario de la Ciudad de Asunción), con apertura a un repertorio universal y contemporáneo con el que realizó la primera gira de un conjunto teatral paraguayo por países de América Latina.

Los jóvenes actores, junto a su director, recorrieron por tierra, desde Paraguay hasta Manizales, Colombia, de pueblo en pueblo, actuación a actuación, para poder comer y pagarse el pasaje a otro pueblo y así continuar. Hugo Herrera se convirtió en uno de los pilares de la renovación escénica paraguaya, insertándose en el movimiento democrático independiente. Además de ser un excelente actor fue un director de inteligencia sagaz para trabajar con los actores, para llegar al punto óptimo de la actuación. Tiene publicados dos volúmenes de cuentos y de poesía, inclusive una edición bilingüe francés-español, obras que suscitaron muy buena acogida en la crítica especializada de América Latina y Francia.

El Galpón es su última obra teatral, escrita en francés, que estuvo a punto de ser estrenada por el grupo teatral conocido como H2O, dirigido por él mismo. La súbita muerte de Hugo no permitió su estreno. Yo tuve el gran placer de asistir a uno de sus ensayos finales, en París, y recuerdo que quedé profundamente impresionado por el dramatismo y contenido de la obra. Herrera confirmaba, una vez más, su oficio en la dramaturgia y la dirección escénica. Hoy la suerte del destino me da la ocasión de verla estrenada.

La puesta en Asunción

Raquel Rojas, quien había conocido la obra en uno de sus viajes a París, solicitó al autor que la tradujera al español para poder representarla en Paraguay. Fue estrenada ahora, como homenaje a Herrera, en una versión suya ambientada al contexto paraguayo, de acuerdo con declaraciones realizadas por ella misma. La larga experiencia de Raquel ha logrado sortear con éxito la difícil y compleja obra, mostrando maestría y talento.

La audiencia ha vivido y se ha compenetrado con todos los avatares que se van sucediendo en el escenario, logrando la actuación de los actores, bajo la dirección de Rojas, transmitir las peripecias de cada escena. Hay que destacar el desempeño de Calolo Rodríguez, secundado por Ronald Maluf. La escenografía, ideada y montada bajo la responsabilidad de Tessy Vasconcellos, resultó impecable. Las luces y el sonido, muy importantes como parte esencial de la obra, demostraron la maestría de Martín Pizzichini. La fuerza del teatro sigue combatiendo, a pesar de la pandemia y la cuarentena, y se confirma con el estreno de El Galpón.

Nota: El Galpón está en www.passline.com eventos a disposición del público, al precio de 35.000 gs.

* Escritor y politólogo.