Día Mundial del Climaterio y la Menopausia, para dar un mensaje sobre bienestar

Desde el año 2000, cada 18 de octubre, se celebra el Día Mundial del Climaterio y la Menopausia; esta fecha, seleccionada de manera conjunta por la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se realiza con el objetivo de darle visibilidad a esta etapa de la vida sexual y reproductiva de la mujer.

Climaterio y menopausia son dos términos que, en forma cotidiana, se utilizan como sinónimos, pero no son exactamente lo mismo. La menopausia es el cese permanente de la menstruación, confirmada 12 meses después del último periodo menstrual. Es un evento fisiológico que se presenta en las mujeres entre los 45 a 55 años de edad.

En tanto, el climaterio es el periodo de adaptación y transición de la etapa reproductiva a la no reproductiva, que abarca la menopausia. Puede darse entre 2 y 8 años antes de la menopausia y culminar entre 2 a 6 años después de la misma.

Con el afán de seguir avanzando en la atención integral de las mujeres y mejorar su calidad de vida, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social anunció que plantea estrategias, normativas y planes que contribuyan a la prevención y control de la morbimortalidad femenina. Para ello es necesario elevar progresivamente los estándares de los servicios de salud, ampliando la oferta y facilitando el acceso a una atención de calidad, de manera equitativa y con enfoque de derecho.

En ese sentido, las políticas públicas deben adecuarse a las necesidades de cada etapa de la vida de la mujer, teniendo en cuenta sus diferentes características y periodos de su vida. Estas acciones tendrán implicancias en la salud, bienestar y calidad de vida de la mujer y su entorno.

Es así, que el 5 de junio del 2023 se aprueba el documento “Orientaciones técnicas para la atención integral a la mujer en climaterio”, por Resolución S.G. N.º 267.

Esta normativa, producto de un trabajo multidisciplinario e interinstitucional, surge ante el desafío de mejorar la salud, bienestar y calidad de vida de la mujer adulta, en la etapa que va de la declinación de la fertilidad hasta los 60 años o más, a través de un enfoque integral de la salud y basada en la mejor evidencia científica.