Critican al MDS por utilizar a niños en propaganda estatal de “Hambre Cero”

El Ministerio de Desarrollo Social (MDS), liderado por Tadeo Rojas, se encuentra en el centro de una fuerte polémica tras utilizar fotografías de niños y niñas de escuelas públicas para promocionar el programa Hambre Cero en redes sociales. La cuenta oficial de la institución difundió imágenes donde se ve el rostro de menores acompañadas de frases propagandísticas, lo que generó una ola de indignación entre usuarios de redes sociales, activistas y ciudadanos.

Las críticas apuntan a que la exhibición de niños con fines propagandísticos vulnera su privacidad y derechos fundamentales, exponiéndolos públicamente sin justificación ética. Además, el uso de estas imágenes se da en un contexto delicado, marcado por los numerosos errores en la implementación del programa Hambre Cero desde el inicio del año lectivo.

Falencias desde el inicio

Desde su lanzamiento, Hambre Cero ha estado rodeado de denuncias por graves irregularidades:

Envío de alimentos de baja calidad a las escuelas.

Porciones insuficientes que no alcanzan para todos los estudiantes.

Excluyentes criterios de cobertura que dejaron fuera a escuelas especiales y a niños con necesidades educativas diferenciadas.

En Cambyretá, por ejemplo, se reportó que los estudiantes recibieron apenas dos chipitas o un pan por día como “merienda escolar”, algo considerado indignante por padres y docentes. Mientras tanto, cientos de instituciones aún no cuentan con cocinas o comedores adecuados para ofrecer el almuerzo prometido.

Indignación

Los usuarios de redes sociales cuestionaron la falta de sensibilidad del Ministerio, señalando que el uso de menores en propaganda estatal no puede justificar las falencias estructurales del programa. “Es inaceptable que usen a los niños para lavar la imagen de un programa que ni siquiera está funcionando bien”, escribió un usuario en X.

Organizaciones defensoras de los derechos de la niñez exigieron al Ministerio de Desarrollo Social retirar las imágenes y adoptar medidas que garanticen la protección de los menores.

Por su parte, padres de familia y docentes pidieron mayor transparencia y mejoras inmediatas en el programa, subrayando que, mientras se publicita Hambre Cero, cientos de niños siguen recibiendo alimentos insuficientes o de mala calidad.

La controversia pone en evidencia no solo los problemas de ejecución de Hambre Cero, sino también la falta de ética en la comunicación estatal, evidenciando que con los derechos de los niños no se juega.