La crisis interna de la ANR: disidencia, cismas y la lucha por el poder

Últimamente, en la carpa de la ANR parecen surgir nuevos grupos denominados disidentes, ya que se puede inferir que estos grupos estarían en desacuerdo con el actual gobierno de la cúpula de la ANR, es decir, el gobierno encabezado por el Movimiento Honor Colorado bajo la presidencia del expresidente de la República. Para entender el concepto de disidencia, es necesario recurrir a lo que la RAE dice sobre este vocablo:

Del lat. dissidentia.

1. Acción y efecto de disidir.

Sin.: desacuerdo, discrepancia, desavenencia, divergencia, disconformidad, disentimiento, cisma, oposición, división.

1. Grave desacuerdo de opiniones.

Todas las acepciones que registra la RAE coinciden con lo que los actores de la coyuntura política actual pueden entender del significado exacto y real de la disidencia, por lo menos en términos gramaticales y semánticos. Sin embargo, a esta lista de acepciones le falta un hilo conductor histórico para poder cimentar la disidencia política, que surja de un sector o varios sectores de un mismo núcleo político, en este caso, la ANR y, en menor proporción, el Partido Liberal.

No pocas veces en la historia política del país se ha producido una disidencia de grupos o movimientos políticos hacia un solo cuerpo institucional político, como la ANR. En este contexto, se puede ver que el Movimiento UNACE sí se ha desprendido totalmente del Partido Colorado, fundando una nueva organización política que se separó de la base madre de la ANR. Es decir, se produjo un cisma, lo cual nos ayuda a conectar las acepciones de la RAE con el significado de disidencia.

En la historia de la ANR, se puede vislumbrar al Movimiento Popular Colorado (MOPOCO), que fue expulsado de la ANR en 1960. Este movimiento sostenía varias críticas al dictador Stroessner en esa época y, en cierta medida, ya no comulgaba con la dirección del partido, pues reclamaba algunas reformas que se debían realizar dentro del seno del mismo. MOPOCO se alió con Epifanio Méndez Fleitas, un acólito de Stroessner, quien fue al exilio por criticar fuertemente el régimen. Desde entonces, MOPOCO, desde 1973, se ha convertido en un grupo disidente que luego pasó a llamarse Asociación Republicana en el Exilio y la Resistencia (ANRER). Esta cápsula histórica fortalece mi tesis sobre la falta de vocablo  histórico que pueda cimentar el concepto de disidencia política. Es decir, el factor tiempo, es esencial para la fundamentar el concepto de dicidencia, por lo menos en nuestra política local.

En estos últimos tiempos, una situación similar a la de MOPOCO la vivió el movimiento Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE), convertido en partido político en el año 2002 bajo el liderazgo de Lino Oviedo, uno de los principales opositores que derrocó al general Stroessner. Este movimiento, actualmente vigente, también puede ser considerado disidente desde su base histórica, ya que hace tiempo que dejó de acompañar los designios de la ANR ni comulga con sus actuales directivas.

En esta coyuntura política actual dentro del seno de la ANR, se visibilizan claramente dos grupos antagónicos en el mismo ámbito de conducción del partido. Por un lado, está Fuerza Republicana, con el liderazgo del expresidente Mario Abdo Benítez y el Movimiento Honor Colorado con el también expresidente Horacio Cartes. Ambos pujan por el control de los designios del partido, aunque uno tiene ventaja debido a que es el actual presidente de la agrupación política. El otro, en estos momentos, tiene invonvenientes jurídicos con el actual presidente del partido debido a ciertas filtraciones de datos que surgieron en torno a algunas acciones que involucran al presidente del partido. A raiz de ellos, el expresidente Marito enfrenta un conflicto jurídico.

Según las rápidas movidas visibilizadas por los medios de comunicación, en una jugada jurídica de último momento, el ex presidente Mario Abdo no fue acusado, sino sus exministros, quienes deberán enfrentar las consecuencias de esta acusación.

Volviendo al tema de la disidencia, se visibilizan algunos actores como Wiens, Samaniego, Centurión y otros que se autodenominan disidentes. Sin embargo, es necesario revisar nuevamente la analogía histórica para entender que tanto el grupo de Marito, Samaniego, Centurión, y otros, como también Santiago Peña en el escenario político, son referentes desprendidos del Movimiento Honor Colorado.

Estos referentes en algún momento contaron con el respaldo del entonces presidente de la República, el actual presidente del partido, y por algunos desacuerdos o discrepancias, se autodenominan como disidentes. Sin embargo, insisto en mi tesis: al registro de la RAE le falta el componente histórico para ser considerados disidentes. Ahora, estos supuestos disidentes se separan radicalmente y coyunturalmente del marco de Honor Colorado para postularse en las próximas elecciones bajo el mote de disidentes, quizás para captar nuevos seguidores. Sin embargo, la verdadera naturaleza de esta jugada no sería más que una variante de “gatopardismo”.

La otra cara de la moneda aparece en nuevos movimientos que sí mantendrían el hilo conductor histórico de la disidencia, ya que no han estado en sintonía ni en consonancia con la actual dirigencia del partido. En este aspecto, se puede visibilizar el movimiento Nueva República, la Coordinadora Colorada Campesina y otros movimientos que aún están en la sombra o que quizás no se pueden visibilizar aún, ya que, no sería el momento para mostrarse.

En el contexto de la disidencia, estos dos movimientos NR, bajo el liderazgo del Dr. Edmundo Rolón  y CCC, bajo el liderazgo del Prof. Lorenzo Lezcano, que recientemente han formado una alianza de trabajo con miras a la renovación del partido, con ejes bien definidos que apuestan hacia la modernización y, en cierta forma, a la pacificación dentro del seno de la ANR, éstos reúnen los requisitos  para ser considerados verdaderos disidentes.

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